miércoles, 17 de junio de 2015
EL NEGRITO
EL NEGRITO
A la carrera fue durante dos años corriendo delante de la policía, sin papeles ya me contarás... vendía CD copiados, el pobre no sabía para quién trabajaba. Le decían... León hoy te toca ir de bares, a ver si espavilas porque no te ganas el sueldo tío, si sigues así te vas a la calle.
León cogía su bolsa con las copias de los discos, muchos de ellos copiados de los cines, y se iba a pasear por los bares y restaurantes, ofreciendo su producto a las gentes que consumían desde cervezas hasta comensales que se reunían en familia. Le daban márgen para negociar dependiendo de los discos que vendía, pero León, si salía de un lugar habiendo vendido cinco o seis discos, se sentía contento.
Hasta que un día se encontró con un problema, se encontró con la gente equivocada a la hora de ofrecer su género, dos policías de paisano que vigilaban este tipo de actividades ilegales, le compraron tres discos, y a renglón seguido, lo esposaron para llevárselo a comisaría. Lo peor de todo era que desconocía su edad, imprescindible para abrirle la ficha, y sin papeles, la cosa no pintaba nada bien. Aparentaba dieciocho o diecinueve, pero en realidad tenía diecisiete, aunque en honor a la verdad, a la policía eso no le importa demasiado.
¿De donde eres...? Mali, contestó León, aquí solo, familia muerta por otra tribu, robaron oro y vidas. Ya ¿cómo entraste en nuestro país? Camino dos meses por desierto hasta Kenya, pescadores me trajeron trabajando para ellos tres lunas enteras más. ¿Y donde te dejaron? En pueblo cerca de Morcia... querrás decir Múrcia. Si señor eso es Múrcia, pero mucho trabajo allí y mucho calor, más que en mi tierra, en casa del campo con plásticos. Dejadlo marchar y devolvedle sus cosas, no hace falta que lo detengais ni que le habráis ficha, venga a otra cosa, vamos a ver si le podéis sacar quién hace las copias de los CD, seguro que son los chinos de la calle Princesa, id a investigar.
León tuvo que volver a su casa a cambiarse los pantalones, se los había meado, y de esa guisa, no podía ir a vender. Cuando les contó a los compañeros lo que le había sucedido, no daban crédito a lo que les contó pero habida cuenta de que lo vieron descompuesto y con los pantalones meados, creyeron a pies juntillas lo que les dijo. En este caso concreto como en otros, los refugiados que llegan a diferentes lugares, casi siempre hay un patriarca, un capitoste que maneja y distribuye el trabajo a los que están bajo su mando, de forma voluntaria claro.
Vamos a cambiar de esquema de trabajo, nos vamos a dedicar a lo nuestro, hablaré con una persona que conozco, que nos colocará en paradas legales dentro de los mercados, a partir de la venta de figuras hechas de madera de balsa, venderemos complementos de piel y fulares, esto es todo. Dejad de mi mano lo que haya que hacer, en solo una semana, estaremos legales en los mercados más cercanos. El asunto de papeles también tiene solución, pasó su mano sobre la cabeza de León consolándolo y no le dijo más que se tomara el día libre. Mañana me acompañarás, tienes que comenzar a saber como se manejan estos asuntos.
León es un refugiado de guerra, ha pedido asilo político y se le ha concedido, ahora trabaja legal, tiene sus mercados, tiene con tres compañeros más material para vender y lugares donde poder ganarse la vida. No ha sido un León destronado, es un León entronizado al que cuando llega la noche, a un rugido suyo todo el mundo le teme.
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