miércoles, 2 de septiembre de 2015

USTED DISCULPE

                                                                 USTED DISCULPE

Es una persona de lo más educada, no habla por no ofender, siempre se aparta al paso de la gente de forma un tanto exagerada, a veces se lo recrimino y me contesta que no quiere tener problemas con la gente, que hay mucho brabucón por la vida y él no quiere dar motivos a nadie para meterse en problemas.
Tío es que de esa manera que tienes tú de andar apartándote de la gente, tardamos una hora más de lo necesario en comprar en el supermercado. Lo siento de verdad amigo mío, pero no puedo hacer más, la próxima vez procuraré ir a tu paso. No, la próxima vez que tengamos que hacer la compra, me haces una lista de lo que quieres y yo me encargo de llevártelo a casa, a mí no me importa hacerlo, eres mi amigo. No hombre eso no por favor, a mí me gusta ver las cosas y tratar con la gente, piensa en que me paso las semanas sin ver a nadie a causa del trabajo… no me hagas esto.
Pues o espabilas o te dejo colgado en cualquier pasillo y desaparezco, tú mismo. Ya sabes que no me entretengo mirando precios bajos ni nada de esto, solo aprovecho las ofertas, pero si hay tres personas cogiendo cosas, lo lógico es que me espere un poco ¿no te parece? Me parece lo que te salga de los huevos tío… pero ya sabes que vienes conmigo, porque no tienes con qué desplazarte y no te digo esto por echarte nada en cara, que ya sabes que lo tuyo es mío.
A la semana siguiente llaman al timbre, es la hora en la que acostumbra su amigo para recogerlo e ir los dos a la compra. ¿Ya llevas la lista…? Sí la he hecho con toda precisión para no perder tiempo. Aparcan en un lugar cercano a la puerta de entrada, que es lo mismo que decir, que estarán cerca de la salida. Cogen cada cual su carro y entran en el supermercado, las cinco de la tarde y el súper está a rebosar, han comenzado las ofertas de la entrada a los colegios. ¡Me cago en la leche… hoy nos morimos aquí dentro! Ya sabes, nosotros a lo nuestro, no tenemos niños, a por lo que nos haga falta, punto y pelota. Claro, claro… eso está más que claro, clarísimo.
Inevitable, el tranquilo es tranquilo hasta la muerte, se retrasa. Venga joder, siempre igual, tira delante de mí. Vale, no te pongas así. No me pongo de ninguna manera, pero es que oye, parece que te tengan que llevar de la mano hostia… El tranquilo, que siempre hace las cosas dentro de sus rutinas, se desvía a un lado, una mujer con tres niños, uno de ellos sentado en la sillita del carro, mira con cierta atención determinados productos. El amigo que anda apresurado siempre, lo cierto es que no le gusta ir a comprar, lo hace por obligación, no se da cuenta de la mujer con los niños, le pega en el tobillo con el carrito a toda leche y le hace daño en el tobillo, pero daño de verdad, hasta el punto que la mujer cae al suelo.
¡Claro, va usted despistada sin ningún cuidado…! ¿Cómo que voy despistada? es usted un caradura, ha sido su carro el que me atropellado a mí. Se personan dos señoritas, una de ellas con un pequeño maletín de primeros auxilios, se llevan entre las dos a la mujer a la pata coja, hasta un banco de madera y la atienden. El hombre tranquilo se acerca hasta allí dejando el carrito a un lado de uno de los pasillos… ¿Qué tal se encuentra señora? Un poco mejor, pero vaya amigo tiene usted, es un maleducado personas así sobran en el mundo, gracias por interesarse por mí. Mire si a usted le parce les he comprado esto a sus hijos, se deben haber llevado un buen susto pobrecillos. Puede usted contar, gracias  de nuevo por todo.
Ya han terminado de hacer la compra al cabo de tres cuartos de hora. ¿Qué te ha dicho la cegata  esta? Que no vale la pena tener amigos como tú, que gente así, como tú, sobra en la vida. ¿Y tú qué le has contestado? Nada más que deseo que se mejore. Encima… ¡si era ella la que andaba como un pato mareado! Aun así, desde ahora en adelante no me vengas a buscar para ir de compras, veo que eres un tipo irascible y poco sensible, ya buscaré la forma de comprar sin necesidad de ir con el hígado en la boca como cuando voy contigo. ¡A  tomar por el culo! Ahora vuelves a tu casa a pie.
No hay problema, sabía que me ibas a decir eso, eres un tipo predecible, tu carácter te califica.

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