MAL MENOR
¡Mira que estaba advertido…! Los
que lo conocíamos le decíamos lo que había…
Mira que este tío no es de fiar, que es un crápula, que lo menos ha
tenido siete u ocho novietas y todas han salido escaldadas. Pues nada, él enamorada de aquellos ojos de
aquel tipo alto, siempre con buenos coches, su padre tiene un concesionario de
coches de lujo, cada dos por tres con Mercedes, BMW y otras marcas para algunas
de las gatitas, así las consideraba él, vestido con lo mejor de lo mejor, las
encandilaba, entre sus cualidades estaba la labia que tenía aquel pobre
desgraciado, eso unido a lo ya dicho anteriormente, hacía que las chavalas
cayeran en su trampa de manera fulgurante.
Encarnación no supo decir que no
a sus insinuaciones, de forma que casi sin darse cuenta ya estaba enredada en
aquella casi perfecta tela de araña que aquel mal nacido, del que no sé merece
ni recordar su nombre, le tenía preparada.
No tienes que preocuparte de nada, tengo piso, dinero para mantenernos
los dos con soltura, sin apuros, solo tienes que ocuparte de la casa, de estar
en ella cuando yo llego del curro. Está claro que mis padres esperan de mí lo
mejor y no quiera defraudarlos por nada del mundo, además mi padre sabe que me
necesita, sin mí no se venderían ni la mitad de coches que salen ahora de la
tienda.
Te quiero tanto, ¡me siento la
mujer más afortunada del mundo, lo que me está pasando, me parece un cuento de
hadas! No te preocupes, no tendrás queja alguna de mí, además me encanta el
sexo, eres el mejor de todos cuantos he conocido, una auténtica fiera.
¡Ya lo creo que lo era…! Después
de convivir juntos durante tres meses, comenzaron los problemas, un pantalón
vaquero demasiado ajustado, el gasto injustificado de un frasco de colonia que
él no había autorizado, una tortilla mal flambeada que le sirvió para cenar,
estas cosas lo sacaban de quicio. Ya que
pago yo todos los gastos de la casa, por lo menos tendrás que tener la decencia
de esmerarte un poco más en aprender y hacer las cosas bien. Esto se lo dijo
agarrándola de los cabellos, estando ella sentada en la mesa del jardín y
tirando del cabello de ella mientras le refregaba la comida por la cara.
¿Sabes para lo único que sirves…?
para follar, no he conocido tía más inútil que tú, no sé en qué coño debería
estar pensando cuando te propuse vivir juntos. Las lágrimas y el desaliento, la
impotencia y el darse cuenta que se había equivocado de persona la hundió en
una depresión y en comenzar a pensar, de qué manera podía comenzar a deshacer aquel
error en el que había caído.
Es muy difícil salir de una tela
de araña tan bien entretejida, pero comenzó a darse cuenta de que aquel asunto
podía ir a mayores, por esa razón pidió ayuda a aquellos en quienes confiaba,
pero eso significaba que los demás, sus amigos, tenían que estar al tanto de la
situación. Jamás voy a entablar una
relación con otro hombre, ya he tenido bastante con todos los cardenales que
llevo fuera y dentro de mi cuerpo. Los hombres son unos cabrones, por uno que
sea bueno… hay cien malos, mira como me dejó la espalda marcada con la plancha…
¡Va, eso es un mal menor, he
visto casos peores! Se alojó en la otra punta de la ciudad, en casa de unas
amigas que le brindaron ayuda incondicional. A partir de entonces, Elena apenas
sale de casa, ha encontrado trabajo por medio de un amigo que trabaja en un
banco, poder trabajar desde casa con el ordenador, vía on line. El hijo de su
madre que le hizo tantas promesas incumplidas, no la busca, no es celoso, estos
buitres se dedican a buscar otras piezas para su colección, matrioskas, las va
colocando una dentro de otras, hasta que llega el momento de comenzar de nuevo
con una nueva colección de muñecas decoradas con diferentes colores y de
diferentes medidas.
Son, para estos tipos, elementos
decorativos de los que al final, cuando se hartan de ellas, las queman, no son
más que yesca para encender un fuego.
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