PROTECCIÓN A TODA COSTA
Recuerdo
con cierta nostalgia, aquel anuncio de televisión española que decía de forma
insistente… “Póntelo, pónselo”. Claro no podían decir otra cosa en vista de los
casos de infecciones o embarazos no deseados, a falta de este slogan, la
juventud y los no tan jóvenes, entraron en un clima de confianza íntima, que
terminó muchas veces con infecciones que llevaban a la gente a la muerte. Es
VIH hizo estragos en toda la sociedad mundial, las autoridades internacionales
entre ellos la OMS advirtió de esta cuestión.
La
sociedad en general, al principio pensó que los médicos y epidemiólogos,
exageraban al describir las consecuencias de esta enfermedad que mataba ya a
las personas, como si fueran moscas. Con el paso de los años, las vacunas y
otros medicamentos, han ayudado a paliar en parte esta lacra. Pero donde hay
falta de recursos, donde la pobreza es aguda e interesa que sigan siéndolo, son
el mejor campo de ensayo de los laboratorios, que con el tiempo venderán la
solución definitiva para curar a los infectados. Eso sí, a precios astronómicos,
porque todos dicen ser los primeros en haberla desarrollado, que la suya es la
mejor por tener menos efectos secundarios.
Aunque
parezca que es algo sin demasiada importancia, la protección se debe seguir a
toda costa, y es ahí donde introducimos el contrapunto de la seguridad, los hay
que piensan que por sencillamente usar un preservativo a la hora de tener
relaciones sexuales ya es suficiente; pues no, eso no es así, se pueden usar
todos los métodos posibles he higiénicos para no contagiarse ni contagiar a
nadie y sin embargo ir conduciendo por la carretera a velocidades que no son
seguras. Nos fiamos de las máquinas, de cuatro gomas que supuestamente se pegan
al asfalto, pero no es más que un aparato con miles de piezas ensambladas que
pueden fallar, romperse y acabar con nuestra vida.
Cientos
de miles de personas van conduciendo sin el seguro obligatorio, bebidos o
drogados, su argumento es que así lo hacen todo mejor, ¡vaya engaño el de estos
descerebrados…! Recuerdo a un policía que comentaba un día… “Yo también me fumo un porrito de vez en cuando,
claro cuando no estoy de servicio” lo que añadió después es graciosísimo… “No compro nunca hierba, me fumo la que les
incauto a los chavales”.
Protección…
eso ya no existe, sacas dinero de un cajero para hacerle un regalo a tu mujer o
a tus hijos, y al día siguiente te encuentras sin un chavo, alguna banda
organizada te ha clonado la tarjeta y te han limpiado la cuenta. Papeleos,
reclamaciones, denuncias, todo de la protección.
Los
políticos solo saben decir vivimos en un país con plena seguridad, pero ellos
llevan coches blindados, guardaespaldas y toda una corte de policías secretas
que los protegen a toda costa. Al fin y al cabo son los que se encargan de
nuestra seguridad.
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