SUS LABIOS
Tersos
y brillantes por la propia luz que despiden, fruto de su juventud y el gozo de
vivir.
Saben
provocar sin quererlo, el deseo de los que están junto a ella, las brillantes
perlas de sus dientes, se abren en un gracioso gesto de sus labios, muerde una
manzana roja, y es entonces, cuando descubro el secreto que hace que sean
únicos, se masajean entre sí, se frotan dándoles nueva vida mientras el
contenido de carne de manzana y jugos ambiguos, juguetean hasta convertirse en
una fuente de sabores.
Siento
decir que no me atrevería a besar sus labios, me parece ofender al creador de
esa escultura facial, hermosa y tersa, sin arruga alguna en mitad de ese rostro
que asegura paz y sensualidad virginal.
Aurora,
sentada en la terraza de su casa, lee un libro de poesías, cobre el diván que
se adivina cómodo a ras de suelo, con las piernas cruzadas, de lado al sol que
lucha por ascender al cielo en ese invisible ascensor, el universo, mueve sus
sensibles labios al ritmo de la lectura, esos labios suyos parecen
inteligentes, susurran y hasta en ocasiones se abren más de lo normal, para
acompañar con ademanes ligeros, la lectura del libro que descansa entre sus muslos.
He
salido a hacerle compañía, me sonríe, tienes que leer este libro me dice, es
hermoso, dice que si uno quiere, el amor puede llegar a ser un manantial inextinguible.
Así
me gustaría que fuera el mío, ya te lo he propuesto, ¿lo harás?, le digo que sí
sin estar seguro de hacerlo, de momento y aunque no lo comprenda, estoy
hechizado por esos labios suyos que dibujan con delicadeza el mundo entero.
¡Me
gustaría besarla tanto…! pero… ¿y si por ello rompo el encanto que nos mantiene
juntos como dos buenos amigos?
Nos
quedan dos días enteros juntos antes de marchar cada uno por su lado, ella a
sus estudios, yo de vuelta a mi país de origen, las vacaciones han sido largas
y extrañas, no he podido quedar con nadie para salir de copas o a bailar y
divertirme. Esta va a ser la última noche que compartimos apartamento junto a
tres amigos comunes de ella, por la noche con la luna llena, me imagino ser un
licántropo, subido en la baranda del balcón con dos patas aullando al viento,
quizá en mi imaginación la llamo a ella pero en nada se parece a una loba.
Me
acuesto sobre la cama con las manos bajo la nuca, respiro lentamente y procuro
relajarme, noto cierta excitación que debo aplacar poniendo en práctica
ejercicios de respiración lenta, oxigenando la sangre con el lento respirar de
mis pulmones. Estoy cayendo en el letargo del sueño, no me doy cuenta que por
la puerta medio abierta entra una sombra, solo la luna ilumina el apartamento,
se acerca a mí y me besa en la comisura de mis labios. Creo en principio que es
un sueño, ese ejercicio relajante me ha drogado, pienso al principio, veo a
través de la luz que entra por la ventana, la figura de su cuerpo, está de
rodillas sobre la cama a un lado de mi cuerpo, sueño que es Aurora, está
desnuda y huele a pino y rosas, su abundante cabellera nos cubre a los dos el
rostro, no me muevo, contengo la respiración en espera de lo que pase dentro de
pocos minutos, sea lo que sea.
Es
cierto que lo has leído, me he dado cuenta, ahora me gustaría muchísimo saber
que conclusión has sacado de estos poemas. Que el amor nunca debe ser arrogante,
más bien, humilde y esperanzado, primando siempre los intereses de la otra
persona.
Sí
señor, yo no lo hubiera descrito mejor, matrícula de honor para el alumno
adelantado, un diez es lo que mereces.
Se
deja caer sobre mí, después de pasar una de sus piernas por encima de mi
cintura, no es pasión, no es engaño, tampoco sumisión, solo es la unión de dos
personas que al parecer pensamos y sentimos igual. A los pocos minutos,
parecemos dos anguilas que se desprenden de la piel que deben cambiar, la vieja
queda entre las sábanas, la brisa marina y el leve sonido de las olas lo hace
todo mucho más fácil.
Ahora
sí, sus ansiados labios, tienen sabor frutal, a jugos jamás descritos, me
abandono y ella hace lo mismo, de manera que esta última noche, va a ser la
primera de toda una vida.
No
puedo pensar en el futuro, sería demasiado egoísta hacerlo, ahora solo pienso
en sus labios y en poder conservarlos, son un icono de cultura amante para mí,
debo procurar en la medida que pueda en mantenerlos así.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario