domingo, 31 de enero de 2016

GUERRAS PERDIDAS

                                                                 GUERRAS PERDIDAS

Hace poco estuve leyendo sobre la II guerra mundial, algunos artículos ponían de manifiesto lo complicadas que llegan a ser las guerras. Lo primero que siempre me pregunto es ¿Qué lleva a esos jóvenes soldados a la guerra…? Casi todos los ejércitos tienen sus himnos, estos y la comida de coco de que vamos a ser conquistados por países extranjeros, supongo que hace que muchos de estos jóvenes vayan a la guerra. En el caso de los norteamericanos perdieron a 58.159 soldados y más de 1.700 desaparecidos, no quiero imaginar cómo. A estos es obligado añadir a los vietnamitas del norte y del sur que lucharon con los aliados, franceses, alemanes, canadienses, rusos, japoneses… Ciertamente las cifras se disparan, se hacen incontables frecuentemente incomprensibles.
En el caso de que alguien gane una guerra, jamás puede decir que la victoria es total, las bajas producidas a la fuerza en el triunfo, es efímero, hay un sinfín de guerras que todavía se están llevando a cabo por toda la Tierra, y que justificadas o no, causan bajas inocentes en su mayor parte, personas que son víctimas del terrorismo, ¿Qué motivo tiene esta forma de actuar, lo hacen acaso en el nombre de un dios que les recompensa por lo que hacen…? No conozco a ningún dios tan malvado que exija la sangre mujeres y niños, ancianos o cualquier otra persona que justifique estas matanzas.
Guerras pírricas, esas en la que los grandes políticos, toman decisiones movidos por oscuros intereses, a veces se les ve el plumero, petróleo, gas natural, diamantes, sometimiento de niños para hacer estas barbaridades, que se les exige que maten a sus padres como muestra de fidelidad a la “causa”. ¿Qué causa pueden tener niños de ocho años con un Kalashnikof en sus manos para cometer esas atrocidades?
Nuestros hijos no son así, solo piensan en jugar con porros y drogas que no les alteran la razón; pegamentos inofensivos que les relajan, les llenan la tripa en espera de alimento que puedan digerir de forma natural, nosotros, los padres, no podemos concebir de ellos maldades tales, están todo el día en el colegio, aunque de vez en cuando, los veamos manejar encendedores o pequeñas navajas.    Oiga vengan por favor al colegio sin falta mañana, tengo que hablar con ustedes es urgente. Esta es la nota que les lleva el niño a casa.   El niño acostado con las deportivas puestas sobre la cama y los cascos del MP3 a todo gas los mira y les dice a sus padres que no tiene ni idea de que se trata.
Ha ido el padre que está en el paro; espera un rato hasta que una señorita lo hace pasar al despacho del director.   Me veo obligado a expulsar a su hijo del colegio… es una pena porque es un chaval muy inteligente, le hemos llamado la atención por activa y por pasiva pero lo cierto es que este niño no adapta a las normas de u colegio convencional.   ¿Qué quiere decir…?   Me cuesta decirle esto… pero no hay niña a la que no le haya bajado las bragas, ha pinchado en las nalgas a casi todas ellas, le hacemos un seguimiento exhaustivo no crea que no, lo castigamos para corregir estos comportamientos, pero no hay manera. Como usted comprenderá, la dirección de este centro, no puede seguir haciendo oídos sordos a estas actitudes.
Daba la impresión de querer justificarse ante el padre, probablemente pensaría que era un energúmeno igual que su hijo. Se equivocaba, el padre estaba desolado, vecinos y policías municipales habían visitado su hogar en no pocas ocasiones y siempre por las mismas razones, gamberrismo a gran escala. El padre sabía que esa era una batalla perdida con su hijo, pero todavía no había llegado a la adolescencia y eso significaba desde su punto de vista, que todavía le quedaban cartuchos en la recámara.
Pues ni balas en la recamara ni nada, y es que cuando alguien quiere ir a la guerra, va, sin importar en contra de quién ni a favor de quién. Dejemos las guerras que me pongo muy triste…


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EL CURIOSO DESPERTAR DEL RÍO

                                                 EL CURIOSO DESPERTAR DEL RIO

Ese día, la gente sin remedio, alguno bajaban por mitad de las calles de las grandes avenidas sin otra solución más que la de tener tiempo para salvar a alguno de los suyos, maridos a sus hijos, esposas a sus maridos. Entre el lodo y los árboles que venían de ve a saber dónde, y revolcaban  autos que estaban ocupados unos y los otros vacíos, no ayudaban en nada a que la gente pudiera echar mano de agarraderos de donde poderse librar.
Fue macabra la escena que se contempló después, al acercarse a la playa, toneladas de escombros, gente flotando ahogados muchos de ellos todavía abrazados, protegiéndose de aquella venganza celestial. Curiosamente nadie culpa a nadie en concreto, la pérdida es demasiado grande, nos invade la tristeza, y la mente comienza a hacer un recorrido mental de todo lo perdido, incluidas las personas por supuesto.
Y lo cierto es solo que el rio ha despertado, desde las cumbres de las montañas próximas, ha seguido su camino como cualquiera de nosotros hubiera tomado determinado sendero trazado a copia de años, en una calle cualquiera y la tomáramos como atajo para llegar antes a algún lugar.
Los meteorólogos tienen una visión más pragmática de estas situaciones, las ponderan, las miden, advierten a otros observatorios que la tormenta no ha cesado, que va hacia ellos, esto está muy bien, pero no los librará de desastre. Cuando llegan estos despertares de los ríos, nadie puede hacer nada salvo asumir las pérdidas y el que puede, ponerse a salvo viendo como las aguas lo arrasan todo, matan a sus animales y lloran tanto esfuerzo perdido.
Pasado determinado tiempo, la gente, comienzan a criticar que los ayuntamientos, no mantienen limpios los ríos y pequeños meandros, que alimentan ríos que ya tienen clasificados en los mapas, son esos los causantes de estas desgracias, catástrofes diría yo hasta que no se ve la magnitud de la riada. La naturaleza nos enseña siempre, y en la mayoría de las ocasiones no le hacemos caso. Nos importan más las casitas de verano, pasar unas vacaciones felices, sin pensar que todo puede terminar en tragedia.
Matrimonios rotos como esos árboles quebrados que se mueren, familiares que desaparecen de nuestras vidas, pérdidas imprevisibles que al principio no echamos en falta, y que luego, nos son imprescindibles para la continuidad de la vida. Todo por el curioso despertad del rio… familias deshechas, familiares muertos, hijos desaparecidos, a partir de ese acontecimiento todo cambia. Está comprobado, la figura de nuestras caras quedan desfiguradas, como si se trataran de una mueca indeleble que ya no tiene solución alguna.
Aunque es cierto que la vida continúa, no se vuelven a recobrar algunas de las cosas perdidas, el rio nos ha puesto sobre aviso, en cualquier momento puede volver a causarnos desolación y desesperación. Solo cabe esperar que el rio no vuelva a las andadas y termine por destrozar nuestras vidas.


