VACIO TOTAL
Es
día de reyes, seis de Enero de 2016, hace bastante que me he levantado, soy
bastante noctámbulo, quería escribir un corto relato referente a una
experiencia que tuve hace ya años y que resultó en una tremenda cagada, dicho
en términos escatológicos. Pues oye, esta mañana desayuno, me tomo mi poción
mágica, un pienso hecho a base de pastillas, que el médico dice que me
aguantarán sereno y sensato durante unos años, que me mantendrán la cabeza
encima de los hombros y nada, parece que las ideas se me escapan por algún
agujero, no les quiero decir a los médicos que investiguen por cuál de los
otros agujeros se me escapan las ideas, pero jode un montón.
Imagínate
que voy y les digo a los médicos… Oiga
mire que normalmente yo escribo bastante, tengo un blog en Google y escribo
bastante, y resulta que no hay manera, que las ideas me huyen, se me agolpan
determinadas cosas, que por otra parte he madurado previamente, y me parecen
lógicas… Mire, nosotros estamos aquí
para examinarlo, para hacerle un diagnóstico de lo que le pasa, lo demás que le
pueda pasar a usted son cosas que no podemos determinar, estos aspectos
intelectuales que usted dice que nota, pueden deberse a una variedad que
nosotros no estamos capacitados para examinar.
Con
esas me fui del consultorio alicaído, me sentí desgraciado y por un momento
pensé que las hadas me habían abandonado. Entré antes de coger el coche para
volver casa en un bar, pedí un café con leche y una pasta y al cabo de unos
minutos la camarera me trae un cuba libre y su consabida tapa, como estaría que
me tomé el cubata como si fuera el café con leche, no le protesté a la
camarera, no le dije nada, pagué la consumición y cogí el coche que lo tenía en
un parking subterráneo. En cuanto salgo de la ciudad y enfilo la autovía me
para la guardia civil, ley una placa que decía… “Pare, control de alcoholemia y drogas”, no
tuve más remedio que parar, otros estaban haciendo cola soplando el chivato y
pasándoles por la lengua un palitroque para detectar drogas imagino. Yo iba
escuchando música moderna y no me da vergüenza decirlo, a toda hostia.
Me
tocó a mí soplar. Buenos días señor, tenga la bondad de soplar hasta que le diga
basta, después retire la boquilla. ¡Coño, daba el doble de lo permitido, me lo
dijo el guardia! Ande pare usted aquí en
esta parte del arcén, baje del coche y siéntese aquí en este pilón, ya le
avisaremos. Encima de tener las hadas de vacaciones, estar en blanco por el
posible problema que se me venía encima, le dije al policía lo que me había
pasado. No se creyeron nada de nada, me dijo el policía… Vale está bien hombre cálmese y espere, si
cosas peores vemos cada día. Oiga que
si he dado positivo en alguna substancia es porque me medico, tomo un porrón de
pastillas cada día, eso no son drogas, bueno, sí que lo son, pero son drogas
legales, si tuvieran la bondad de acompañarme a mi casa, verían con sus propios
ojos todo lo que debo tomar para estar medio entero.
En
definitiva… tres puntos del carné y una multa de ochocientos euros. Te prometo
que se me han quitado las ganas de escribir hasta el año que viene, no del que
acabamos de entrar, del dos mil diecisiete. No, porque ahora me voy a dedicar a
recabar información, a transcribir ideas e historias que les guste a la gente,
por lo menos que no decaiga la asistencia a mi página del blog que hace años he
comenzado a escribir.
Así
pues, con todo el pesar de mi corazón y hasta que las musas vuelvan, no escribo
más, tened un poco de paciencia, ya volveréis a saber de mí.
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