martes, 16 de diciembre de 2014

LOS DOCUMENTOS


                                              LOS DOCUMENTOS



¿Sabes cuantos documentos he firmado en toda mi vida?, no yo no lo sé, por eso lo pregunto. Puede parecer una tontería, pero si vas a contar… bueno, en mi caso no podría contarlos. Desde matrículas a escuelas, contratos de trabajo, contratos de alquileres de pisos, compras de coches, casi todos de segunda mano menos uno que lo compré nuevo, pero que deu ni do, la de papeles que me hicieron firmar, en el concesionario y luego el banco, el corredor de bolsa, ¡de locura!

Cuando me casé, ¡que hermosa esposa tuve entonces y cuanto papel llenamos con firmas!, renunciar a la iglesia católica, manifestar al alcalde de barrio nuestra conformidad de casarnos por lo civil, bueno, bueno, aquello fue un no parar. El registro de familia, libro de familia, recibido, firme aquí por favor. Y desde ahí para adelante, cuando llegaron los hijos, firmar y firmar más papeles, ni recuerdo para qué eran, bueno algunos sí, para matricularlos en el colegio. Más contratos de mudanzas de casas, cambios de trabajo por circunstancias obligadas, visitas a ayuntamientos para cambio de papeles, empadronamiento y tal… oye que sin quererte dar cuenta, quemas unos cuantos bolígrafos a lo largo de la vida no creas.

Creo que hay gente que no se vuelve a casar y que deja las cosas como están, con tal de no llenar papeles oye. ¿Tú sabes lo que es un divorcio…? no quieras saberlo, y como sea contencioso… ya muérete, te puedes pasar años firmando documentos hasta que sacas algo en claro, si lo sacas. Yo no, yo me volví a casar, mes paparasa, otra vez por el juzgado, eso de casarnos por la iglesia católica apostólica y romana como que tiene mucho fasto, no estaba hecho para nosotros. No estaba determinado el primer divorcio, bueno el divorcio en sí si estaba listo, pero las pelas no, de manera que más juicios y más documentos.

Un día en aquellas fechas, la abogada nuestra nos dijo…   Me falta un documento de tal fecha que tiene un número de registro tal en la parte superior de la página y que dice que entró en tal sala del juzgado en tal fecha. ¡Entonces me di cuenta de lo mucho que había firmado, te cagas si llegas a ver los papeles en los que estaba estampada mi firma! Dos o tres carpetas de cartoncillo estaban llenas a rebosar de papeles, todo del mismo divorcio, me cogió un escalofrío que me trajo en consecuencia una diarrea de cuidado todo un día. Se conoce que el esfínter no pudo digerir tanta lectura de repaso buscando el documento, y me cagué.

Entre tanto, se me olvida que he tenido que firmar documentos en el banco al cambiar de ayuntamiento, médico, conceder poderes y quitarlos luego, ¡para que te voy a aburrir si es que es de pena…!

Aun así, mira oye, aquí estoy en una nueva ciudad, he firmado más documentos claro, contrato de alquiler, contrato de agua y luz, me he separado de mi segunda esposa de palabra, menos mal, lo digo porque nos hemos ahorrado los dos más firmas de papeles, y ahora… pues eso, esperando que no tenga que firmar nada en una buena temporada, os doy mi palabra que de tantas firmas que he hecho, se me está olvidando como firmo.




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