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sábado, 30 de enero de 2016

NO ME IMPORTA MÁS QUE MÍ MÚSICA

                                                NO ME IMPORTA MÁS QUE MI MÚSICA

Drogas, excesos con el alcohol, mala vida, vivir de noche sin pretender que exista el día para ellos, en cambio muchos de ellos han muerto muy jóvenes, unos envidiados por otros y asesinados, otros se han suicidado. Pero en la mayoría de los casos han muerto como han querido, con el bagaje de su música a sus espaldas.
No es posible olvidar a aquellos que han sido maestros de la música en la calle, siempre admirados, rodeados por gentes que han apreciado su buen hacer en este campo y que sin embargo no han recogido más que alguna limosna y las simpatías de unos cuantos que se habían acostumbrado a verlos tocar siempre en la misma esquina, y a veces huyendo de la policía, porque carecían de la licencia necesaria para tocar allí. Sencillamente no la podían pagar, o no les dejaban tocar en los lugares donde querían tocar porque no les salía de las narices a determinados elementos de la gente que gobierna la ciudad, eran personajes molestos, no picaban como los mosquitos pero ofendían a determinadas personas y alguien en su día se quejó de ello al Ayuntamiento.
He conocido a flautistas que tocan divinamente con la flauta de pan en el metro, y recorren toda una línea soportando movimientos incesantes, perfeccionando sus canciones día a día. Los que por una razón u otra reciben la fama lo tienen más fácil, llegan al estrellato, hacen conciertos por medio mundo y luego desaparecen, como si se los hubiera tragado la tierra. Al cabo de diez años reaparecen con la misma fama, con el mismo brillo, con las  mismas ganas que tenían las gentes de verlos al principio de su carrera.
De cualquier modo cuando mueren, su música, permanece, en ocasiones, sus álbumes se venden mucho más que antes y más caros, dependiendo si los que los coleccionan los tienen en vinilo o CD y de que época es la edición. Ahora, quiero decir que aunque hay coleccionistas que no se desprenden de estas reliquias y las conservan como oro en paño, a los neófitos de estos conjuntos y cantantes en general les ha salido una competencia yo diría que feroz. You Tube en Internet, ahí encuentras todo cuanto se te ocurra en lo concerniente a música.
Bueno, sí que es cierto que hay una cosa insuperable, que las versiones originales, dependiendo de que artistas, mueren con ellos, ¿sabéis qué? Que yo me quedo con la música, sea la que sea de los músicos que me gustan y de los cantautores que me son de mi preferencia.


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jueves, 28 de enero de 2016

FAMILIA

                                                                          FAMILIA

Este es un concepto tan pequeño y a la vez tan grande, que es con el tiempo, como cuando de planta el trigo de un año para otro, que ves el resultado. Es más, en el caso de las familias frecuentemente falta el empuje de terceros para que se convenzan de que es necesario dejar raíces en la tierra para perpetuar su apellido y por qué no, su apellido con tal de que no se pierda.
Normalmente, de esto en cierta medida tiene la culpa el trabajo…   No todavía no es el tiempo, tenemos que ahorrar, procurar comprar una casa para que nuestro hijo pueda vivir feliz. Se confunde el dinero con la felicidad, eso es una tremenda tontería, la familia está contenta si es bien tratada, viva donde viva. Este estado de cosas que se nos impulsa a creer por la televisión o los anuncios de las bayas publicitarias, son una tremenda mentira.
De pequeño uno puede criarse en una casa sencilla, hasta cierto punto hacinados habitaciones con literas, compartiendo espacios comunes, teniendo que hacer turnos para ir al lavabo o ducharse sin abusar del agua caliente que quedaba en el termo, con el fin de que todos recibiéramos la suficiente agua caliente. Todos con los mismos apellidos de la misma familia, era formidable que nos relacionaron a todos con el mismo apellido, parece que con los años las cosas han ido cambiando, la gente se divorcia, cuando la madre queda embarazada del segundo marido, y este reconoce al nuevo bienvenido, se encuentran conviviendo dos hermanos con un apellido y otros dos con otros.
No se puede alegar nada al respecto, las cosas son como son y la familia aunque con distintos apellidos pueden ser igual de felices, aunque hay algo que diferencia a los unos de los otros, el trato, la madre es frecuente que trate a los suyos de un modo diferente de cómo trata a los hijos del primer matrimonio.   Oye a mis hijos tú no les tienes que decirles nada que no son nada tuyo. Frases hirientes como estas, normalmente distancian a las familias, el segundo padre de este único nido, está esperando quién de los aguiluchos del nido vence con tal de echar a los otros del árbol. Es un hecho natural y selectivo, todo cuanto sucede dentro de este nido está destinado a escoger cual el  más apto.
En la familia sucede más o menos lo mismo, no es que los hermanos se coman unos a otros, pero se dan cuenta enseguida de las diferencias, de las preferencias entre unos y otros, con el tiempo asumir esos cambios se puede convertir en una batalla campal. Horarios de entrada y salida de casa, amistades que a unos se les permiten y a otros no, el resultado es, sin lugar a dudas una familia, pero una familia que conviven con esas deformidades, que enquistan el núcleo de este ente que comenzó con una boda feliz, o una pareja que terminaron constituyéndose en pareja de hecho.
¡Que viva la familia… que procreen, que los hijos crezcan, que se eduquen como mejor los padres consideren y en definitiva, que todos sean felices! Esa es la idea que yo tengo de la familia.

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domingo, 24 de enero de 2016

QUIEN LA HACE LA PAGA

                                                          QUIÉN LA HACE, LA PAGA

Las he hecho a lo largo de mi vida, unas veces sin darme cuenta, otras veces sí, y las pagas, vaya si las pagas. Y aunque a uno le parezca que pasando el tiempo las cosas pasan al olvido, de eso nada. Todo lo que te parezca que ya ha pasado al olvido, que ya nadie tiene en cuenta las muchas cosas o pocas que hayan pasado a lo largo de tu vida, los asuntos flotan como en un naufragio.
Y mira tú por donde, el cartero te trae una carta a tú nombre, certificada, y te citan para que comparezcas a recoger una citación al juez de paz. ¡Hostia que susto… que será! Bueno es un asunto que ya ha prescrito, no tiene importancia. Pero no todo es así de fácil, hay asuntos que prescriben a los diez años, y eso es chungo, porque hasta que pasan los diez años, te puedes morir o tienes que ir a juicio a los setenta años.   “Mire, va usted que tener que pagar tres mil euros, eso sí como usted pueda, y no delinquir en dos años”   “Señoría puedo hablar…”    “Hable”  “Pues mire usted, si me tiene que encerrar no habrá más remedio de que lo hagan, estoy viviendo en una residencia desde hace ocho años, todos mis ingresos van a para allí”   “¿Tenía usted consciencia de estos delitos?”  “No señor. Mi mente ha hecho que algunos recuerdos caduquen, de forma que no le podría decir a usted del propósito de este juicio”   “Supongo que le habrá leído a usted los cargos que se le imputan”   “Sí señoría, pero por más que trato de recordar, no consigo enlazar los acontecimientos, ¡ojala pudiera conseguir recordar con claridad lo que sucedió!   “Bueno, está claro que no puede haber condena alguna para este hombre en las circunstancias en las que se encuentra, el caso queda sobreseído”
Ha tenido usted mucha suerte señor Turia de estar en la situación que está, sino hubiéramos tenido que luchar por la absolución, y la abogada de la parte contraria es muy buena en su oficio.   ¿Sabe usted? Mejor me hubiera haber estado mejor de salud,  y arrancarle las tripas a este delincuente   Entonces… recuerda usted lo que sucedió.   Pues claro que sí, he vivido guerras y he visto de todo en ellas, esas cosas jamás se olvidan, quedan grabadas en la memoria para siempre, el que le abriera la cabeza a aquel mal nacido es lo mínimo que le podía pasar.
¡Vaya con  el señor Turia…! Que engañada me tenía, no joven, es una cuestión de simple experiencia, y los viejos que tenemos muchos tiros pegaos, ya sabemos de que van estos temas.   Bueno pues, ya nos volveremos a ver, y a ser posible en otras circunstancias.  Así lo espero, ah, un asunto que descuidaba decirte… el perfume que llevas de Rochas es un encanto, no lo cambies, va muy de acuerdo con tu personalidad.

