HACE TIEMPO QUE ANDO ASÍ ASÍ
Hace tiempo, con eso quiero decir
que no sé cuánto, puede que hace años, meses o mucho más tiempo del que me
imagino. Es como una pesadilla que nunca termina, que siempre comienza de la
misma forma y que te va depauperando poco a poco, que te mina las fuerzas hasta
que llega el momento de no saber explicar qué y cómo estás viviendo
determinadas situaciones. Fuerza tengo, eso es indiscutible, en cambio no la
suficiente fuerza mental para poder explicar lo que me pasó ayer.
Ayer me pasó algo, eso está
claro, pero esta mañana, cuando me he despertado a las cinco de la mañana,
quería recordar, y no me ha sido posible ordenar en mi cabeza que ha sido lo
que me pasó. Me duele todo el cuerpo, la cabeza parece que me va a estallar, y
aunque me esfuerzo ya no en recordar, sino solo en saber, que fue lo que me
sucedió, no hay manera.
Los diferentes
neurólogos que me han tratado, me dicen… No pienses en que estás enfermo, eres
una persona normal que tiene un padecimiento especial y que además es
inexplicable para la ciencia moderna. Los asuntos de la mente son muy difíciles
de averiguar, no te estrujes la cabeza, porque al igual que nosotros, no podrás
hacer nada para que esta situación cambie. Acepta lo que te pasa como una
consecuencia de los traumas sufridos cuando eras joven.
Los médicos son
cojonudos, si te caes sin saber por qué y les peguntas, te contestan que no
pasa nada, que eso le pasa a cualquiera. No
debería asombrarte dada la enfermedad que padeces… Pero vamos a ver… ¿No
decías que no pensara en mi problema,
que me tomara la vida según se me presentaran las oportunidades, que la viviera
normalmente… en qué quedamos? Entre tanto parientes y amigos me llaman por
teléfono, vivo muy lejos de ellos, aunque lo prefiero así, son muy pocos los
que comprenden estas situaciones complejas de la mente. Se interesan de manera
sincera por mí, y eso me llena de júbilo, me envían fotos de los nuevos miembros
de la familia que va creciendo sin parar, y de vez en cuando, me informan de
alguna que otra defunción de alguien a quien conocía.
Vivo solo pero muy
bien acompañado, los vecinos del bajo de mi piso, son mi familia inmediata,
siempre les estaré agradecido por lo mucho que hacen por mí. Saben con solo
mirarme a los ojos si estoy bien o no, entonces me hacen las recomendaciones
oportunas para que me relaje, eso vale mucho, no tiene precio. Si alguien les
preguntara que tal estoy le contestarían que estoy así, así. Ellos, por mucho
que quieran explicar lo que me pasa, lo único que pueden hacer es contestar
eso.
Soy feliz por estar
aquí viviendo, lo tengo todo y además la soledad relativa en la que vivo me
ayuda a poder hacer todo lo que quiero, lo que necesito. No pienso mucho en los
que me faltan, cuando quiero hablar con ellos, les hago una llamada por
teléfono, les pregunto cómo están y cuando acabamos de hablar me parece que he
estado sentado con ellos hablando en la misma mesa.
Hace tiempo que
ando así, así, pero siempre con buen humor, agradecido por las atenciones que
recibo, y procurando corresponder a la ayuda que me prestan. Para mí, en eso
consiste mi felicidad.
--------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario