ÁNGEL GUARDIÁN.
Dime amor mío ¿de qué color son, como van vestidos, de qué modo están colocadas sus alas?
¡Qué envidia tengo de los ángeles guardianes!, no se dejan ver y están junto a ti siempre, a tú lado, en derredor tuyo, huelen tú piel, el sonido de tus pies al andar, el dulce aroma de tú aliento.
Despáchalo por favor, yo me cambiaré por él, no sentirás el bateo de mis alas a tú lado lo juro, a distancia me mantendré si tú quieres, pero déjame ser él por favor.
Si te estorbo podrás echarme de tú lado, si con mi mano toco un solo mechón de tú cabello despídeme, arrójame a los infiernos, dame una oportunidad, permíteme solo, abrir las puertas de donde tú vayas a entrar.
Solo te pido eso, ir a tú lado, disfrutar de la caricia de tus fragancias, mirar cuando otros pasan cerca de ti, como te contemplan, porque eres la fuente de inspiración de muchos de ellos, y de ellas, la envidia, sabes andar entre todos sin despreciar a nadie, sin promover más que expectación y a veces deseo.
Hermosa mía, me gustaría ser ángel, pero no soy más que un simple mortal, un idiota que a veces se enfurece porque sabe que vas en compañía de alguien que debiera ser yo, tú ángel.
Antes de decirme algo, piensa en mi petición, es una petición sin deseos oscuros, pero sin limitaciones. Y si por estar a tú lado pelear con el diablo debo, peleo, aunque en ello me vaya la vida o el destierro.
Sí, sé que me amas, me consta, pero soy tan egoísta que quiero más que eso. Quizás pido demasiado, pero de todos modos decírtelo debo, yo también te amo a ti, tanto… que estoy dispuesto a cambiar mi vida humana, por una que desconozco.
Cuando lo hayas meditado bien, dime algo cariño, y si es posible que sea un sí rotundo, lo contrario me partirá el corazón.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario