ÉXODO
Me he detenido a
pensar cómo ha sido el mapa, que tendría que haber hecho para trazar en él todo
el recorrido de mi vida, con las mudanzas de casa, con los necesarios ajustes
que se han tenido que organizar, para llevar a cabo el recorrido que de momento,
me ha traído a estas tierras en las que resido hoy. He deducido, que la mayoría
de las veces, lo hemos hecho por un bien común, para el beneficio de toda la
familia.
Otros
éxodos se hacen por el puro placer de buscar aventuras, de ver la cara oculta
de la luna, cuando esto, para lo humanos, es imposible. Se van sin decir nada,
ni siquiera se llevan un pequeño equipaje, creen que el mundo se lo servirá
todo en bandeja, que para ellos no hay imposibles, que tienen el suficiente carisma
como para que todos caigan rendidos a sus pies. Eso podría ocurrir en
terminadas circunstancias, con algunas personas, pero no es lo habitual.
El
levantar un campamento para ir hacia una nueva vida, no es nada fácil, está
sujeto a determinadas normas, a determinada organización que tiene un interés
común, cuando pierdes este objetivo de vista, lo más seguro, es que todo lo
demás, salga mal.
Planificar,
eso es lo primero, huir a la desesperada no trae más que tristeza al corazón, y
unas ganas devolver los inicios que ya
no son realizables.
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