SIEMPRE CON EL MISMO CUENTO
-¡Vaya tela, que
pesado es este jefe mío… me tiene hasta las narices!
-Pues a ver si un
día de estos te pones un poco firme y le cantas la caña, porque la que está
hasta los ovarios soy yo ¿vale…?
-¿Y que quieres si
siempre me pilla a mí el último del despacho? En cuanto ve que cojo la chaqueta
y me la pongo, ya estoy listo… que si tengo que tener un poco más de control
con el personal, que no le salen los números con los pedidos que se hacen.
-Mira tío me tienes
harta, eso no puede ser que te pase cada día del mundo, tu jefe no es ningún Superman
¿vale?
-Que te digo que
sí, que parece que sea su prisionero. ¡Si por lo menos me pagara las horas
extras…! pero no. Es su obligación, me dice el muy cabrón.
-A lo mejor tiene
algo de razón en la falta de celo en tu trabajo, trata de esforzarte un poco
más, si ni aun así no sacas nada en claro, te buscas otra cosa.
-Oye Maruja, no me digas lo que tengo que hacer en mi
trabajo, solo me faltaría eso… si me lo sugirieras sería otra cosa, pero darme
consejos sobre cómo debo hacer mi trabajo no ¿vale? Tendrías que conocerlo, es
un hijo de mala madre´, con todos mis respetos por la madre que lo parió.
-Lo conozco, claro
que lo conozco, ¿no te acuerdas que me lo presentaste en la fiesta del veinte
aniversario de la empresa que celebró en el hotel Astoria?
-¡Me cago en la
leche es verdad…! Que me dijiste que te había mirado de una forma un poco
lasciva.
-Justo, te dije que
era un mujeriego consumado, que eso las mujeres lo sabemos con solo mirar a los
ojos a un tío.
-Pues mira… sigue
soltero y sin compromiso, con los millones que tiene el muy ladrón… todavía no
tiene novia ni nada, para que tu veas.
Maruja mira a su
marido de manera rara, como quién quiere significar, que no se entera de lo que
pasa a su alrededor. Suelta una risa incontenible en la cara de su marido y le
dice en voz baja…
-Mira si quieres
conservar tu trabajo, haz lo máximo que puedas, lo demás lo dejas en mis manos,
yo sé lo que hay que hacer con ese mastuerzo.
-¡Maruja… no me
digas que tú y él…!
-No tengo que
decirte nada, haz lo que te digo y verás cómo más temprano que tarde, subirás
como la espuma en la empresa. Me aventuraría a decir que para principios de año
nuevo estrenarás despacho, y ganarás casi el doble de lo que ganas ahora.
-----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario