domingo, 30 de agosto de 2015

SIN EXPLICACIONES

                                                          SIN EXPLICACIONES

No, eso no es consecuente, si dejamos que nuestros hijos vayan los fines de semana de discoteca, que vuelvan a la hora que les venga en gana, acompañados por alguien a quién no conocemos y oliendo a alcohol o a marihuana, lo que no se puede hacer es a la mañana siguiente pedirles explicaciones. Poder sí que podemos pero no deberíamos, la razón es bien clara, somos nosotros los que les hemos dejado ir a donde quiera que sea, ni siquiera les hemos preguntado con quién van, quienes son sus amigos.
Puede que conozcamos de refilón a alguna amiga de ellos o amigo, pero eso no debe hacernos personas confiadas, por la noche, todos los gatos son pardos. Diferente sería, si desde la adolescencia, estuviéramos encima de ellos, en el sentido de saber quiénes son sus amigos, donde van a estar y a qué hora van a volver. A eso, comúnmente, se le llama, poner normas, quererlos, interesarnos en ellos, que noten sin enfado alguno, que no queremos que se metan en problemas. Cuesta poco pasar de todo esto, es su vida piensan algunos, vale, entonces no sufras, déjalos a su bola, que entren y salgan cuando es plazca de casa, que se encierren en su habitación con quién quieran y el tiempo que quieran.
Y eso que ahora solo tienen dieciséis años, cuando pase un añito más no habrá forma de ponerles un bocado para dominarlos, para entrenarlos, para dirigirlos. Puede que parezca un poco fuerte ilustrarlo con los arreos de los caballos, pero en modo alguno queremos significar eso. Son personas con su propia personalidad, que tienen sus métodos para andar prevenidos por la vida, aunque eso desgraciadamente no es suficiente. Hace poco, escuchaba de labios de una chica a la que habían violado, que no sabía cuántos eran los que la habían ultrajado, le ofrecieron una bebida. No sé qué pasó mamá, te lo juro… se nos acercaron tres chicos, uno de ellos alto y muy guapo, se pusieron a nuestro alrededor a bailar, Elisa se puso a reír porque uno de ellos parecía un pato mareado cuando se movía, nos invitaron a un cubata… solo sé que tomé un par de sorbos, no recuerdo nada más. ¿Qué hago mamá…?
¿Qué va a hacer mamá… decirle que ya la habían estado avisando que en las discotecas puede pasar de todo…? ¿Qué si en su día hubiera hecho caso a su padre no estaría metida en este problema? Poca cosa se puede hacer después de recibir un palo de este calibre, salvo asegurarse que no haya quedado en estado. Salen las dos de casa, van a la farmacia a buscar la píldora del día después, que por cierto, no es nada barata. Vuelven a casa, la niña se ducha tres veces seguidas, la madre oye caer el agua sin parar. ¿Maite estás bien…? Sí mamá, ahora salgo no te apures. Sale del baño envuelta en una toalla sujeta por encima del pecho, se recoge en el sofá en forma fetal, se queda mirando en su interior. Su madre teme que esto le haya causado un trauma.
Maite lleva dos días casi sin comer, un plátano y un zumo ha sido su alimento en este tiempo, eso sí, se ha hartado de beber agua, su madre está asombrada, antes solo bebía Coca Cola. Esta noche voy a hacer una tortilla de patatas que a ti tanto te gusta. Déjalo mamá, no tengo hambre, comeré algo que pille en la nevera. “Bueno, vale ya…”, tienes que comer sí o sí, ¿has hablado con Elisa? No, pero con ella no creo que se metieran, creo que ni se enteró de lo que pasó, a veces dejamos que nos traigan a casa diferentes chicos, hasta ahora no hemos tenido ningún problema.
La chica está ahora en manos de un psicólogo, no quiere ir al instituto, ni siquiera sale de casa, solo se sienta delante la ventana de su habitación y lee cuentos infantiles. Siga mis consejos al pie de la letra señora, sobre todo si la quiere ayudar, deje de llorar continuamente, lo que le ha sucedido es irreparable ahora. De la mejor forma que se la puede ayudar, es tratar de volver a llevar una vida normal dentro del hogar, poco a poco irá saliendo de este estado de estancamiento que sufre ahora, hay una cosa que es absolutamente cierta, el tiempo lo cura todo. Debemos confiar en que el paso de los días la irá ayudando a recuperarse, a que vuelva a tener confianza en sí misma, y en consecuencia, en los demás.


                                                             -------------------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario