domingo, 7 de junio de 2015

DESEOS INSATISFECHOS


                                                  DESEOS INSATISFECHOS

Decía mi amigo Emilio, que ha menudo llegas a la vejez, sin haber satisfecho todos tus deseos. Bueno bueno, eso es una de las cosas más absurdas que he oido jamás, si hechas cuentas, nadie puede decir que ha completado su vida, habiendo satisfecho todo lo que quiere. Hay demasiadas cosas en este mundo como para poder abarcarlas todas, se lo dije y comenzó a enumerarme toda una serie de cosas, que le hubiera gustado hacer y que no pudo conseguir. Es imposible lograr hacer todo lo que uno desea, nos faltan años para conseguirlo.
Otra cosa sería, poder lograrlo a base de vivir tres o cuatro vidas, pero... no tenemos más que una oportunidad, en consecuencia se debe pensar en qué es lo que queremos hacer y como, me atrevería a decir que además, hay que reflexionar, con quién queremos lograr este objetivo. Para aquel que desea tener cosas es del todo imposible vivir para logralas todas, la razón es obvia, falta de medios puede ser una de ellas. Las cosas cuestan todas ellas dinero, esfuerzo y raciocinio, moderación.
Otros desearían tener a todas las mujeres posibles, andar por la vida como cabras locas tratando de conseguir como en el caso de algunos animales, auténticos harenes de hembras a su disposición. Eso tampoco puede ser, a mucho estirar debes conformarte con ser un don Juan de medio pelo, aun insistiendo muchas de las pretendidas mujeres hermosas nos darían calabazas, eso es así y no hay quién lo cambie. Me dice Emilio un día... me gustaría recorrer el mundo, viajar, joder, eso debe de ser la leche. Sí, debede ser muy bonito pero otra cosaque se plantea aquí es cómo hacerlo, recorrer el mundo se puede hacer de muchas y variadas maneras, probablemente la que escogeríamos no sería la mejor. Para recorrer  el mundo hay que vivir durante determinado tiempo con la gente a la que conocemos y eso amigo mío, requiere muchísimo tiempo. La Tierra es muy grande, las culturas muy variadas y sus costumbres en consecuencia también.
Llegados a este punto, nos vemos obligados a poner freno a nuestros deseos y ser selectivos, o bien tirar de la rueda de la ruleta y esperar a ver en que lugar para, el número que nos toque es el que debemos aceptar sin más. No vale la pena ir más allá y seguir apostando, lo poco que tenemos lo podemos perder en un chasquido de dedos. Deseos insatisfechos es lo que cualquiera se plantea, debemos ser conformistas, o caer en la ambición que nos transforma en seres despreciables. Pero es que si los demás lo tienen..., ¿porqué yo no? me pregunta Emilio. Porque nosotros no es que seamos conformistas, somos gente equilibrada, tenemos hijos y otra familia que nos complace que estén a nuestro lado, piensa en los que tienen muchas de esas cosas que antes hemos enumerado, están en el otro confín del mundo y se les muere un  familiar... ¿cómo crees tú que se deben sentir al no poder estar en estos instantes donde deben?
A mí personalmente las personas así me parece que son como los niños pequeños, que cuantos más juguetes les compran y más caros, menos los aprecian. Tengo nietos, son muy buenos y toda la familia se vuelca en ellos, les compran de todo lo que uno se pueda imaginar, pues bien, cuando se juntan y se ponen a jugar lo hacen con las cosas más simples, antiguas y feas, desde el punto de vista de los mayores, que uno pueda imaginar.
Así es la vida... un juego de niños, cuando envejecemos, nos convertimos en niños, malhumorados y a la vez simples como ellos, exigentes y a la vez conformistas, reveldes pero depende de con quién, sabemos con quién tratamos, qué o no podemos hacer y decir y sobre todo, aprendemos por la experiencia vivída, que la existencia de las personas es limitada, muy limitada, de forma que siempre quedan por satisfacer deseos.

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