sábado, 13 de diciembre de 2014

ME GUSTA VOLAR LEJOS


                                     ME GUSTA VOLAR LEJOS


Y no es porque tenga las alas muy fuertes, ni que sepa buscar con absoluta precisión las corrientes térmicas que me llevan rápidamente a las alturas seguras, no, no es nada de eso.
Desde siempre me gustó la aventura, sin reparar en las consecuencias, ni tener objeto concreto de lo que quería hacer con mi libertad, santos cielos estos por los que he tenido que huir, por los que he debido de salir volando dejando atrás pequeños desastres.
Es luego cuando me doy cuenta de lo demasiado, diferenciándolo de lo mucho, lo coherente de lo inmoral, la aventura me gusta, porque lo seguro no tiene misterio alguno, y sí es cierto, te das de narices o de cabeza, según vayas a aterrizar con desgracias que provocas con ganas y fuertes deseos de una libertad que no es tal.

El asunto es el siguiente, desde joven por causas que desconozco me han gustado mucho las mujeres, demasiado según algunos, que me han tenido que sacar de algún aprieto que otro. Luego, en mi casa, pensaba mucho en ellas, no en el problema que hubiera podido causar a terceros, ¿es eso ser un perdido, un crápula desmedido?, creo que sí, sin ninguna duda posible, pero en cuanto salía el sol de nuevo, saltaba desde mi risco allá en la montaña y comenzaba siempre igual, a buscar presas que se dejaran aprender sin demasiado esfuerzo.
¡Que narices, pensaba en ese instante!, si están aquí al alcance de mis garras dejándose coger para ser devoradas, bueno los dientes se desgastan, el pico no, el pico se regenera y vuelves siempre al ataque con fuerzas renovadas. Y atacas y repelen tu ataque con garrotes o con balas, me quieren matar por hacer, lo que otros no saben. Vuelvo a volar más alto esta vez, busco una corriente adecuada y me voy lejos, caza siempre hay, y desde el margen de los cielos veo como las águilas.

¡Cuidado me digo a mí mismo, no eres más que un pájaro!, no un pájaro de mal agüero, pero en cuanto te conozcan, van a ir por ti donde quiera que sea. Busco terreno adecuado para formar una trinchera en caso de que alguien quiera encontrarme y sepa del asunto más que yo, de caza es a lo que me refiero.
No busco a una compañera, busco aventura, y me doy a conocer desde lo alto del cielo, lanzando este mensaje, vuelo y mi gañido se deja oír por todo el valle, maridos despistados, novios de medio pelo, solteras desesperadas, viudas o separadas, son el objetivo de mi chillido, desde arriba veo todo cuanto pasa ahí abajo, lo observo con atención y si nadie levanta la vista al cielo, yo la clavo en quién se ponga a tiro para raptarla y llevármela.

No me las como, raro como pueda parecer, solo las abrazo, al principio les parece extraño que un animal como yo soy les haga pasar del  terror a sentir el cariño de un abrazo amigo, ellas deciden si quieren venir a mi nido, sin forzarlas, con cuidado las traslado al lugar que yo escojo, les pregunto, unas responden otras no dicen nada y dejan que les descubra las posibilidades del amor ese mal entendido, si el miedo las paraliza y lloran de disgusto, las vuelvo a llevar a donde estaban antes, siguen con sus tareas y quehaceres sin que nada haya pasado.

Es obligado por mi parte, dar explicaciones a veces, también se equivoca uno, así que en cuanto vuelvo, esta vez con mucho más cuidado les hablo, les pido perdón y vuelo a otros espacios. No siento arrepentimientos, eso es cosa de melancólicos, de aves sin futuro, que acaban perdiendo sus plumas remeras y caen en el desaliento más profundo, he conocido a algunos de mi especie, que caen muertos al suelo estando todavía sanos.
No sé rezar pero aun así les digo por si hay un más allá, que lo siento, que la culpa ha sido solo de ellos, que les ha faltado espíritu aventurero. Alzo el vuelo rápidamente y vuelo de nuevo, pongo mis garras a prueba, afilo mi pico contra los árboles de madera dura, tengo trabajo que hacer, me gusta volar lejos, los espacios pequeños, poco fecundos me angustian.

No sé que soy en definitiva, quizás una mutación de bestia alada y fauno, que ni siquiera está catalogado en los libros de dioses y seres extraños, solo sé que el suelo no es lo mío, que siempre, siempre, debo de volar alto y lejos.



                                                    ----------------------






No hay comentarios:

Publicar un comentario