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sábado, 23 de enero de 2016

NO ME PREOCUPA NADA

                                                         NO ME PREOCUPA NADA

Había en una ocasión unos cuantos que me querían joder a toda costa, y hasta puedo decir que me metieron el miedo en el cuerpo; al poco, con el paso del tiempo me fui informando de asuntos relacionados con las leyes, lo que sancionan y cómo lo hacen, comencé a respirar un poco más tranquilo. Salvo a aquellos que no tenía penas pendientes por grandes robos o asesinatos, la ley parecía que no tenía demasiado interés meter más gente en la cárcel.
Sanciones económicas y poco, más es lo que les cae a estos “condenados”, no digo yo que me sobre el dinero para pagar a abogados y procuradores, al fin y al cabo ellos son los que te sacan del mejor modo posible de los entuertos a penas que puedan caer sobre uno. Bien, pues aunque parezca mentira por razón de un cruce de papeles, servidor ha tenido dos juicios el mismo día, a la misma hora uno en cada punto de nuestra geografía. ¿Qué cómo ha sido eso…? Ya no importa especificar lo que pasó, el caso es que ya ha pasado.
No me han condenado a cumplir prisión, la pena no llega los dos años, y siendo este el caso, no hay manera de que me metan en un penitenciario. ¡si vierais como están las cárceles… dan espanto del hacinamiento que allí existe! Consecuencia directa de estos delitos leves… el pago de una multa que tú puedes dosificar en razón de los gastos que tengas y la entrada de dinero que te llegue.
A servidor le han estado tocando las narices todo lo que han podido, hasta el día del juicio iban unas cuantas personas a mentir, a prestar falso testimonio, pero el juez no se dejó engañar y no le permitió a la defensa que estuvieran en la sala más que la fiscal, mi abogada que ya había pactado con ella y el señor juez, nadie más.
Si por contar mentiras y falsos testimonios hubiera tenido que ir a prisión lo habría aceptado; “Te has meado fuera del tiesto nene, a pringarla” Pero el ajustarse el pago de la multa a mis situación y haberse demorado este juicio seis años y medio, me sirvió de atenuante, también tuvo presente el juez mi estado de salud, una enfermedad degenerativa que terminará por secarme las neuronas.
Pero ese no es el caso ahora, de momento, pretendo disfrutar de la vida cada instante que me quede de ella, cuando me quede colgado como un higo seco de una higuera de la que se ha hecho ya toda la cosecha, ya veremos, de momento hay que resistir como buenamente se pueda. De forma que es fácil comprender el porqué de este tema, hoy por hoy, no me preocupa nada.


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domingo, 17 de enero de 2016

QUE DIVERTIDOS...

                                                                   QUE DIVERTIDOS…

Un político solitario es como un playmovil sentado o de pie, esperando no se sabe qué, debajo de una farola. Ahora bien, si te quieres divertir de verdad, vacía la caja de todos los que tienes, comienzas a cambiarles partes del cuerpo, el color del cabello, les pones con falda o pantalón y comienzas a inventarte una historieta con ellos. Por ejemplo, te imaginas que están todos en la puerta de un parlamento, se saludan, se dan abrazos y después se van sentando en los diferentes asientos del parlamento.
Como la imaginación es libre, y los playmovil los hay de todos los tipos y vestimentas, puedes poner a uno de ellos presidiendo el parlamento vestido de Cesar, a los lados dos hombres vestidos de policías, mejor un hombre y una mujer, por eso de la igualdad de oportunidades. En los diferentes escaños a unos los veinte, si es que tienes muchos, vestidos de bomberos, más arriba a unos cuantos indios, sin caballos claro, los caballos no pueden entrar en las cortes. Más arriba a otros que son minoría, de vikingos. Ahora miras con cierta satisfacción tu obra y te das cuenta que has hecho una oposición de lo más variopinta, divertida, te aplaudes a ti mismo de lo bien que lo has hecho.
Pero ahora te queda construir en la otra mitad, los que se sientan en las sillas azules, a los que gobiernan. Nos queda la mitad del hemiciclo por rellenar, se supone que estos, los que gobiernan son más dignos, tienen que llevar mejores ropas, un atavío completamente diferente de los otros. Nos ponemos a pensar y pensar hasta que se nos enciende la luz sobre la cabeza, ya está, estos serán todos soldados de la unión, del 7º de caballería, todos ellos de azul con algún que otro soldado renegado, que estos visten de gris y con fajín, no muchos para que los otros no se den cuenta. Lástima que no haya ninguna mujer dando de mamar a un niño, molaría ponerla también para diversificar el paisaje.
Pero en conjunto aunque nos haya costado lo hemos hecho bien, ¡que gozo hacen todos ahí sentaditos y callados! Ahora vamos a montar unas elecciones, en los colegios electorales hay de todo, amas de casa, parados, cualquier persona que sea mayor de edad, que no esté muy jodido de otro modo tendríamos que poner en las mesas a enfermos con camillas y enfermeras controlando el goteo. Se acaban las elecciones y la gente, es decir los partidos políticos, unos y otros se atribuyen la victoria. Hablan unos con otros y otros con los de más allá, hay que formar una mayoría que pueda gobernar el país de un modo razonablemente bien, a ser posible. Charlas en la televisión hablan de intrusismo, de traición, de unas exigencias de algunos partidos que no se pueden tolerar.
¡Qué divertidos son los políticos sirviendo de juguetes a todo el mundo! Que nadie crea que les gusta a todo el mundo verlos así, otros están en sus diferentes sedes del partido celebrando que han ganado, ¡¡¡Una mierda para vosotros…!!! Tienen que venir los antidisturbios y poner paz a pelotazo limpio y golpes de porra. ¿Os imagináis este escenario con todos los playmovil en el escenario? Como una tragedia griega, estos magníficos juguetes de origen alemán, nos han servido para poder pasar la tarde absortos en una ficción, pero que es una realidad palpable. Oye, después de esta diversión uno ni piensa en ir a votar las próximas elecciones, ¿para qué si uno ya sabe con anterioridad cual va a ser la consecuencia de todo este meneo?
Y no es que lo sepamos por habladurías de fuera, lo sabemos por nuestros fantásticos muñequitos transformables que nos han dado una idea exacta de lo que es la realidad.

