CONSPIRACIÓN
Seres extraños con
manos largas y ojos saltones, cabezas alargadas, con el color de su piel raro,
entre transparente y piel normal. No, que nadie piense que hablo de extraterrestres,
son gente normal y corriente a los que les cuesta quizás salir de sus casas,
estudiosos sesudos cuyo placer está entre las páginas de un libro y no tienen
amigos. Extraño en medio del mundo que vivimos, no es lo normal encontrarnos
con personas así, de modo que cuando los vemos por la calle, nos asustamos, hay
hasta quién huye de estas personas tan raras, en cambio son de verdad,
auténticas fuentes de conocimiento.
Es más difícil que
sean sabios, para eso hay que experimentar, tener un lugar donde llevar a cabo
todo aquello que leen y no pueden desarrollar. Por esa razón un amigo mío, cree
firmemente, que entre nosotros viven extraterrestres. Mira, le dije un día,
vale más tener cuidado con los que están cerca de nosotros, que en estos
supuestos extraterrestres. Tenía que haberle planteado las cosas de forma
diferente, se puso conmigo hecho una furia, me dijo que yo era más raro que
estos seres de otros mundos. Bien, acepté la rabieta y pensé que tarde o
temprano nos reconciliaríamos, no fue así, él se quedó con su razón, y yo con
la mía. Tuvimos que hablarnos pero fue de forma muy superficial, cuestiones de
trabajo conjunto nos obligaban.
Fue diciendo por
ahí, que era un conspirador de esos monstruos que querían invadirnos. Así va
por la vida, viendo desde entonces cosas raras, lo están tratando en un centro psiquiátrico,
copado de medicación y lleno de suspicacias hacia todo aquel que se le acerca.
Es difícil contar el cómo y el por qué, mi amigo Armando ha llegado a este
punto, parece como si algo en su mente hubiera estallado de golpe y lo hubiera
trastornado.
Con la de cosas que
pasan por el mundo que requieren nuestra más aguzada vista, con tal de no
acabar locos.
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