EMBARGOS
¡Cuánto
infortunio, cuanta leyenda mal contada, cuanta crueldad sin esperanza!
Hay
quién piensa sin embargo, que cuando a alguien lo embargan, le quitan solo una
casa, un vehículo, una pequeña esperanza. Eso no es así, hay gentes a quienes
les embargan el alma con todas sus consecuencias, los conducen al suicidio, a
la degradación plena de imágenes ciertas, que tenían para su futuro inmediato.
Nadie
tiene derecho a derramar la sangre de otros, por meros provechos propios, por
lo menos, nadie que se precie de ser un ser humano. Y ríen del mal ajeno de los
infortunios que provocan con sus bocas llenas de sabiduría popular, de
intenciones que están preñadas de vanidades y deshonor, gestores del desacuerdo
y la infamia.
Y
todo lo aprovechan solo que para hacer daño en beneficio propio. Singulares
demonios, ladrones de ciencia y progreso, de éxitos que revolucionan al mundo
entero. Ellos pactan a puerta cerrada, se cuentan mentiras en un tira y afloja… a ver qué me dice este pobre imbécil de este
asunto.
Se
tantean cual púgil en un cuadrilátero, los dos o tres primeros asaltos, revelan
las tácticas del contrincante, luego cambian de escenario y van a hablar con
otro, hacen esta maniobra varias veces, antes de sentarse en la gran mesa
redonda de donde tienen que salir los acuerdos convenientes.
Si
al final votan SI, miles serán embargados, amargados, morirán de pena y dolor,
caerán enfermos muchos de ellos, aunque en honor a la verdad en sus planes ya
contemplan todas estas estadísticas de forma velada. Si votan NO, da lo mismo,
perseguirán a unos cuantos delincuentes y sus procesos se alargarán en el
tiempo hasta que todo se olvide. Si se abstienen de votar, es porque han
recibido órdenes concretas de alguna fuente superior que les dice claramente,
que no se les ocurra salirse del guión, sus puestos peligran si pasan por alto
este confuso mensaje que no entienden.
El
eslogan del embargo según lo entiendo yo, es el siguiente: “Si quieres mantener
la vida, debes matar a otros, la mayoría vivimos, gracias a los sacrificados
embargados”.
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