EN CUANTO A ÉL…
Es un tipo
pasable, con esto se puede interpretar que es normal y un tanto vulgar, muy
vulgar sería la expresión. Claro que eso no significa nada de por sí, ¿a
cuantas personas vemos por la calle o nos tropezamos con ellas, a las que
consideramos vulgares? Ellos piensan lo mismo de nosotros y eso no debería
inquietarnos, vive muchísima gente sobre el planeta, somos personas sordas y
mudas ante los problemas que asolan a la humanidad.
Muchos de
ellos no quieren pasar desapercibidos, se mueren de hambre o de sed, están inquietos
por la guerra o por la destrucción del planeta. En cuanto a él… todos los
desastres los ve de una forma relativa, todo significa algo pero en cambio nada
significa nada, es el proceso de la vida solo eso. Para él, una persona sin
manifestaciones externas de inquietud alguna por las cosas que suceden todo
tiene un significado y eso lo ha convertido en un cínico.
No sé si lo
ve de ese modo, tampoco tengo forma de preguntarle, soy yo mismo, como un grajo
de una naranja llena de pequeños componentes que forman un todo unido. Ese es
él, una persona que aparentemente es insensible pero que a la vez todo le
resulta tremendamente interesante, cualquier cosa que sucede a su alrededor,
cualquier comentario que puede resultarle interesante desde el punto de vista
de su aplicación práctica, es recogido como si fuera una hoja lanzada al viento
por el viento otoñal, alarga su brazo y la recoge puede serle de utilidad en el
futuro más o menos inmediato.
Si preguntas
a alguien sobre él, te dirá que es un hombre taciturno y hasta invisible, sale
poco y charla menos, no por antipatía, todo lo contrario, se teme a sí mismo,
cuando se pone a hablar con alguien trata de desgranar hasta la última palabra
que le da tiempo a escuchar de aquella persona. Opiniones, eso es lo único que
pueden dar aquellos que lo conocen y los que ignoran que existe, es buena
persona pero no lo suficiente para muchos que sin duda exigirían que puede ser
mejor, el perfeccionismo, materia de estudio ideológico de miles de pensadores
y filósofos.
Él es como
es, errante y difícil, fácil de tratar y complicado de interpretar, pero no es
un ser extraño, tampoco es predecible, nadie lo es de manera que se apunta a
esa gran pila de seres que son y existen, sin saber por qué, y para qué. Materialismo
puro, pensamiento ocasional, determinación causada por determinados sucesos,
traumas lo llaman algunos, otros casualidad, pero lo cierto es que todo, forma
parte de un plan indeterminado.
La gente que
cree en un dios todopoderoso, presente en todos los actos que los humanos
llevamos a cabo, pendiente de nuestras vidas, omnisapiente, que puede ignorar
aquello que quiera. Bien, la idea es que es un poco increíble, poco humanista y
muy egoísta si eso es realmente así, ¿Qué es lo que hace que esté pendiente de
nada sentado en su santo trono sin ningún propósito preciso? Ese es dios, el
que dicen que es amor legítimo, puro y
sabio.
Él no cree en
estas imprecisiones que lo único que hacen es extender el error y la confusión,
alimentar las mentes de los dubitativos que se acogen a cualquier cosa con tal
de hacer que nosotros débiles espíritus humanos, nos llenemos de desconcierto y
de amargura, desengañándonos de todo aquello que huela a falsas esperanzas, en
cuanto a él… sencillamente no es nada ni nadie, solo camina, solo camina. No
satisface las curiosidades de aquellos que no quieren satisfacer las suyas,
¿egoísmo, vanidad, desilusión…? quién sabe, lo único que es absolutamente
cierto, es que nadie de los humanos que existen hoy sobre la faz de la tierra. Podemos
sacar conclusiones, pensar en circunstancias que adornan nuestro paso por este
mundo, pero no es así, todo es fácil o difícil en función de lo deseemos hacer
con nuestra mente y dirigir por tanto nuestro corazón.
Va y habla
con sus allegados, trata de concluir, de deducir el por qué determinadas cosas,
pasan como pasan pero nadie le da una reflexión plausible, se conoce que a
nadie le interesa más que lo más inmediato, en conjunto así deberían ser las
cosas en cambio no lo son. Es relativamente fácil intentar ser feliz y siempre
en un buen estado de lucidez y en consecuencia de salud, pero no es más que una
utopía, algo que se desvanece entre nuestros dedos, como aquel que desea
retener agua en la cuenca de la mano. Nada podemos hacer que cambie las cosas,
entonces… ¿por qué nos esforzamos por cambiar, por qué querer ir más allá de lo
que podemos efectuar de manera normal?
Es así,
humano pero sin destino aparente, sin finales apocalípticos, pensador y crítico
con sus propias ideas, equivocado y feliz hasta el punto que uno pudiera
desear, más allá de lo que uno mismo pudiera imaginar.
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