domingo, 3 de enero de 2016

PERCHAS VACÍAS

                                                               PERCHAS VACIAS

Se conocieron en un bar de copas de  un amigo de Patricio, iba bastante allí porque a determinada hora se podía bailar hasta la madrugada, Patricia, una chica de las de buen ver y mejor danzar, se hacía ver por el local y los hombres la contemplaban como se movía y contorsionaba su cuerpo de forma natural.   Parece que el baile ha sido hecho para esta mujer, decía Ángel el propietario del bar, lo baila todo con un estilo personal y propio que asombra a más de cuatro.
Mª Ángeles se sentó en un rincón del bar, aireó su falda volada de gasa de varios colores, estaba cansada, se bebió media tónica casi de golpe y se relajó, esa fue la oportunidad que aprovechó Patricio para acercarse a ella y elogiar su modo de bailar.   Realmente he quedado gratamente sorprendido de tu forma de bailar, lo digo con conocimiento de causa, se te nota que llevas el baile en la sangre.    ¿Tú crees…? yo creo que ha sido lo mejor que se te ha ocurrido para acercarte a mí.   No pienses mal mujer, Patricio me conoce desde hace años, y sabe que no soy de esos que va ligando por ahí, no me gustan esas cosas, no es por decirlo pero soy una persona seria en todos los sentidos. Por cierto ¿puedo sentarme a tu lado? Eso nos dará la oportunidad de conocernos un poco mejor.   Puedes sentarte, no tengo inconveniente alguno.  Entonces voy a recoger mi copa y vuelvo.
Se han puesto a hablar de las excelencias del baile, y de cómo Mª Ángeles tuvo la fuerza necesaria para poder volver a caminar, antes estaba afectada por una enfermedad vírica que la tenía postrada en la cama, y fue por sugerencia de una buena amiga, que le dijo que solo ella con su propia fuerza de voluntad, podría volver a ser una persona normal. Se lo dijo sin ambages a Patricio y él asombrado seguía aquella conversación con el máximo interés.
No me podía imaginar que esto fuera lo que te mantuviera en pie, ¡lo que hace la fuerza de voluntad…!   Ya ves, ahora sin complejo alguno bailo como la que más y sigo el ritmo de cualquier tipo de música, y eso sin haber ido a tomar clases a ninguna escuela.   De veras que es impresionante, podríamos ir a alguna otra sala donde se bailan ritmos latinos, conozco unos cuantos…
Como toma de contacto hoy ha sido suficiente Patricio, pero aquí te dejo mi teléfono llámame cuando quieras y planeamos algo juntos. Esos planes les han llevado con el tiempo a vivir juntos, están pendientes el uno del otro, se quieren y desean a todas horas del día y de la noche. El día que Patricio tuvo que salir de viaje, para hacer unas comprobaciones en un rascacielos que su compañía estaba edificando ella vino a despedirlo al aeropuerto.   No te inquietes cariño, solo van a ser diez o doce días separados, nada más.
Al volver a su casa de nuevo, Patricio se encontró la casa vacía y todas las perchas que debían estar ocupadas por su ropa colgada, a de Mª Ángeles, habían desaparecido, lo mismo que todos los elementos del cuarto de baño y un gran neceser que también había desaparecido. ¿Qué hizo que tuviera este comportamiento? ¿Le había hecho acaso algo que la ofendiera? Estas preguntas y algunas otras especulaciones más se las planteó Patricio, pero lamentablemente, sin respuesta, jamás de la vida la volvió a ver, tampoco contestó ese número de teléfono que imaginó que era invitado.


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