PERCHAS VACIAS
Se conocieron
en un bar de copas de un amigo de
Patricio, iba bastante allí porque a determinada hora se podía bailar hasta la
madrugada, Patricia, una chica de las de buen ver y mejor danzar, se hacía ver
por el local y los hombres la contemplaban como se movía y contorsionaba su
cuerpo de forma natural. Parece que el
baile ha sido hecho para esta mujer, decía Ángel el propietario del bar, lo
baila todo con un estilo personal y propio que asombra a más de cuatro.
Mª
Ángeles se sentó en un rincón del bar, aireó su falda volada de gasa de varios
colores, estaba cansada, se bebió media tónica casi de golpe y se relajó, esa
fue la oportunidad que aprovechó Patricio para acercarse a ella y elogiar su
modo de bailar. Realmente he quedado gratamente
sorprendido de tu forma de bailar, lo digo con conocimiento de causa, se te
nota que llevas el baile en la sangre.
¿Tú crees…? yo creo que ha sido lo mejor que se te ha ocurrido para
acercarte a mí. No pienses mal mujer,
Patricio me conoce desde hace años, y sabe que no soy de esos que va ligando
por ahí, no me gustan esas cosas, no es por decirlo pero soy una persona seria
en todos los sentidos. Por cierto ¿puedo sentarme a tu lado? Eso nos dará la
oportunidad de conocernos un poco mejor.
Puedes sentarte, no tengo inconveniente alguno. Entonces voy a recoger mi copa y vuelvo.
Se
han puesto a hablar de las excelencias del baile, y de cómo Mª Ángeles tuvo la
fuerza necesaria para poder volver a caminar, antes estaba afectada por una enfermedad
vírica que la tenía postrada en la cama, y fue por sugerencia de una buena
amiga, que le dijo que solo ella con su propia fuerza de voluntad, podría
volver a ser una persona normal. Se lo dijo sin ambages a Patricio y él
asombrado seguía aquella conversación con el máximo interés.
No
me podía imaginar que esto fuera lo que te mantuviera en pie, ¡lo que hace la
fuerza de voluntad…! Ya ves, ahora sin
complejo alguno bailo como la que más y sigo el ritmo de cualquier tipo de
música, y eso sin haber ido a tomar clases a ninguna escuela. De veras que es impresionante, podríamos ir
a alguna otra sala donde se bailan ritmos latinos, conozco unos cuantos…
Como
toma de contacto hoy ha sido suficiente Patricio, pero aquí te dejo mi teléfono
llámame cuando quieras y planeamos algo juntos. Esos planes les han llevado con
el tiempo a vivir juntos, están pendientes el uno del otro, se quieren y desean
a todas horas del día y de la noche. El día que Patricio tuvo que salir de
viaje, para hacer unas comprobaciones en un rascacielos que su compañía estaba
edificando ella vino a despedirlo al aeropuerto. No te inquietes cariño, solo van a ser diez
o doce días separados, nada más.
Al
volver a su casa de nuevo, Patricio se encontró la casa vacía y todas las
perchas que debían estar ocupadas por su ropa colgada, a de Mª Ángeles, habían
desaparecido, lo mismo que todos los elementos del cuarto de baño y un gran
neceser que también había desaparecido. ¿Qué hizo que tuviera este
comportamiento? ¿Le había hecho acaso algo que la ofendiera? Estas preguntas y
algunas otras especulaciones más se las planteó Patricio, pero lamentablemente,
sin respuesta, jamás de la vida la volvió a ver, tampoco contestó ese número de
teléfono que imaginó que era invitado.
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