FIDELIDAD A TRAVES DEL TIEMPO Y
LOS AÑOS
Si nunca fuiste
capaz de ser una persona fiel… venga hombre, no me vengas ahora con estas.
Mira, no quiero discutir de este asunto en este momento, pero… ¿podría poner yo
las manos en el fuego por ti respecto a ser fiel? Pues mira cada cual tiene sus
propios secretos, y algunos de los míos no te los voy a contar; ¿Qué, que miras con esa cara de
espanto? Coño, pues que eso no me lo esperaba… o sea ¿Qué me has puesto los
cuernos alguna vez? Bueno… ahora me vas a salir con el asunto de los celos,
como si lo viera.
No si te parece
hablaremos de la película que hemos alquilado hoy, que ya la hemos visto
treinta veces. La hemos alquilado porque sale el tío este bueno, ¿cómo se llama
este actor que te gusta tanto…? joder ahora no me sale el nombre, pero anda que
no me lo he oído de veces… si me lo encuentro por la calle me lo como a besos,
vamos eso es lo que tú siempre dices. Pues claro que sí, yo no haría como tú
decías que hacías cuando eras joven, que te la meneabas mientras veías
películas de artistas que te gustaban. ¿Y cuando he dicho yo tal cosa? No lo sé
pero a mí me lo has contado, algún día de estos que ibas medio pedo y no sabes
lo que te dices…
La fidelidad no
significa nada hoy día, yo creo que depende más de saber ver este aspecto de la
vida humana con filosofía. Vamos hombre, hasta ahí podíamos llegar, ahora va a
resultar que hace falta ser filósofo para saber llevar bien puestos los
cuernos. No, no quiero decir eso, lo que quiero significar es, que dependiendo
del grado de amor y cariño que se tienen dos personas, o los objetivos comunes
que tienen, las infidelidades se pueden ver de una u otra manera, hasta puede
que dejen de ser infidelidades y llegar a ser un elemento en común que ambos
tengan. Pues tú dirás lo que quieras,
pero yo me entero que mi mujer me es infiel, y la troncho la cabeza como a una
col plantada en el huerto. No has
entendido nada de lo que te quiero decir, vamos a ver… ¿estás seguro que a lo
largo de esos treinta y pico de años que lleváis casados, no te ha puesto los
cuernos con alguien, no digo permanentemente, alguien que en algún momento le
haya hecho gracia y se la haya beneficiado?
No, eso no lo sé, ¿Qué
quieres que vaya y se lo pregunte…? No,
yo no quiero nada, pero de cualquier forma serías el último en enterarte, las
cosas esas son así. La gente no te dirá nada, cierto, pero cuando pases por la
calle, o vayas con tu familia en el coche, dirán… Mira ahí va ese cuernudo con
la familia. ¡Eso es que te ha pasado a
ti…! porque te voy a decir una cosa, no te digo esto para que te cabrees, de tu
Gabriela cuentan lo que no está escrito.
Bueno, por lo menos lo que se diga de nosotros, sea o no cierto, lo
tengo asumido.
La mitad del mundo
habla del otro medio, esta es una realidad innegable. De modo que yo veo la
fidelidad más encarada hacia las personas desposeídas de todo, que lo que los
demás puedan decir o imaginar que pasa en mi casa. La fidelidad entre dos
personas, bien mirado es como el pan, que cuando te olvidas comerlo en el día
que lo hacen en el horno, se vuelve duro y lo tienes que usar o para hacer
migas, o dárselo de comer a las gallinas.
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