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PARAGUAS

                                                                        PARAGUAS

Siempre que llueve y entras en una tienda o un bar, casi lo primero que se deja ver es un paragüero. Es de recibo que sea así, depende de donde entre uno lo pondríamos todo perdido, al ser impermeables y repeler el agua uno no se moja, esa es la parte positiva del paraguas. La parte negativa es, que puede que cojas el paraguas al salir de casa porque llueve lógicamente, y cuando llevas diez minutos caminando, deje de llover.
Vaya lastre es entonces el paraguas, lo cierras mojado y tienes que cargar toda la mañana a cuestas con un aparato que no hace otra cosa más que estorbarte. Hay quién lleva paraguas plegables, pero aun así, hasta que no se seca razonablemente no lo puedes guardar en lugar alguno, además de eso, los paraguas plegables suelen ser endebles, débiles, me atrevería a decir que en ocasiones obsoletos, justo te protegen del agua y punto. Que no venga una de esas ráfagas de aire traicioneras y tengas que soltarlo o meterlo en una papelera porque se ha quedado destrozado y las varillas no tapan la lluvia.
Luego ocurre otra cosa curiosa con los paraguas, ¡cuantos se levantan de la mesa de un bar o salen de una tienda y se olvidan el paraguas…! Tengo amigas en un comercio donde venden un poco de todo, digamos que es como un bazar, pues bien, el día después de llover y levantarse el día siguiente con un sol radiante, tienen el paragüero lleno de paraguas que la gente ha olvidado. Lo más divertido de todo es que la mayoría de clientes no viene a recoger el paraguas, dentro del almacén tienen un estante para las cosas que olvida la gente, ¿sabéis lo que tienen a montones…? paraguas, de colores sólidos, de cuadros, a rayas, de todo tipo y de todos los modelos imaginables.
Ves, los ingleses no pierden tan fácilmente su paraguas, ¿por qué? Forma parte de sus vidas, lo manejan a manera de bastón los más mayores, y luego como en todas partes, están los que los llevan plegado o hasta anclado con unas cinchas en sus maletines. Reconozco que en lo que a mí se refiere, soy rústico a tope, en una tienda de ropa y complementos de un amigo, restauré parte del vestuario, en la puerta de la tienda tenía una percha de madera con varios paraguas, oye que me fijé y había uno más largo y ancho que los otros que parecían mondadientes. Oye Eduardo, esté paraguas cuánto cuesta, miró en una lista de precios y como le hago bastante gasto me puso un precio simbólico. Si te gusta y te lo llevas, piensa que es un paraguas con mástil de madera, y con doble varilla interior para que los vientos recios no lo vuelvan del revés.
Desde entonces, como ya soy un poco mayor y uno no puede fiarse siempre de sus piernas y de su cabeza, es mi paraguas bastón. Que duro es el cabrón, te apoyas en él y nada oye resiste lo que le echen. Mi consejo es que a la mínima de cambio climatológico cojamos el paraguas y lo llevemos en la mano como si de un hermano se tratara.


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sábado, 16 de enero de 2016

LA PACIENCIA ES SIEMPRE FORTALEZA

                                                LA PACIENCIA SIEMPRE ES FORTALEZA

No es infrecuente perder la paciencia, muy  al contrario, una simple provocación puede quebrarla, hacer perder la paciencia por una simple provocación, ha hecho muy a menudo, que haya guerras con consecuencias terribles para los que se han dejado provocar y a aquellos que se han sentido atacados, normalmente población civil a la muerte y a la dispersión.
Eso ocurre también en cualquier ámbito de la sociedad, en el  mundo de la pareja comienzan las dudas y la sospecha, por cualquier tontería.   ¿Cómo es que te has comprado estas medias llenas de garabatos con este pantaloncito que no tapa nada?   ¿Y eso a qué viene ahora…?   No sé, te da aspecto de putilla.   Mira no empieces a tocar lo que no suena. Esta es la moda de esta temporada, ¿acaso te elijo yo las corbatas que llevas al trabajo, a que no?   Vale, vale, ya ha salido la torera que llevas dentro.   ¿Será por los cuernos que me pones tú no?
¡Hay que ter mucha paciencia para llegar a ser por parte de uno de los dos el más fuerte! Bien mirado, cualquiera de los dos, una por ir demasiado provocativa, y el otro por tener una posición de responsabilidad en el trabajo, y alguien, una fémina por ejemplo, quiera a toda costa ser su secretaria personal, y lo consiga, pueden perder la paciencia. Esta cualidad es sólida y a la vez frágil. René O Galarza lo manifestó de forma muy clara: “Las inclemencias del tiempo pueden destruir una casa, pero solo el hombre puede destruir una familia”. Sacha Guiltry escribió a tenor de lo que estamos hablando: “El secreto de un matrimonio feliz es perdonarse mutuamente el haberse casado”
Paciencia es lo que también se requiere para emanando desde el círculo familiar, se manifieste hacia el exterior. Cuando más sólido es un castillo, menos posibilidades habrá, de que ser atacado por el enemigo. Eso se manifiesta, en el criterio que todos deben tener a la hora de defenderse unos a otros, ahora bien, si alguien ataca desde el propio castillo a destiempo, o se deja provocar por los asaltantes, los provocadores tienen media batalla ganada. Los hijos como  el resto de la familia, deben ser una sola fuerza, imperturbables, cautelosos y pacientes, de ese modo se van manifestando las flaquezas de los hostigadores. Pueden recurrir al insulto, a tirar piedras o hasta hacer alguna escaramuza, pero si dentro de los puestos de guardia, todo el mundo se mantiene firme y atento, el enemigo se cansará de esperar y tarde o temprano abandonarán la pretendida plaza.
Esto exige una gran dosis de paciencia por parte de los padres, saber en todo tiempo donde están, cuáles son sus compañías, y sobre todo, que sepan respetar las reglas que rigen sus actividades.
En muchos casos conviven en la casa con los abuelos, auténticos pozos de sabiduría, miembros de la familia que aportan simplicidad y estabilidad a la familia, han pasado por situaciones muy complicadas eso es seguro, pero si se les pide consejo o sugerencias, a buen seguro que estarán de acuerdo, en aportar ideas a la fuerza de la paciencia.

