viernes, 17 de junio de 2016

VACACIONES DE LOS NIÑOS, LA LECHE

                                                 VACACIONES DE LOS NIÑOS, LA LECHE

Para la mayoría de los niños las vacaciones son la leche; horarios machacados a pesar de las imposiciones de los padres, planes secretos que alcanzan lo imposible, padres desbordados por este acontecimiento anual…, en fin, todo dispuesto para que en el mejor de los casos, todo salga a pedir de boca. Si está todo planificado, los padres lo tienen todo bajo control, da lo mismo, las cosas saldrán como salgan, en el mejor de los casos mal si no se cuidan los detalles.
Iremos al parque temático, ya veréis lo bien que lo pasaremos… ¡chachi piruli! ¿Y podremos subir al monstruo de las bolas que luego va a parar a la piscina…? Pues claro hijo, podréis subir donde vosotros queráis. Pues va a ser que aunque los planes estén bien organizados, el dinero bien  distribuido para los gastos, todo preparado, desde maletas y equipaje, hasta mapas y cuentas hechas al milímetro, siempre, siempre falla algo. Las vacaciones de los niños son su espacio, su globo aerostático para huir de las rutinas diarias, y creedme, siempre tienen sus fantasías que guardan precisamente para estas fechas. Parece que no pero en unas vacaciones… hay un montón de cosas que no se pueden organizar, que surgen como por encanto.
“Mira tú por donde, en mitad de las vacaciones, viene Leonor y nos dice que estaba en estado. ¡Cómo nos pasamos en el pueblo de mis padres tres meses…llegó un momento que no lo pudo esconder! ¡Si hubieras visto la cara macilenta que se le puso a la pobre…! Claro, ve y díselo tú a papá que yo no me atrevo, pero para ponerse debajo de Salva el hijo del panadero sí que se atrevió la muy zorra. A veces, a los hijos les darías de hostias hasta hartarte, pero la verdad es que tampoco se gana nada con eso, es preferible dialogar, conversar y llegar a un buen entendimiento. Ahora bien, cuando ya la cosa comienza con un bombo por delante, el asunto se complica, y como coincida con la temporada de vacaciones… todavía más.
Si un acontecimiento como el que acabamos de mencionar pasa en época de mitad de curso, mira oye, tira que te va, pero como todo este pastel se sepa cuando se inician las vacaciones… ya no es lo mismo, ¡coño que hay otros miembros en la familia que merecen la consideración de las vacaciones! Ahora viene Leonor, y jode el invento, ¡toma ya! Las vacaciones se llevan a cabo esto está claro, ¡con todo pagado, con la reserva hecha del apartamento, con el crédito pedido para tal fin… las vacaciones tiran adelante, pero no veas que viaje… reproches, insultos, que si no van a poder mirar a la cara a otra familia de amigos que los acompañan, en fin, esas cosas que enrarecen el disfrute completo, de lo que debieran haber sido estas vacaciones.
A Arnau todo esto se la trae floja, él tiene planes, planes de niño no de persona mayor, tiene solo doce años, pero piensa que todo este embrollo no va con él, piensa sacarle todo el jugo posible a los meses que le quedan por delante sin coger un libro, disfrutar de la piscina y del resto de instalaciones, que están esperándole con los brazos abiertos.
En definitiva, que este año las vacaciones se han torcido un poco, entre la niña que las ha pasado mal con el embarazo, la preocupación de la madre por todo el tema, las anginas que cogió el niño y que el presupuesto no ha llegado, han tenido que tirar de tarjeta VISA a la fuerza, estas vacaciones han sido una mierda. Disfrutar sí que las han disfrutado, a su manera, pero a costa de muchos sacrificios que les costará remontar hasta pasadas las navidades que ya están a la vuelta de la esquina.

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