SEÑORA NEURÓLOGA, NO PUEDO DORMIR
Lo que tiene que
hacer es tranquilizarse, ser positivo y sobre todo con tanto medicamento que se
toma diariamente… procure hacer cosas que le cansen, que se entretenga en
aquello que le guste, participe con otras personas en actividades lúdicas. Escúcheme un momento por favor doctora… en el
lugar donde vivo no se ve a nadie paseando por las calles, no hay gente joven,
y los que hay, todos curran en polígonos cercanos. No puedo salir de paseo por
temor a pegarme un leñazo con lo que tengo, ahora, sabiendo esto, dígame ¿Qué
haría usted…?
Escriba
o lea, ¿no le gusta leer? Me encanta,
pero los libros que tengo ya me los sé de memoria y no crea… que libros tengo.
Le digo más, la mayoría me los he releído dos o tres veces, también escribo con
mi ordenador, tengo seguidores en un blog, pero que quiere que le diga… aun así
me aburro una cosa mala. Encima con el rollo de que duermo tan mal, de golpe y
porrazo me da un ataque de sueño, y caigo en la cama como si hiciera meses que
no toco un buen colchón.
Pues
yo más medicación no le puedo dar… ya está usted diagnosticado, lo que tiene es
una enfermedad que no tiene cura, pero también le puedo decir, que en la medida
que usted se esfuerce en establecerse unos horarios metódicos, todo le irá
mejor, se lo aseguro.
Los
médicos hablan con sentido de propiedad, con autoridad, saben porque para eso
han estudiado, no recelo de los consejos que me dan, solo que con el tiempo,
cuando ves que estás cada vez más jodido, y cuentas las cápsulas y pastillas
que te recetan, se te cae el alma a los pies. Me pregunto… ¿oye nene, no será
que están haciendo experimentos contigo? Digo esto, porque yo conocía a un
amigo que dejó de serlo por no compartir sus ideas, que era visitador médico.
Ya se sabe de qué va el tema este, vender lo suyo que es lo mejor para determinadas enfermedades, alguna que otra
vez en nuestros encuentros de cenas y comidas en familia, me decía… Mis
laboratorios me han regalado un crucero por las islas griegas, soy quién más ha
vendido dentro de mi grupo.
¡Ole
tus huevos…! En su casa estaban orgullosos de él, no sin razón claro, vendía
todo lo que ponían en la cartera, y estudiaba con cuidado en su despacho, para
recomendarlo a los médicos al día siguiente. Lo que se dice un figura vamos,
hasta nos daba consejos particulares acerca de qué tomar o no dependiendo de
las circunstancias.
Hubo
sin embargo un acontecimiento que a mí me alarmó, me cambié de provincia, temas
de familia, puntos de vista diferentes sobre determinadas cosas que estaban
sucediendo, a consecuencia de mi enfermedad progresiva. Total, que para no
malmeter me fui, en el informe médico que me hizo el último neurólogo que me
trató, me puntualizó, que sobre todo, determinados medicamentos que tengo que
tomar de por vida, no fueran bajo ningún pretexto genéricos, ha amigos míos, este
es otro tema. Alguna que otra vez, he tenido discusiones acaloradas sobre este
tema con la doctora del pueblo. Pero si
es lo mismo una cosa que la otra, lleva los mismos componentes… no sea usted
cazurro hombre.
Pues
por sus bemoles, me ha recetado tres medicamentos que son genéricos, supongo
que será cosa de presupuesto, digo yo vamos.
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