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KANT Y EL MUNDO DE LA PAREJA

                                                     KANT Y EL MUNDO DE LA PAREJA

“Cuando podía haber tomado esposa, no pude soportar a ninguna; y cuando pude soportar a alguna, ya no necesitaba a ninguna” ¡Cuidadito con Kant…! Este hombre o era un genio, no para todo claro está, o era un existencialista desfasado, no soy nadie para cuestionarlo, ni para poner en duda lo que pensaba acerca de este asunto. Lo cierto es que el compromiso del matrimonio, o el juntarse durante determinado tiempo, el que sea, disfrutar mutuamente de las cosas que uno tiene en común con la otra persona es complicado.
Somos así de inmaduros, así de necios en determinados momentos de la vida, creemos en nosotros mismos, sin hacer alardes de nuestras cualidades, no encontramos a nadie que nos satisfaga, esperamos a una especie de diosa, a alguien que sepa comprendernos, que nos acepte tal y como somos y eso no siempre satisface las necesidades de la otra persona. Al poco, llegan los divorcios, quizás solo sea, porque ha faltado sinceridad en esa feliz pareja que parecía que lo tenían todo resuelto. Dejamos correr el asunto, ya nunca más nos subyugaremos a nadie, esta es nuestra decisión y cuando nos quedamos solos, nos llega una especie de descanso, de paz interior.
Pero los años pasan, te vuelves loco o reflexivo, te encuentras solo, te haces mayor y entonces comienzas a buscar, y no encuentras a nadie que sea capaz de soportarte. Hay hombres y mujeres que quieren tener una vida tranquila, llegan a esa edad después de haber tenido una vida agitada, buscan a alguien que les dé una vida tranquila. Pero ya con sesenta y algún años piensan… ¿A quién coño tengo necesidad de complacer a mi edad? ¿Qué busco en una compañera, comprensión, que se lamente conmigo de todas cuantas cosas me han sucedido en la vida?, va a ser que no, prefiero dejar las cosas como están.
La vejez procura muchas cosas buenas, pero a veces no queremos verlas porque no nos consideramos viejos. Jules Renard escribió  “La vejez existe cuando se empieza a decir: Nunca me he sentido tan joven”. Y se dejan ver a esas personas que siempre visten con vestidos de colores como cuando tenían veinte años, o a abuelos que todavía visten trajes de cuadros grandes y pomposos, que eran la moda en sus tiempos mozos, que se ponen lazos en el cuello en lugar de corbata, o visten zapatos en blanco y negro cuando estaba de moda el swing.
Se miran los unos a las otras, y las otras a los unos, puede que hasta se tomen un refresco juntos, o un cortado, pero en el fondo no se necesitan para nada. He convivido con personas mayores en una residencia, ¡que mal rollo por dios! Yo les llamo moritorios a estos lugares, de hecho para esto están concebidos, para que la gente muera en paz, lejos del resto de la familia, para que no den guerra y otros se encarguen de cambiarles los pañales y darles de comer estas papillas tan buenas que además son muy nutritivas. ¡Venga hombre...! a cagar al río. Me quedo como estoy que ya he probado bastantes caldos, y pocos me han gustado.


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viernes, 15 de enero de 2016

EL SOPLO

                                                                       EL SOPLO

No sé quién es pero si lo que es, una mínima brisa que acaricia todas las noches mi oído, debo definirlo así porque es así como lo percibo, al margen de dormir o no, pensando o no en ella. Me llega este esbozo de compañerismo, es como si me quisiera decir…  “Ojalá no estuviéramos tan lejos, que pudiéramos rozarnos tan solo con la punta de nuestros dedos, pero es imposible que nos encontremos, tuvimos la oportunidad de hablar más, de aclarar malentendidos, de perdonarnos mutuamente… hasta mañana amor”.
Este soplo no deja de ser una tortura para mis oídos, para mi piel, para mis sentidos. Entiendo que es posible que esté siempre ahí, porque todavía existe alguna vía mediante la cual nos podemos comunicar, solo que ella me lleva ventaja en esto. ¿Hacia dónde debería soplar yo? Eso es, hacia el infinito, el lugar que ella domina, su espacio y el rincón de sus sueños. No la conocí suficientemente bien, ese fue el fallo, mi falta, mi pecado.
No vale excusa alguna, nadie puede exigir que fuera ella la que hiciera el esfuerzo, no, el deber era  mío, a mí me correspondía haber dado los pasos necesarios para saber mantener el equilibrio necesario. Algunas madrugadas me río solo en mi cuarto, porque adivino como por casualidad, dependiendo de la fuerza de su soplo, que riñe conmigo y la rectifico, o sencillamente le sigo la corriente diciéndole que la atraparé llego a la altura de su cintura y los dos caemos rodando sobre una pradera verde, quién sabe… es posible que ese sea su hogar ahora, hay muchas praderas en muchos mundos y sobre todo en muchas imaginaciones.
Y espero despierto, salvo alguna que otra noche que el sueño me vence, y aun así cuando despierto creo que ha venido y pasado sobre mí sin tocarme, ni soplar en mi oído para no desvelarme. Debe pensar que si su lugar de descanso es eterno, el mío debe respetarse también.
Esa es mi vida, mantener el aliento mientras estoy despierto, y cuando me acuesto, relajo todo mi cuerpo porque la espero sin ansia, con paciencia hasta que llega ese brevísimo soplo que sin decir nada nos mantiene unidos.


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VOY A SALIR UN RATO

                                                                VOY A SALIR UN RATO

Como vivo en la selva dentro del hueco de árbol, bien acondicionado eso sí, el resto de animales que me rodean me respetan, ni las serpientes se atreven a subir a mi árbol, saben lo que hay, si me tocan mucho los bemoles les pego un par de picotazos y se largan con el viento a otra parte. En definitiva, saben que conmigo no hay nada que hacer, tengo algún que otro vecino que incordia un poco, pero nada que no se pueda soportar. Hoy que hace un sol deslumbrante, me he dicho… va voy a salir un rato por ahí a ver que veo. Me he dispuesto bien las plumas y les he dado un poco de impermeabilidad, aquí te cae un chaparrón que te cagas en un instante, luego vuelve a salir el sol pero entre tanto…, hay que asegurarse el viaje de ida y vuelta a casa sano y salvo.
Llevo algún tiempo sin salir, ha habido inundaciones y está todo echado a perder, se han ahogado algunos animales que en otras circunstancias superan las condiciones más duras. Joder que pena ver sus cuerpos flotando por el rio desbordado, nada, la naturaleza es dura e imprevisible. ¿Sabes qué? Voy a subir planeando, aprovechando las corrientes térmicas para observar las cosas desde más arriba, allá, en lo alto de los cielos. Estas inundaciones causan unos males terribles, comencé a mirar a derecha e izquierda y en la porción de tierra donde el agua no había llegado vi un asentamiento de humanos, justo al lado de las grandes barracas que habían plantado allí, algunos humanos se movían en grandes y monstruosas máquinas de acero.
Di unas vueltas alrededor de ellos y pasé a ras de aquellos dinosaurios, me cagué justo encima de ellos y ni se inmutaron, hasta en un momento determinado me paré encima de una de sus cabezas, en un momento se oyó como un estallido, dos hombres de los que yo estaba acostumbrado a ver, cayeron en la ribera de las aguas menos altas; estaban muertos, los habían acribillado a balazos, luego les cortaron la cabeza y las encajaron en unos postes.
No comprendí el motivo de aquella acción, pero era real, sonaron más disparos que salían de varas a la velocidad del rayo, más caídos, hombres mujeres y niños quedaron desparramados como si fueran animales ahogados por la crecida del rio. En cuanto el mastodonte donde me había posado comenzó a rugir, batí alas y me puse a volar, otros humanos con sendos aparatos atados a la cintura se pusieron a cortar árboles, árboles centenarios, y algunos, quizás tenían varias centurias. Cayeron bajo el poder de aquellas tremendas podadoras cual si fueran meras astillas, pequeñas ramas que yo mismo había quebrado involuntariamente sin querer. No sé que propósito tenía todo aquello, pero lo cierto es que los árboles caídos no se abandonaron allí, otros dinosaurios con dientes, los iban cargando en grandes orugas, que se habrían paso por el bosque sin dificultad alguna.
En unas cuantas jornadas, después del paso de una sola luna por el cielo, tuve que volar cada vez más lejos para encontrar descanso para mis alas. Menos mal que mi casa pasó desapercibida, no llegaron hasta ella, de momento trabajaban al otro lado del rio, veremos a ver lo que pasa cuando las aguas bajen.


