miércoles, 6 de abril de 2016

GENTE TRANQUILA

                                                             GENTE TRANQUILA

Hace mucho que vivía tranquilo, no sé, sin demasiadas preocupaciones, con el futuro más o menos diseñado, en fin, lo de todo el mundo, o por lo menos, lo que todo el mundo desearía tener. Da gusto vivir así, porque este sistema de vida refleja que estás tranquilo contigo mismo, y también, porque tienes la seguridad de que formas parte de un todo unido, que tiene como único propósito ser una persona con un sentido práctico de la vida.
Años atrás había mucha más gente tranquila que ahora, en estos siglos convulsos y llenos de incertidumbres. Tengo anotado esto en mi propia memoria, la gente por lo general, se preocupaba por las inquietudes que no iban más allá de lo que a diario se podía hacer, no es que fueran desocupados, solo que se dieron cuenta, de que nadie podía anticiparse al día de mañana.
Hoy día, nada ha cambiado en este aspecto, pero el problema es que muchos, tratan de prosperar a base de pisar las cabezas de terceros y aun logrando estar en la cumbre, siguen dando golpes de sable, para que nadie pueda subirse a esta pila de cadáveres que tanto les ha costado remontar y durante tantos años, han deseado. Para la inmensa mayoría de personas que tienen ese modo de pensar, creen que están haciendo lo correcto.  “Para mí, lo primero son los míos…” En este paquete incluyen a aquellos que viven con ellos, esposas, algunas de las cuales se han convertido en putones berveneros para que sus consortes estén donde están, hijos que no sienten nada por esos padres… ¡leches si es que el tema es que, ni saben que existen progenitores, no los ven en semanas enteras…!
Son jóvenes que piensan que no están bajo autoridad alguna.  “Vosotros haced lo que queráis y nosotros por nuestra parte, haremos lo que nos dé la gana” ¡Ole sus huevos, copias exactas, más o menos, de lo que han sido o son, sus padres! Sin embargo no se les puede reprochar nada, son como los han parido, así pues, obran en consecuencia, no son gente apresurada, ambiciosos o malvados, son lo que se les ha enseñado a ser, gente tranquila desde el punto de vista de lo que son sus padres. Es curioso observar que ni aun en el caso de tener oportunidades en la vida, pasan de ellas, ¿para qué preocuparse si tienen un buen respaldo financiero y moral como el que tienen?
Otras personas creen que se debe manifestar que uno es una persona tranquila, que hay que lucirlo en el ojal vamos. ¡Tontos, más que tontos…! El que quiere y siente que es una persona tranquila, no debe preocuparse por lo que otros digan o vean, y dicho sea de paso, deduzcan de uno. Ser una persona tranquila te descabalga de los problemas de la vida, hace que poco a poco, vayas aceptando tú situación, y refleje de forma automática cual es el mejor modo de vivir.

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