martes, 25 de agosto de 2015

VUELTA AL COLE

                                                             VUELTA AL COLE

Bendita fecha esa, la que tienen en el Ministerio de Educación, para que comiencen a funcionar los colegios e institutos. Parece que no, pero hay un montón de gente afectada por las vacaciones de los niños, en primer lugar, buena parte de los padres que no tienen tantas vacaciones como los niños, los tienen que dejar en manos de familia, especialmente en manos de los abuelos. Tremenda responsabilidad esta, los abuelos aunque no digan nada a los hijos, lo aceptan como uno de los castigos que el hecho de tener hijos trae consigo.
Aparte de esto, que de por sí ya es un problemón de cuidado, llega la hora de comprar con los niños, todo el material requerido para el curso que comienza. No todas las familias pueden hacer frente a esos gastos, contando con el hecho de que en algunos casos, son dos o más los hijos que tienen, y un sábado cualquiera, ya los ves con los carritos de la compra, recorriendo supermercados, buscando paquetes de cuartillas Dina 4, imprescindibles para dibujar, hay que contar con el hecho que ha pasado un año más y en consecuencia no van a hacer las mismas actividades que el año anterior, eso requiere también rotuladores, lápices distintos, libros más caros… porque los del año anterior no se pueden usar para el hermano pequeño, ya están pintados y por mucho que los padres se pasen el día borrando lo subrayado, nada, no hay manera de borrar.
A lo mejor se creen que las editoriales son tontas, lo hacen adrede, para que no se puedan aprovechar los libros del curso anterior, y así, cagándose en todo, los padres tengan que comprar libros nuevos. Además de todo eso, los niños, que muchos de ellos no son de buen conformar, quieren llevar chándales de determinada marca, aunque estén fabricados en Malasia o China, no se conforman con otros más que con esos, en cuanto al calzado más de lo mismo, y está claro que si se le compra a uno, se le debe comprar a otro. Es un dolor de cabeza este asunto, acaban de llegar de vacaciones que en no pocas ocasiones han escogido ellos, tienen ya su propio criterio de las cosas, exigen que se hagan determinadas cosas como ellos quieren.
Muchos padres ceden porque durante las vacaciones les han podido prestar poca o ninguna atención, y es precisamente lo que utilizan los hijos, como moneda de cambio. Ahora viene lo bueno…, los padres hacen balance de todos los gastos, se sientan a hacer cuentas y no llegan, ¿Qué hacemos ahora…? Ya hablaré con mis padres para haber si nos ayudan a pasar esta situación, los abuelos los adoran, seguro que no dirán que no, si hace falta, les diremos que nos acompañen a Carrefour, seguro que ellos no dejarán que carguemos con estos gastos, seguro. Si hace falta los tenemos en casa un fin de semana, algo tendremos que sacrificar, digo yo.
La verdad nena… me siento mal, siempre nos pasa lo mismo, estiramos más el brazo que la manga. Oye, que nosotros trabajamos como esclavos para tirar adelante con todo. ¿Sabes…? creo que estábamos mejor cuando pagábamos un alquiler, el piso en el que vivíamos estaba de coña, amplio, en una buena zona, casi en el centro de la ciudad…  ¡No compares hombre…! Aquí estamos mucho mejor, la casa es nuestra, de la otra manera estábamos tirando el dinero, un alquiler es un pozo sin fondo. Claro… como que esta casa será nuestra cuando tengamos sesenta y siete años, la estamos pagando a cincuenta años, no sé si lo sabes.
Ya, lo sé no soy idiota, pero estamos bien de salud y un trabajo seguro, eso es lo que cuenta. Sí y nuestros hijos serán el uno médico y la otra secretaria de una multinacional… ¡no te jode! Pero hay que ser positivos, la vida sigue, los niños el año que viene pasarán el curso sin problemas, la disciplina es lo importante, los estímulos pocos, pero entre tanto… dios dirá, como si el padre celestial se metiera en estos asuntos.


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