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jueves, 14 de enero de 2016

LOS DOS HERMANOS

                                                         LOS DOS HERMANOS

¡Que diferentes son los dos! El menor de ellos Lúcas que en griego significa luminoso, era un chico taciturno que solo pensaba en sus estudios, pasaba de los amigos y si en alguna ocasión salía con ellos, era porque pensaba sacar provecho de alguno de ellos, en el plano de los estudios. Una especie de egoísmo natural, pero mal dirigido. No era capaz de hacerle un favor a nadie, aunque fuera de su propia familia, especialmente a su hermano Luis que proviene del germano, y significa defensor del pueblo. Este chico tenía futuro, a pesar de no ser un apasionado de los estudios y llevar una vida de lo más simple.
A medida que crecían, nadie llamaba a la puerta de las casa preguntando por Lúcas, este estaba casi siempre en la biblioteca o en casa de algún amigo estudiando lo mismo que estudiaba él. Era un acumulador de conocimiento, su abuelo paterno le había inculcado que para tener un futuro en la vida, tendría que tener una carrera. A Luis le decía lo mismo pero dentro del espíritu del mayor parece que no cuajaron del todo las palabras del abuelo a quién quería con locura, sabía que todo cuanto le decía, era por su propio bien. Ahora bien, Luis no podía ver sufrir a nadie sin sufrir él también, ayudaba a todo aquel que podía dentro de  su entorno. No podía ofrecer su casa a nadie porque no tenía autoridad para hacerlo, pero ponía todos los medios a su alcance, para que en invierno, familias pobres a las que conocía bien, no pasaran ni hambre ni frío. Eso le había procurado no pocas reprimendas por parte de sus padres.
Al contrario de Lúcas, que siempre estaba pidiendo dinero para libros, para material de estudio y hasta en una ocasión, llegó a estudiar medicina, mientras por otra parte, se las apañó para que sus padres, le pagaran un máster en una academia prestigiosa de la ciudad con el propósito de complementar sus estudios. Tras ese afán dejó de ser una persona normal, hasta el punto de mirar con cierto desprecio, a aquellos que no estaban a la altura de sus conocimientos, se endiosó. Luis seguía con más pasión cada día que pasaba, su trabajo en una nave donde hacían prendas de vestir compatibilizando este  trabajo diario, con la ayuda que sabía que tenía la obligación de prestar a los más desvalidos. Esperaba a diario la sirena de la fábrica para salir huyendo de allí después de fichar, cogía su bicicleta y se dejaba caer calle abajo pedaleando como un poseso, con el fin de llegar antes a su casa. Se daba una ducha, se cambiaba de vestimenta y se marchaba de nuevo, a visitar a Hector y su madre, que por la enfermedad de ella habían perdido la panadería.
Un cáncer la estaba matando de manera acelerada, ambos agradecían estas visitas que Luis les hacía. La familia estaba un poco lejos y los que tenía más o menos cercanos, no querían exponerse a que sus hijos cogieran esta terrible enfermedad. ¡Necios… estúpidos ignorantes! ¿Cómo podían decir que tenían corazón, que lamentaban lo que le sucedía a su hermana, o tía, fuera quién fuera que correspondiera a su familia? Luis no tenía en cuenta nada de todo eso, sabía que cuando le llegara su hora nadie podría parar a la muerte, lo tenía como algo normal en su vida. Siempre decía cuando era interrogado por amigos sobre el tema…  Cuando nacemos, tenemos las mismas posibilidades de morir grandes o pequeños.
Volvía a casa complacido, contento, había cumplido con el deber que se le exigía como ser humano. Al comienzo de un invierno habló con su padre.   Papá, ¿podría quedarme con parte de las horas extras que hago en la fábrica, necesito este dinero para comprar unas mantas a una familia que se han quedado sin trabajo?   ¿Y me lo dices así, sin más?   Claro, ¿Por qué debería engañarte? Esa es la razón, no es para gastarlo en una juerga con los amigos, ni para ir de putas.   Ya lo imagino… bien, sea, pero si quieres hacer caso a un consejo que te doy, ten cuidado a quién das, no vaya a ser que se acostumbren y quieran llegar a depender de ti.   Gracias papá, te lo agradezco, no te pediría esto sin razón alguna.   Anda ve y adminístrate bien, coño hijo, tú hubieras tenido que ser misionero.
Lúcas por su parte, se convirtió en un estudiante envidiable, todo aquel que estaba dentro de su círculo de amistades, le preguntaban, trataban de sacar buenas notas como él sacaba a costa de lo que había estudiado. Se volvió una persona huraña, hasta se podría decir que huidiza para que los compañeros no tuvieran que acercarse a él a preguntarle. Un personaje luminoso en los estudios, pero con mala fama entre sus compañeros que desistieron de acercarse a Lúcas para nada.
Estos dos hermanos, a mí personalmente, me han enseñado a plantearme, que es lo mejor en la vida, la diferencia entre ser justo o ser bueno, prefiero lo segundo a pesar de los contratiempos que esto te pueda acarrear.

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NO QUIERAS HACER LO QUE QUIERAS, QUIERE LO QUE HACES

                           NO QUIERAS HACER LO QUE QUIERAS, QUIERE LO QUE HACES

Esa es una de las fórmulas para ser feliz, hacer lo que los demás quieren que hagas, nos produce cierto grado de aceptación a los demás, nos acerca a las cosas que hacen, somos admitidos en la pandilla. El único problema es que cuando dejamos de lado a esa pandilla, por el simple hecho de que no nos gusta lo que hacen, comenzamos a tener complicaciones. Esas actitudes nos hacen ser seres despreciables en algunos casos, hasta el punto de que, especialmente a los jóvenes, les trae no pocas complicaciones, dicho de una forma más sencilla, no te dejan salir de este círculo, porque  sabes demasiadas cosas acerca de sus actividades y puedes resultar ser un impedimento a sus propósitos futuros.
A medida que pasa el tiempo, los jóvenes crecen, su carácter se endurece, sus personalidades se fundamentan y sus acciones los llevan al fracaso. He conocido a personas jóvenes que han comenzado así, han imitado los gestos de sus compañeros, termina por gustarles, no pueden prescindir de este título que ellos mismos se han autoimpuesto, han terminado haciendo gamberradas que los ha llevado a reformatorios, lejos de sus familias, continuamente entrando y saliendo de comisarias. Eso es lo que puede llegar a pasar, cuando alguien hace lo que no quiere hacer en el fondo, dejar de ser feliz.
Por el contrario, cuando alguien hace lo quiere, se deleita en las cosas más sencillas o complicadas, tiene propósitos claros y los persigue con insistencia, comienza a experimentar la auténtica felicidad, está concentrado en que los engranajes de su meta encajen de modo que no se puedan gripar jamás, ¿por qué? Porque a medida que pasa el tiempo, va siendo cada vez más feliz, y cuando eres feliz, eres a la vez una persona más auténtica, segura y buen maestro (a) a pesar de la juventud que te caracterice.
En este caso concreto, tengo el placer de haber tenido familia mía, que se han emancipado de grupos que en el fondo, no buscaban la felicidad, solo pasar la vida en buenos institutos y universidades, para terminar después de años, tirándolo todo por la borda. Ya o es solo el dinero que los padres hayan invertido, o cualquier otro familiar, es solo, adonde ha ido a parar la felicidad del individuo. Claro eso es en cierta forma lo que dijo Charle Maurice Talleyrand Pericor  “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.
La felicidad es siempre relativa, algunos se contentan con un simple trabajo y unas rutinas, que en ningún caso se quiera decir aquí que eso sea malo, pero la felicidad puede ser mayor y más perdurable, si uno sabe elegir, complementándose con el consejo y la ayuda de sus mayores, cualquiera puede querer lo que hace, sea lo que sea.


