domingo, 19 de octubre de 2014

PÁJAROS Y PAJARRACOS



                                          PÁJAROS Y PAJARRACOS



Nunca he tenido la tendencia de estudiar ornitología, debe ser apasionante para quién le guste, no es lo mío, me gusta verlos por la tele, oírlos cantar en primavera cuando llegan de otras tierras en busca descanso, u otros que siempre viven en el mismo lugar siempre deben ser los conformistas, los que tienen su comida garantizada y no se ven obligados a marchar a otros lugares, porque son endémicos del país donde viven. Palomas, gorriones, colorines, canarios y otras muchas especies, ya digo que de pájaros no entiendo.

Las variedades son tantas que hasta hay pájaros bobos, pájaros que no vuelan pero que son considerados así porque tienen plumas, los pingüinos por ejemplo, existen muchas especies y todos tienen plumas, pero no pueden volar porque tienen el cuerpo muy grande y las alas cortas. ¿Y por eso les tienen que llamar pájaros bobos?, pues mire usted sí, como lo oye. Ya me gustaría a mí ver a más de cuatro vestidos con trajes de esos que aguantan lo que les echen, a cincuenta bajo cero, de pie aguantando días enteros, tormentas de vientos polares y hielo, sin moverse apiñados para darse calor unos a otros y turnándose de dentro para afuera, arrastrando los huevos con los pies juntos, los de los polluelos quiero decir.

Otros saben bucear para pescar la comida, los cormoranes por ejemplo, sin tubo y sin gafas, ¡y no fallan casi nunca…! Eso sí, luego tienen que ponerse con las alas extendidas a secarlas al sol, no son impermeables, si se las meas ya no pueden volar, tienen que esperar a que se sequen, envidia que tiene la gente… andar meándoles las alas a los pobres pájaros. ¿Y las águilas…? las hay de muchos tamaños y especies diferentes, personalmente me gusta el águila harpía, tiene unas cualidades extraordinarias además de lo común en estas aves, la aguda vista. Ven un animal subiéndose a un árbol, por ejemplo un perezoso, por cierto, listo el bicho este, baja a cagar a tierra, luego con sus fuertes garras va y sube de nuevo al árbol ¡si todos fuéramos tan limpios… otro gallo nos cantara! La harpía espera desde lo lejos, ve al perezoso, y como va tan despacio, por algo le llaman perezoso, se lanza entre los árboles esquivando las ramas y cuando menos se lo espera zas ya está entre sus garras, y vaya garras que tiene el águila esta.

Otros pájaros se lo curran de lo lindo cuando buscan pareja, decoran con ramas y flores con tapones de plástico de colores, limpian la entrada del lugar de la cita y allí se ponen a chulear a las hembras, si les gusta lo que ven, que todo está limpio y curioso, se entregan sin más preámbulos, ala a poner huevos se ha dicho.
Ahora bien, aparte de estos ejemplos, de lo que más hay son buitres, joder oye, salen hasta de debajo de las piedras, los hay de diferentes categorías como en todas partes, cuando huelen un cadáver, o un animal que está a punto de palmarla, ahí que van, vuelan alto pero mirando para abajo, si hay leones antes que ellos que están comiendo, los dejan, no les importa, ellos van a los restos. En veinte minutos dejan a un búfalo en los puros huesos, lo apuran todo, depende de lo grandes que sean algunos se comen hasta los huesos.

Digo que hay muchos, quizás los que más abundan porque hoy se les ve con corbata y todo, ¡hay que joderse cómo evolucionamos…! que no hilan fino estos mamones, que ven a uno que tiembla en una parlamento, y se les cae la baba para terminar con él. La víctima se resiste está claro, pero nada, por mucho que quiera, como le tengan el ojo echado encima, allá que van a mil por hora, cuantos menos carroñas haya esparcidas por ahí mejor, piensan. Están gordos y es de la única especie que no se dice casi nunca que pasan hambre, se alimentan de lo que sea, herbívoros no son, la comida para patos, son para patos, ellos van a la extinción del animal muerto, o inmóvil que es lo mismo.

Si me dan a elegir yo prefiero ser humano, ya sé que viviré menos que muchos de los nombrados, pero pasaré de los hombres de oscuro con traje y corbata, vestiré de gris para camuflarme entre el hormigón de los edificios, y con un poco de suerte, no me verán más que para cuando me toque pagar impuestos.





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