sábado, 25 de octubre de 2014

AVISO A LOS GANADORES



                                         AVISO A LOS GANADORES



Tener la suerte de cara, no os convierte en ganadores, todo lo contrario; para ser ganador hay que saber ganar y saber perder, ese es un ganador.
Quien quiera decir lo contrario, contradice el sentido de la lógica, más temprano que tarde se da cuenta de que las jugadas que para él han sido motivo de gozo, son ahora un motivo de desgracia, desgracia ajena. El mal ganador es quién pretende engañarse a sí mismo, de haber obtenido determinada ganancia siendo la cabeza de turco que va a cargar con la desgracia ajena.

El juego como todo en la vida, se juega a diferentes niveles, todos jugamos, no hay excepciones, los jugadores tienen diferente condición, los hay que están acostumbrados a hacer trampas y ganan o pierden. Otros van de legales, también son jugadores, todos desde que nacemos lo somos de un modo u otro. Estos últimos tienen toda la apariencia de ser cándidos, a veces ausentes de las cosas y asuntos de la vida, y puede que así sea de algún modo, pero no por eso se les debe confundir con idiotas. No, ser idiota es diferente, un idiota es un alelado, alguien que no espera nada de la vida, pasa como una sombra, un empobrecido de espíritu.

Los presuntos ganadores presionan, esperan alguna reacción a  las provocaciones, y cuando no encuentran excusas, y se dan cuenta que el contrario no quiere enfrentamientos que lleven a mayores, amenazan. Aviso a esos ganadores…   ¡Cuidado que lo perderéis todo…, que tendréis que cargar con las consecuencias de vuestros actos, de vuestras trampas! De los errores no, ¿ves?, eso es diferente, si alguien se equivoca, se puede rectificar, sin embargo, cuando alguien va haciendo trampas siempre, o lo tiene por costumbre…, al final las paga.

La culpa la tiene esta lengua nuestra, que ligero músculo, que debería usarse bien, para lo bueno, para la alabanza, la alegría, la risa, el buen yantar. Pero se conoce que tan pequeña como es, en proporción al resto de músculos del cuerpo, necesita andar mordiendo no solo comida, necesita hablar, además, para eso está hecha claro está, pero el problema es, que no hablamos solo lo imprescindible, lo auténtico, lo hermoso o constructivo, nos gusta mezclar las cosas, personas y acontecimientos, gozamos haciendo comparaciones odiosas, hasta degradando a la gente.

Y todo esto obedece, a la consigna de los ganadores, a los taures del falso conocimiento de las personas, a la falta de sentido que algunos encuentran en su propia vida. Muchos arguyen que esto se ha hecho siempre, sin embargo, no es excusa, para hacer daño por hacerlo.

Aviso a los ganadores, guardaros bien vuestras prendas, sin saber cuándo ni cómo, algún día que no esperáis os levantarán la camisa, os dejaran en una cuneta desnudos, eso… si tenéis suerte.



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