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POSICIONES DE COMBATE

                                                            POSICIONES DE COMBATE

Esta frase es de Ernesto Sábato  “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse”. Aprendemos y aprendemos a base de vivir, quién está capacitado para ello, para darse cuenta a menudo, que hemos hecho tarde. Estamos viejos, nos hemos transformado en seres dependientes de otros sin haber aprendido lo más esencial de la vida, no hemos sido capaces de combatir, porque en la vida hay que combatir a la fuerza, sí, luchar con todos los medios a nuestro alcance para enseñar a los que nos rodean que no somos presas fáciles.
Tampoco es cuestión de tomarse la vida demasiado en serio… no, eso no es práctico, el pensador Elbert Hubbard, escritor estadounidense, escribió  “No te tomes la vida demasiado en serio; nunca saldrás vivo de ella”. Estos dos pensadores estaban de acuerdo en una cosa, la vida hay que tratarla como se merece, con cordura pero observando todo lo que se desarrolla a nuestro alrededor con una buena dosis de aprecio. Eso es lo que va a hacer, que nuestro compromiso en la sociedad en general sea fructífero, que siempre podamos mantenernos en una posición de combate, alerta a los ataques que nos puedan llegar desde el exterior.
Y que conste, que las hostias te pueden venir de cualquier parte y en cualquier momento. Por eso hay que saber cuándo asomar la cabeza y disparar, no para matar, solo para herir, y agacharla cuando ves que las fuerzas de tu oponente son superiores. Los oponentes pueden ser de cualquier índole, desde personas que no conocemos para nada, hasta personas con las que duermes cada noche contigo. Posiciones de combate, hay que saberse colocar en las posiciones estratégicas, y aun y así, te la pegan por tierra mar y si pueden, por aire.
Mucha vigilancia, mucha precaución y cautela, mucha cautela.


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miércoles, 13 de enero de 2016

¿QUE CLASE DE PREGUNTA ES ESA?

                                              ¿QUE CLASE DE PREGUNTA ES ESA?

Esto es muy propio de los niños pequeños, siempre van detrás de respuestas a asuntos, que les son desconocidos. Los padres o tutores de esos niños, saben que llega ese tiempo de forma inexorable, pero los que somos mayores, no sabemos frecuentemente deducir el porqué, la razón de que hagan estas preguntas. Para nosotros no tienen la menor importancia, las vemos a diario, las saboreamos con frecuencia.
Recuerdo la primera vez que les di a mis hijos a probar un helado, era verano, estábamos en la playa  pedimos mi mujer y yo para los tres, el mismo sabor. ¡Hubierais tenido que ver la cara que pusieron cuando con sus lengüecitas rozaron la superficie del helado…! Caras de sorpresa unos, hacía mucho calor, y cara con el ceño arrugado de la mayor que ya había llevado parte del helado hacia el paladar para saber de que se trataba.
Puede ser que a alguien le parezca gracioso, de hecho lo es, el impacto que recibieron sus papilas gustativas, le transmitió a su cerebro, que aquella pasta en el cucurucho de galleta era algo bueno y que no tenían por qué desperdiciarlo. Esa es una de las pruebas de que el cerebro es el hilo conductor de todo aquello que puede llevarnos a evaluar lo que es bueno o malo. En cuanto a lo desconocido siempre existe la duda, por esa razón preguntan, les puede parecer extraña la luz de una farola, el ruido de un automóvil, el tacto de una tela que a ellos no se les ha puesto jamás. Esto solo pasa porque piensan, esa es la base. Tagore lo expresó con estas palabras  “Hacer preguntas es prueba de que se piensa”
Otros en cambio callan y ensayan por su cuenta y riesgo, bueno, entra dentro de los parámetros de lo normal, pero las respuestas que deducen, son con frecuencia erróneas, y el error los lleva a descalabros que los mayores solo podemos ayudar, restañando las heridas sufridas por el cariño que les profesamos. Cuando vuelvan a las andadas, es posible que no nos encuentren, que estemos demasiado lejos, que se hayan emancipado y tengan que, sin preguntar, hallar las respuestas.
El tiempo, y su propia mente, les van a enseñar si van o no por el buen camino, en cualquier caso jamás se deja de querer a alguien, que por no preguntar, cae en las tentaciones efímeras de un mundo decadente.
Un buen amigo mío me llamó por teléfono un día pidiéndome si podíamos vernos, le contesté que no había ningún problema. Al día siguiente entró en el bar nervioso y contrariado, pidió una cola y cuando se sentó a mi lado, apartados de todo el mundo se puso hablar.   Estoy muy nervioso tío, mi hijo, entonces tenía su hijo veintiséis años, después de salir de casa a los veinte.   Mi hijo me ha preguntado ayer, en que clase de mundo vivimos.   Bueno hombre esto no es tan grave…   ¿Qué no es grave? Un chico siempre educado, bondadoso, que nunca ha faltado el respeto a nadie y que ahora me pregunta en que clase de mundo vivimos.
¿Preguntaba cosas de pequeño, no sé, que cosas le gustaban y que no, como se hacen los colores?  No, siempre ha sido una persona silenciosa, callada, retraída.  Pues a mí todo esto me indica personalmente hablando, que es un chico que no ha hecho trabajar su mente lo suficiente.   ¿Tú crees que ha sido eso?   Podría ser, de cualquier manera, eso siempre sirve de experiencia para próximas circunstancias de la vida. Los críos tienen que preguntar, y cuando no lo hacen hay que instigarles a que lo hagan, no te puedo decir más.

