ME GUSTA BEETHOVEN
Nacido en Bonn en
1770 y muerto en Viena en el año 1827, fue uno de los músicos que marcaron la
diferenciación entre el clasicismo hasta el romanticismo musical. Por eso me
gusta Beethoven, porque fue un innovador en el tema de la música, de su tiempo
claro está. Mucha de la música que compuso
este genio, lo mismo que Mozart, fue la precursora de lo que hoy escuchamos.
Bueno… dirán muchos, si no tiene que ver nada lo que estos dinosaurios hicieron
con la música que se parezca en lo más mínimo con la que se escucha hoy, la
gente en aquellos tiempos no podían bailar en los conciertos, no podían ni
toser sin ser recriminados por el que estaba al lado.
Es verdad, la razón
es, que aquella gente sabía apreciar las obras de aquellos compositores, en muchos
casos precoces, Mozart dirigió su primer concierto a los siete años… ¿no es
para quitarse el sombrero? Ojo que no estamos hablando de un tío de pelo en
pecho, siete años, haber compuesto su propia obra y dirigirla no es cosa de
broma. También me gusta Goya por ejemplo, o Van Gogh, que Francisco de goya y
Lucientes, aunque parezca un contrasentido, pintó muchos de sus cuadros, con un
sombrero lleno de palmatorias alrededor del ala.
¿Y Dalí? No es
broma pero aparte de lo excéntrico que era, no se puede negar que era un gran
dibujante, mira al precio que se venden sus obras en las grandes galerías de
todo el mundo. Los japoneses van locos detrás de sus cuadros, y muchos otros
que tienen grandes colecciones privadas que pujan de incógnito en las subastas.
Millones de dólares pagan por Gala asomada a una ventana, se supone que era
ella porque era su musa.
Al principio he
titulado me gusta Beethoven por poner un ejemplo, porque lo mismo que otros han
copiado su música hasta niveles insospechados, y hasta han hecho mix de algunas
de sus obras, otros han hecho lo propio con los grandes pintores, en una
palabra, la cosa del arte bien sea de la
música o de la pintura o la escultura, ha degenerado. Todo lo que se puede
hacer ahora, ¡que somos los más avanzados de los últimos dos siglos…! es imitar
y muy mal, todo lo que esos precursores mencionados antes, en sus diferentes
facetas hicieron a la perfección, relativa eso sí, pero perfección al fin de
cuentas.
De poco vale que
unos cuantos espabilados se busquen la vida haciendo música con sintetizadores
y máquinas raras aunque innovadoras, solo para atraer a gente que a menudo va
de pastillas hasta las cejas, y que llevan en el cuerpo más alcohol que sangre,
los ritmos a toda leche con el uso de un montón de decibelios, los vuelven
locos, se vuelven garrulos perdidos y hasta algunos se suicidan sin saber por qué
lo han hecho, ¡Ho que bonito… puedo volar como los pajaritos! Al cabo de unos
segundos se oye un ruido en la calle… ¡Chafff!
Talento chicos,
mucho talento hay de tener, para saber qué es lo que toma uno y quiénes son
esos presuntos amigos que te invitan a tomar algo que no conoces. Mira como
engañaron los americanos a Julius Robert Oppenheimer y a otros cuantos tontos
del culo, científicos de renombre eso sí, para que llevaran a cabo el proyecto
de la construcción de la primera bomba atómica, y con ella, derrotar a los
japoneses durante la segunda guerra mundial, no se conformaron con una, les
endiñaron dos para que se enteraran quién mandaba en el mundo occidental. Desde
entonces son los árbitros de todo lo que pasa en el mundo.
Por eso me gusta
Beethoven, se lo curró de lo lindo para poder ofrecernos algo que se escapa a
menudo de la imaginación de aquellos que ven en la música house, o en el rock,
lo mejor de lo mejor. Pensad insensatos que todos estos estilos de música
pasarán como una mera nube de verano, lo auténtico siempre quedará, llegó hace
siglos para quedarse.
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