viernes, 8 de enero de 2016

PROTECCIÓN A TODA COSTA

                                                        PROTECCIÓN A TODA COSTA

Recuerdo con cierta nostalgia, aquel anuncio de televisión española que decía de forma insistente… “Póntelo, pónselo”. Claro no podían decir otra cosa en vista de los casos de infecciones o embarazos no deseados, a falta de este slogan, la juventud y los no tan jóvenes, entraron en un clima de confianza íntima, que terminó muchas veces con infecciones que llevaban a la gente a la muerte. Es VIH hizo estragos en toda la sociedad mundial, las autoridades internacionales entre ellos la OMS advirtió de esta cuestión.
La sociedad en general, al principio pensó que los médicos y epidemiólogos, exageraban al describir las consecuencias de esta enfermedad que mataba ya a las personas, como si fueran moscas. Con el paso de los años, las vacunas y otros medicamentos, han ayudado a paliar en parte esta lacra. Pero donde hay falta de recursos, donde la pobreza es aguda e interesa que sigan siéndolo, son el mejor campo de ensayo de los laboratorios, que con el tiempo venderán la solución definitiva para curar a los infectados. Eso sí, a precios astronómicos, porque todos dicen ser los primeros en haberla desarrollado, que la suya es la mejor por tener menos efectos secundarios.
Aunque parezca que es algo sin demasiada importancia, la protección se debe seguir a toda costa, y es ahí donde introducimos el contrapunto de la seguridad, los hay que piensan que por sencillamente usar un preservativo a la hora de tener relaciones sexuales ya es suficiente; pues no, eso no es así, se pueden usar todos los métodos posibles he higiénicos para no contagiarse ni contagiar a nadie y sin embargo ir conduciendo por la carretera a velocidades que no son seguras. Nos fiamos de las máquinas, de cuatro gomas que supuestamente se pegan al asfalto, pero no es más que un aparato con miles de piezas ensambladas que pueden fallar, romperse y acabar con nuestra vida.
Cientos de miles de personas van conduciendo sin el seguro obligatorio, bebidos o drogados, su argumento es que así lo hacen todo mejor, ¡vaya engaño el de estos descerebrados…! Recuerdo a un policía que comentaba un día…  “Yo también me fumo un porrito de vez en cuando, claro cuando no estoy de servicio” lo que añadió después es graciosísimo…  “No compro nunca hierba, me fumo la que les incauto a los chavales”.
Protección… eso ya no existe, sacas dinero de un cajero para hacerle un regalo a tu mujer o a tus hijos, y al día siguiente te encuentras sin un chavo, alguna banda organizada te ha clonado la tarjeta y te han limpiado la cuenta. Papeleos, reclamaciones, denuncias, todo de la protección.
Los políticos solo saben decir vivimos en un país con plena seguridad, pero ellos llevan coches blindados, guardaespaldas y toda una corte de policías secretas que los protegen a toda costa. Al fin y al cabo son los que se encargan de nuestra seguridad.


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