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martes, 12 de enero de 2016

AQUELLA PLAYA SOLITARIA Y FRIA

                                                    AQUELLA PLAYA SOLITARIA Y FRIA

Siempre me ha gustado la soledad, no el estar constantemente solo, pero necesito sentirme acompañado solo de algún ruido, natural a poder ser, que me haga caminar sin prisas, reflexionando, observando lo que me rodea y a la vez pensando en mis cosas. Creo que esto es natural, de hecho, más natural… imposible si buscas un lugar apropiado. Las playas en verano las considero odiosas, no huelen a mar, huelen a aceites solares y cremas protectoras, gritos de niños, gente que juega al balón estorbando a los demás.
Voy a la playa cuando la arena está fría, durante la tarde, a veces casi de noche, para mí es la mejor hora, es la hora mansa, el agua está caliente cuando es verano y ves de vez en cuando a alguna persona paseando con su perro, o a alguna pareja que se dicen cosas justo antes de que se esconda el sol en el horizonte. Pisas naturaleza, yo le llamo cargarse las pilas, recibir la fuerza de la tierra en toda su extensión. Camino despacio, como una mujer que volviendo he visto a unos pasos detrás de mí, va con un vaquero cortado hasta los muslos, lleva el cabello suelto aunque completamente cano. No parece mayor, dejo que llegue a mi altura y la saludo cortésmente.   Buenas tardes señora…   Buenas joven ¿disfrutando del sol de la tarde…?   Así es, no hay forma de hacerlo a otra hora, este turismo que llega a las costas mediterráneas no me gusta, sinceramente.   A mí tampoco, bajo todos los días desde el otro lado del monte  que se ve ahí detrás para disfrutar de estos momentos.
Ya hemos caminado casi un kilómetro, juntos, me tiende la mano y se despide diciéndome…   Hasta mañana si es que vienes por aquí a estas horas.   Si es que tú vas a venir, yo vengo también.   A claro yo siempre vengo por las tardes a una hora u otra, lo que pasa es que no siempre se me ve.   Bien, entonces hasta mañana.
Me ha costado dormir esta noche, no digo que haya sido por el encuentro con esta singular mujer, pero evidentemente, algo ha tenido que ver con el insomnio que se ha apoderado de mí esta noche. ¿Será que la expectativa de volverla a ver y entablar de nuevo una conversación con ella, me está trastocando un poco? No eso no debe ser, o puede que sí, bueno voy a tratar de cerrar los ojos y  descansar la mente.
Sí me dormí lleno de paz y ¿cómo podría explicarlo…? lleno de armonía, no recuerdo haber soñado  esta noche, cuando me levanté de mi tumbona, aunque a alguien la parezca mentira, estaba moreno como si me hubiera pasado el día anterior al sol pero sin molestia alguna. No he desayunado más que un jugo de naranja en el bar del Chacho y luego, sin saber que fuerza me impulsaba a bajar la escalera de la salida del bar, miré hacia la pequeña colina, en la lejanía pude observar una figura asomada a una baranda de madera, quise imaginar que era ella, no lo sabía pero lo intuía, era una pregunta que tenía que hacerle. Y llegó la tarde, y con ella un nuevo paseo por la playa, esta vez no sentí paso alguno detrás de mí, la vi llegar por delante a lo lejos, moviendo un pañuelo que parecía de seda, pero que sabía que lo movía hacia los lados, me llegaba como una señal de bandera.
¡Hola que tal estás…!   Muy bien pero que quería preguntarte algo.   Dispara.  ¿Cuál es tu nombre?  Ja, ja, ja, que curioso, mi nombre es Luz ¿y el tuyo?  Vicente, ya sé que es un nombre muy común pero me gusta, era el nombre de mi abuelo materno y una gran persona, me hubiera gustado que lo hubieras conocido. Era asombroso, un malabarista deslumbrante y sabía hacer juegos de magia que todo el mundo aplaudía.   Imagino que sería una persona excepcional.   Justo, esa es la palabra, excepcional.   Parece que hoy está la tarde desapacible, apuesto a que antes de terminar el paseo acostumbrado llueve. Si quieres puedes venir a mi casa, no sé si te gusta el té, tengo una buena diversidad de ellos en mi cocina.   Sí que me gusta, acepto tu invitación con tal de que no deshaga ningún plan previo que tengas.
Sin mediar palabra, me ha cogido de la mano, y ha comenzado a trotar montaña arriba como una cabra montesa, hasta llegar a una casa que parece haber salido de Bali o de algún otro país  Indonesio. Toda ella está hecha de caña de bambú, dos grandes vigas de madera son los puntales que sostienen aquel techo ligero y a la vez robusto, Vicente está un poco asombrado, tres grandes cañas que cruzan la entrada  de la casa sirven a su vez para acceder a ella, y efectivamente, una baranda del mismo material, sirve de mirador hacia la playa, y el tramo que han recorrido corriendo montaña arriba. Todo está distribuido como un loft diáfano, atractivo y cálido. Los grandes pufs de cuero de piel de búfalo, esa es la impresión que tuve al mirarlos y sentarme en ellos, te dan un confort más allá de lo que uno pudiera imaginar.
La decoración más preciada para ella, después de preguntarle, son las telas que tiene distribuidas alrededor del suelo de toda la casa, están sin enmarcar, pero son de un color que jamás hubiera podido imaginar. Es evidente que se ha entretenido en encontrar las mezclas apropiadas de los colores al óleo sabiamente aplicados. Puede parecer una locura, pero en un rincón con poca luz, aunque sí se distingue con claridad, puedo ver otro cuadro enmarcado dentro de la caja de un televisor. Representa a dos pescadores que huyen de la tormenta que se adivina en el fondo del cielo, detrás de ellos, parece que se esfuerzan por no ser alcanzados por ella, reman en una canoa con estabilizador lateral para evitar que vuelque la estrecha barca.
¿Qué tipo de té es el que prefieres…? Tengo bastante variedad y todos muy buenos.   El que tomes tú me vale, lo cierto es que no soy un gran entendido en tés, compro cajas del supermercado y algunas veces los he comprado en lugares especializados en lata.   Bien entonces  esta vez lo voy a elegir yo, si te parece.   Perfecto, no he tenido ocasión de decírtelo pero tienes una casa perfecta.  ¡No hay para tanto…! Solo he tenido la oportunidad de viajar y ver un poco de mundo, durante años me dediqué a la profesión de fotógrafa para una revista internacional, esto me dio la idea de construir esta casa en esta pequeña loma.
Tomaron té y se contaron pequeñas aventuras y experiencias que ambos habían tenido, los dos eran solteros, coincidieron en que no habían encontrado a la persona adecuada para compartir sus vidas.   Vicente le manifestó que vivía de unas rentas heredadas de su padre muerto en trágicas circunstancias.   Luz en cambio, había estado trabajando sin cesar hasta encontrar la oportunidad de que la enviaran a centro América para hacer un reportaje fotográfico, pagándole solo la agencia el viaje en avión.   Recuerdo unas palabras de Séneca, en una disertación ante sus alumnos les dijo que la vida se dividía en tres tiempos…  “En presente que es brevísimo; futuro, incierto; pasado realidad vivida”.
¡Me gustaría tanto saber más acerca del modo como ves la vida y afrontas las circunstancias adversas…!   Pues ya sabes, nuestro lugar de encuentro serán siempre, las frías arenas de la playa. Ni siquiera se despidieron dándose un beso, ella salió hasta donde terminaban las escaleras de bambú con un fino chal sobre los hombros. Vicente cuando comenzaba a caminar monte abajo se volvió como para decirle algo, pero volvió la cabeza y siguió bajando hasta la playa.

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