ME DA IGUAL, MI AMOR POR
TI, NUNCA MORIRÁ
No
me importa, es y serás siempre mi amor, la razón es muy sencilla, no puedo
apartarte de mi pensamiento, siento escalofríos cuando siento que estás junto a
mí imaginativamente, para mí eso es amor puro y duro.
Sí
puede sonar a frívolo, trasnochado o hasta a rancio, pero no lo sé explicar de
otro modo, me conformaría solo con verte pasar justo al lado para que mi
corazón siguiera alborotándose como cuando te conocí libremente aquel día de
encuentro campestre. Escondidos en el coche, en un recodo de un camino, que
pocos transitaban. Me hablaste de tu vida desde el tiempo que había pasado sin
que siquiera nos viéramos, nos ofrecimos ambos a cualquier locura, con tal de
no separarnos.
Ese
es el motivo por el cual, decidido como estaba a no perderte nunca más, me
planteé que no te iba a perder de vista, que no iban a haber más resquicios en
nuestras vidas, que aceptaría determinadas condiciones, con tal de poder estar unidos.
¡Que bien nos fueron las cosas al principio…! Sí, arrastramos contratiempos
difíciles de explicar, por una parte, sabíamos que no sería fácil, traía
conmigo una espina, clavada dentro del alma, que trató de destrozarnos la vida,
y cuando logramos sacarla, no sé que pasó, porque poco a poco comenzamos a
ignorarnos.
No
busco culpables a esta situación, ¿sabes por qué? Porque probablemente fuera yo
la causa principal de este distanciamiento, algo dejé de hacer bien. Sé que
algunas cosas que te confesé no las podrías entender, ni yo mismo sé de cierto,
que hubo en aquellas infidelidades que distrajeron mis sentidos hasta el punto
de perderme en un océano de perdición y hasta algunos dirían, de desafuero.
Entiendo
que pasé muchas normas morales por alto, sin embargo, te seguía amando, te amo,
ya sabes que para mí es importante la diferenciación del querer con el amar a
alguien, y con toda seguridad, este sentimiento me lo llevaré a la tumba. Has
dejado clara tu posición y deseos, sigues haciéndome falta, la misma que el
primer día que paseamos de la mano por el pueblo, casi exhibiendo nuestro amor.
Por eso digo en esta breve confesión, mi verdad, mi amor por ti se mantiene a
plena luz, no le temo a la oscuridad cuando apago la luz dela habitación cuando
me acuesto, sé que estás a mi lado, te quiero tener a mi lado, eso nadie lo
puede cambiar.
Ha
medida que pasan los años, crece mi ilusión por ti, es curioso y hasta teatral
que diga esto, puede sonar así, pero es la verdad, mi verdad. Al margen de la
vida que lleves ahora, sé que estás enferma, lo mismo que yo pero de otra forma,
mis dolores son en el corazón simbólico y mi mente, enflaquecida de tanto
amarte. No puedo pedirte volver contigo, sabes perfectamente que eso no es
posible, ahora el volver juntos sería una batalla de intereses que no nos
llevaría sino solo, a compartir un techo y un lecho, seco y falto de respetos,
que jamás deseo compartir con nadie más.
En
fin amor, me queda el deseo y el aliento de saber, cómo en otras causas de la
vida, que cuando mis labios se cierren estará tu nombre, dulce Cherry.
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