MENSAJE A UNA AMIGA
Te
conozco poco amiga mía, sin embargo andas muy cerca de mí, justo a mi lado.
Un
amigo común me dio tu número de teléfono, saltaron las alarmas cuando te
escuché, pensé por un momento que personas de este calado no existen ya en el
mundo, por lo menos yo me he encontrado a bien pocas.
Esta
cuatro letras más que una carta es un mensaje, pero no quiero que te llegue
dentro de años metido en una botella, me gustaría que lo pudieras leer lo antes
posible, por eso lo guardo yo, en su momento dejaré que lo leas.
Desde
el primer contacto que tuvimos te consideré una amiga sin rostro, pero eso no
es lo más importante ¿no te parece amiga? Entiendo que el gozo de poder contar
con alguien para compartir anhelos e ilusiones, es lo que importa. Importa
porque somos seres humanos, compartimos ilusiones de una u otra manera,
discutimos y nos reímos, como la última vez que hablamos por teléfono,
¿recuerdas? Sacaste a colación el tema de los pelos y las barbas “Pues…hablando
de eso -te dije-, voy con la cabeza
afeitada y llevo barba”, nos reímos mucho con todas las ocurrencias que se te
vinieron a la cabeza.
Esas
cosas, a mí me hacen feliz, y si a pesar de todos los males que nos aquejan a
los dos, podemos conservar el sentido del humor… ¿para qué más? Deseo tenerte
cerca para poder reír y llorar cuando toque, respirar profundamente los aires
de la montaña, compartir errores y aciertos que hayamos cometido en la vida, no
somos perfectos, de ese modo, reconociéndolo, podemos seguir teniendo las
mismas ansias, las mismas ganas de encontrar nuestro espacio en este mundo.
He
escuchado de nuevo tu risa, me felicito por oírte, por escuchar ese murmullo
emocionante que sale del fondo del alma, quiero pensar que voy a ser feliz a
vuestro lado, a tú lado, y el de tus hijos y nietos. No es difícil solo hay que
tener ganas, creo que se puede resucitar muchas veces de los embates de la
vida, como el ave Fénix que resurgió de sus cenizas.
André
Maurois expresó lo que a su entender es una
familia feliz “Una familia feliz es una larga conversación que siempre
parece demasiado corta”.
Francis
Bacon añadió a esta felicidad necesaria una condición necesaria “Lo que falta
aprender en las familias es que dentro no debe existir el poder”.
Este
es mi mensaje amiga mía: Procurar ser felices y considerados unos con otros, sé
que es el espíritu que te mece, me gustaría ser el brazo que puede ayudarte a
dormir con el auténtico alivio que da el descanso.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario