sábado, 27 de diciembre de 2014

AMAR AMANDO


                                               AMAR AMANDO



Mucho puede decir alguien que ama, si no hay de por medio amor. El amor es causa y motivo para seguir viviendo, ancla del alma que en otro se aloja, suspiro nuevo que no ahorra esfuerzos, prescindir de formas que otros adoptan para aparentar maneras de amar.

El amor, lejos de ser ciego, no ahorra ni escatima esfuerzos, en fortalecer brotes verdes, no es preciso decir muchos te quiero, solo mirar a sus ojos y verlos cada día nuevos, como nuevo es cada sol, como nueva es la pasión que todos llevamos dentro.

Para amar hay que seguir amando, y eso puede que enloquezca alguno de los que reciben este amor presto y dispuesto siempre. Amando, como regar esa querida flor que se debe mimar con esforzado talento. Decir te amo es decir nada, amar es hacerlo con sentimiento, sin esfuerzo ni sacrificio.

No amada mía no quiero hacerlo porqué sí, quiero querer, quiero amar con la prudencia del viento, ese viento que sopla tibio en invierno, y fresco en esas noches en las que acalorados nos vemos, tendidos en nuestro lecho.

Amar amando quisiera morir, no dejando de sentir que todavía amo a alguien a quién dejé de querer apartándola de mi lado. Placeres hay muchos que pudieran ilustrar lo que con pocas palabras no puedo, pero mi mente se derrumba cuando pienso en ti.

En lugar de jilguero, cuervo me he vuelto, y así no se puede amar, nadie acepta de compañero a un grajo. Puede que algún día salga de mi garganta un sonido nuevo, una voz juvenil y pura, una voz enamorada que sepa amar amando de veras.

Feliz he sido a tu lado, feliz quisiera seguir siendo, pero sin amor no, si no hay amor no hay nada, esa vida la detesto. Sufro la ausencia del amor verdadero, bien está reconocer, que no lo tengo porque lo dejé escapar, porque no supe que amar hay que hacerlo amando, y no esperar que te amen a ti.

Las palabras se las lleva el viento, del mismo modo que las vuelve a traer de nuevo, el viento es caprichoso como el amor que a veces te prueba, que te envuelve en sedas hermosas para confundirte, para hacerte despertar de nuevo, para decirte ¿Qué tal fue este breve viaje tuyo, a donde te llevó este sendero?

Amando se aprende lo bueno, amando se aprecian los colores de la vida, el sacrificio constante que requieren los momentos de gloria de un solo beso, sí, uno solo, pero intenso. Ese que te amordaza, cual si fueras el esclavo de esa boca ferviente y dispuesta, llevada por más sentimientos, que la pura pasión del momento.

Nacer, vivir y morir amando es el deber todo del hombre, para eso se nos hizo, para amar amando.




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