miércoles, 23 de septiembre de 2015

MATAR O MORIR

                                                                MATAR O MORIR

Es solo una forma de hablar que conste, eso me recuerda a un amigo que fue recoger al aeropuerto a otro amigo a quién se le había muerto la madre. Ningún otro se atrevió a hacerle frente a aquel desafío más que Leopoldo, un rudo pescadero acostumbrado a la vida en la mar.  Oye Mariano, le dijo cuando este bajó del avión, si yo te dijera que se muera tu madre o que se muriera la tuya, ¿qué me dirías…?   Pues que se muera la tuya… no te jode.   Pues mira por donde se ha muerto la tuya dijo Leopoldo.
Eso es solo un chiste malo, pero la realidad se impone, todos queremos seguir vivos sin que nadie se interponga en nuestro camino, salvo las enfermedades que en forma de plaga, terminan con buena parte de la humanidad. Pero para eso no hace falta matar, hay quién se mata de diferentes formas sin tener que pegar un tiro, solo fastidiando al prójimo. Eso de por sí, indica que debemos ser fieles a nuestras convicciones, nuestras esperanzas y nuestros objetivos.
Puede que sea un malvado pero lo mío es vivir, y vivir lo mejor posible, gran parte de mi vida me han dado hostias por todos lados, alguna vez he dado yo a otros, pero solo ha sido para defenderme, para que haya una igualdad entre quién da y toma. Me han saltado algún diente que otro, me han abierto la cabeza de una pedrada, pero por lo demás… yo también he satisfecho mis deseos de seguir vivo, no me he resignado a dejarme pisotear sin más.
Que conste sin embargo, que eso no se aprende solo con fuerza y juventud, a veces es cuestión de astucia, ésta la aprendes, a base de ver como pelean otros. Hace ya bastantes años, de eso no supo nada mi primera esposa ya fallecida, que dios la tenga en su memoria, salíamos de un hotel donde varias familias íbamos a bailar en un lugar de costa dorada, tomábamos unos refrescos y los que ya nos conocíamos, bailábamos intercambiándonos las parejas dependiendo del baile que fuera. Me fijé mientras mi esposa estaba bailando con un amigo, en dos elementos que no dejaban de observar su culo bailando salsa.
Desde joven me han enseñado a ser buen observador, llamé a uno de ellos acercándome a la mesa y le dije si podía salir a la calle…  Tengo un recado para ti, ¿has visto a esta mujer que está bailando con ese muchacho rubio?  Claro quién no.  Me ha dado un recado para ti, ¿a sí y que te ha dicho? Abrí la puerta de mi coche y cuando él metió la cabeza, invitado por mí, la cerré con toda mis fuerzas. Ese es el recado mamón, si vuelves a entrar aquí dentro te descuelgo la cabeza de los hombros, ¿entendido? Con apuros hizo un signo de asentimiento, luego cayó de rodillas al suelo tosiendo y sujetándose el cuello con ambas manos.
Ahora si os tengo que ser sinceros, no tengo a nadie a quién proteger más que a mí mismo, si algo hay que hacer por alguien se hace, aunque me vaya al hoyo con él. Pero debo cuidarme, el médico me ha dado muchos años de vida, no tengo enfermedad terminal alguna pero… eso sí, me ha recomendado calma, que no me ponga nervioso, que deje de preocuparme por las cosas y así viviré mejor. En eso estoy, sin prisa pero sin pausa.
Y mientras tanto, eso, no hace falta matar, pero morir por morir tampoco es el tema.


                                                               -----------------------  

No hay comentarios:

Publicar un comentario