CUANTAS
CECES TE AVISÉ DE NO ESCOGÍAS EL MEJOR CAMINO…
Si no lo recuerdo mal, la primera
vez o una de las primeras veces que hablaste seriamente conmigo, para decirme, sin
decir nada, que te gustaba Gloria, francamente hijo me dejaste de piedra, si me
pinchan no me sacan ni una gota de sangre. ¡Aquella chica tan vulgar… tan mal
vestida y peor mal vestida y peor
educada…! Yo sabía por tú madre que algo había entre los dos pero no imaginaba
que fuera a haber ido tan lejos, las cosas a veces vas ves venir otras no, y
ese fue mi caso, por mucha experiencia que quisiera tener, presumir de mis
andanzas y correrías… mira chico, me la pegaste en toda la geta.
Lo peor no fue la elección en sí
para que fuera tu compañera, tú hada madrina como decías, lo peor es que venía
de una raza de gente que no se ganaba la vida de forma honrada, vendiendo
drogas y trapicheando hasta con su madre si hubiera sido necesario. Pero tú…
querido hijo mío, te fijaste solo en un cuerpo que te lo daba todo a cualquier
hora y en cualquier condición, y eso… no siempre es bueno, no es lo propio que a
uno lo esté esperando su mujer siempre en la cama con las piernas abiertas. Mi
padre a esa clase de personas las llamaba, putas, no sabía al principio que es
lo que significaba eso, después sí, al poco de salir a la calle con los
amigotes ya me enteré de que iba el tema. Al parecer tú creías que te lo decíamos
para fastidiarte, nada más lejos de nuestro ánimo, en lo más profundo de nuestro
corazón deseábamos que fueras feliz y que tuvierais una familia normal, feliz,
que nos pudiéramos reunir los domingos, y comer en la casa una buena paella de
esas que sabe hacer tú madre, y que le pone tanto cariño.
Pero no ha podido ser, tu camino
se ha truncado como si fuera una simple paja que se pisa sin querer cuando uno
va por el camino, en pleno verano, que cruje al verse bajo la poderosa fuerza
de un peso incalculable. “Quiero que me enseñes a llevar el coche… ya verás lo
que fardaré con mis vecinas cuando me vean con este coupe, además no pienso
subir ni a una de ellas, bueno a Carolina sí, que fue la que me buscó el primer
curro cuando llegué a Madrid, ya sabes a que me puso de puta en el polígono de
los chinos.
Todo y así, te advertí que te
estabas metiendo en camisa de once varas pero nada… tú a follar que es lo tuyo,
y encima a presumir de ello, de verdad hijo… no sé a quién has salido, a tu
madre no, fijo, mujer más honrada y más decente es difícil encontrar…, ¡lástima
que nos faltara tan pronto! Ahora he querido retomar aquella conversación,
porque en primer lugar, y seguís los dos empecinados en no querer salir a buscar
trabajo, en segundo lugar, ya ha venido la policía en dos ocasiones a registrar
la casa en busca de drogas, dicen que aquí se trafica con marihuana. Te
advierto que ya no va a haber más advertencias… ¿Os habéis enterado?
Aquí trabaja todo el mundo y el
que no lo hace es porque de veras no encuentra en el paro, pero esto de dar por
sentado que porque dan una ayuda de mierda el gobierno, ya es suficiente… de
esto ni hablar. ¿Queda claro verdad?
La pareja ni se inmutó, es más,
el hijo que le pasa casi un palmo a su padre saltó de la cama para arrearle con
los ojos saliéndosele de las órbitas. Si no estás contento lo que puedes hacer
es buscarte otra casa, nosotros estamos bien aquí, ¿a que sí nena…? La chica
con un colocón de cuidado, asintió sin saber siquiera de qué iba el tema. Pero
si ahora todo el mundo fuma marihuana, conozco a policías que me la pasan sin
problema, no sé de donde la sacan pero no pregunto, nos la fumamos y punto.
Hubiera podido ser peor, las
cosas son como son, nadie puede dominar los impulsos que dominan esos frágiles
corazones, por muchos argumentos que el padre les pudiera dar, ellos seguirían
haciendo aquello que les pareciera oportuno, le pesara a quién le pesara.
¿Con quién aciertas al escoger a
tu compañera o compañero? Eso nunca se sabe, nunca se sabrá, puede que duren un
año, o puede que toda una vida juntos, las personas cambian y a menudo
recibimos ayuda de allí de donde nunca esperamos, que hace que el rumbo de nuestras
vidas cambien radicalmente.
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