jueves, 21 de abril de 2016

PLUMAS DE ORO

                                                            PLUMAS DE ORO

Le pregunté un día a un expositor de pájaros, cual era el motivo por el cual adornó las plumas de sus dos extrañas criaturas con láminas de oro, eran espléndidas, revoloteaban  arriba y debajo de sus jaulas, cuando habrían las alas para intentar hacerlo, caían sin remedio al piso de bambú amortiguando su caída.
Es porque de ese modo manifiestan toda su hermosura, me contestó, las plumas realzadas así con esas láminas de oro las hacen más singulares. Observé sin embargo que no cantaban, se limitaban dentro de aquel espacio seguro que le brindaban los barrotes de sus prisiones, a hacer pequeños vuelos, y hasta a darse golpes contra las paredes de aquellos encierros involuntarios.
¿Vuelan mejor o más alto el hecho de que las hayas decorados así…?  No, ¿pero a que son preciosas?  Quizás si les quitaras ese peso antinatural de encima de sus alas, te lo agradecerían. Eso no me importa demasiado, fíjate sino, en la cantidad de gente que se acerca a ellas para ver este extraño fenómeno.  Me precio de ser una persona que aprenda continuamente sobre ornitología, jamás he visto cosa igual en mí vida, si resulta que por adornar a estos animales de forma tan extravagante pierden gran parte de sus habilidades naturales, en lo que a mí se refiere, usaría el oro para otras cosas. Si te soy sincero, veo a tus pájaros tullidos, sin poder desarrollar todas sus cualidades, en pro de complacer tus deseos. Imagino que ha sido cosa tuya el tomar esta iniciativa de decorar de ese modo a tus pájaros…  Otros les arrancan las uñas a los leones o guepardos con el fin de que no le arañen ni causen daños a otros, no le veo la extrañeza a lo que he hecho con mis pájaros, al decorar algunas de sus alas con láminas de oro.
Es cierto, pero sin embargo, el caso de fundir oro sobre las alas inflige sufrimiento, falta de consideración hacia el animal, ¡al fin de cuentas, son tan pequeños e indefensos…! Seguro que si no tuvieran que arrastrar ese lastre, ahora ya definitivo, cantarían agradeciéndote el gesto de liberarlos de esa carga.   Mucho sentimentalismo es el que te trae a este lugar, anda marcha de aquí y no vengas a molestar más diciéndole a la gente lo que debe o no debe hacer, ve a tu casa a atender tus asuntos.
Ni el hombre ni sus extraños hombres volvieron a aparecer por ninguna feria del continente africano, según se supo con el tiempo, su chalupa y jaulas rotas, junto a los pobres pájaros ahogados, fueron hallados en un remanso del río, de él no se encontró resto alguno. Suele pasar que quién abusa de la naturaleza, esta le devuelve el cambio, sea el que sea.

                                                             ------------------------


No hay comentarios:

Publicar un comentario