CASADOS Y DESCALABRADOS
¡Que
pena la soltería, que tristeza, que falta de calor humano, que desencanto de
vida! Estamos hechos para casarnos hombre, para abrazarnos en las noches frías,
para darnos besos cuando hay alegrías, y abrazarnos juntos para aguantar las
tragedias… si es que es verdad hombre, ya lo dijo en su día Dustin Hoffman “El
trabajo es necesario, pero sin una familia… sirve de poco”
¡Mentira
gorda, rollos de frustrados! Casarse es una pena joder, que no, que no, que no
se case quien piense que es conveniente porque la caga, ¡pero que la caga bien
gorda! No digo que sea malo, solo quiero decir que es una pena si uno lo hace
sin el convencimiento debido. Que sé de buena tinta, que muchas mujeres lo
hacen para vestir de blanco, por la parafarnalia de todo el tragin que conlleva
una boda, pero no lleva a nada bueno.
Eso
sí, si estás enamorado, si tienes la certeza de que vas a durar muchos años
casado, entonces cásate, ya verás entonces, cuando cumplas determinados
aniversarios, el susto que te llevas cuando la cosa se vaya enfriando y te
llegue una petición de divorcio, ya verás que chasco te llevas. Te parecerá que
te caes por un abismo que no tiene fin, y desde arriba tus amigos solteros,
encima te dirán “Pringado, que eres un pringado, mira nosotros, solteros, sin
compromiso y mojando cada día un boyo nuevo”
Desde
entonces, y hasta que te llegue una nueva boda, irás por la vida con un chichón
en la frente que parecerá un cuerno amputado, eso si no los llevabas antes y no
lo sabías, que de todo hay en la viña del señor. Y aunque vuelvas a casarte, el
chichón te queda ahí no te creas, es una identidad que llevarás el resto de tú
vida. “Mira un recasado…”, es un
estigma, se siente pero es así. Hoffman habla del trabajo en el desarrollo de
la familia, porque se ve que le llegó muy hondo el papel que interpretó en la
película “Muerte de un viajante”, una
gran peli por cierto. Pero de ahí, a que dijera lo que dijo, con convicción, hay
un abismo, ¡coño, el abismo del que antes hablaba, el abismo del divorcio!, si
todo casa perfectamente… ¿te das cuenta o no?
Si
te casas has de currar, y currar de lo lindo, porque hay responsabilidades
adquiridas, lo mismo que si no te casas y vives en pareja, lo mismo da, “tanto
monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. ¡Pero la soltería… joder el ser
soltero… es gloria bendita, es lo mismo que si te tocara la primitiva cada
año!, que alegría llegar a tu casa en verano y despelotarte coger una cerveza
del frigo -después de los cinco quintos
que te has tomado con los amigos fuera-, y ponerte a eructar como un guarro…, ¡hombre
no compares…!, esto es lo mismo que subir al cielo y sentarte sobre una nube, ¡con
un par de huevos!.
Esto
de casado no lo puedes hacer, lo mismo sí pero… depende de cómo te mire la
parienta, ya te acojonas de entrada, ¿No le parece bien? ¿Cómo le va a parecer bien si te está mirando
de reojo tonto de baba? Solo, se está de
coña, sin horarios, sin explicaciones que dar a nadie, sin límites, lo que te
digo, tú límite… el cielo. A mí personalmente, me han hecho falta dos
separaciones para darme cuenta de lo que tengo, mi segunda esposa, que me sigue
queriendo, me llama durante el día ¿Como
estás cariño, que has hecho hoy…? Pues
mira he salido de paseo, me he tomado un carajillo, he escrito un rato,
escuchado música luego, he comido de lo que me trajiste anteayer y eso… ahora
estoy viendo la tele un rato, esperando que llegue la hora de ir a la cama.
Cama
de matrimonio para mí solito, descanso como un gitano -es un decir, como mi abuela siempre lo decía-,
en pelota picada encima de la cama, parezco un Cristo clavado en la cruz oye, y
me sobra espacio. ¿Ah… que si me traigo a alguien a casa? No nunca, no me mola,
mejor paseo y bueno… eso. ¿No querrás
que te cuente mis intimidades no? Estaríamos arreglados, no me caso por eso,
por no dar más explicaciones, y ahora te las voy a dar a ti, vete a paseo.
Todo
tiene su parte buena y la mala, he sufrido mucho y aun sufro, quién me crea
bien, quién no haya él, no voy a ponerme a discutir con lo que puedan pensar
otros, me la bufan. Comenzando por algunos amigos que quieren sonsacarte, hasta
familia, que piensan en yo que sé, ni me importa, cada cual por su camino y el
que quiera ponerse en mitad de mi Talgo, ya sabe lo que le toca, atarse bien
los machos.
En
eso a todo el mundo le doy la razón, descalabrado te quedas para siempre, ¡vaya
cicatrices llevo!, pero con orgullo oye ¿qué porqué?, porque a mi segunda
esposa, aunque la sigo queriendo, no le exijo nada, es todo corazón esta mujer
mía. Y eso, pues… ya ves, aquí estoy, soltero y contento, algunos piensan que
contento por no llorar, y aciertan, lloro, solo a veces, joder no soy un humanoide
esos que hacen ahora, robots, tengo sentimientos, pero lloro solo, y muchas
veces, que puede que alguno no lo crea, lloro de alegría.
Os
cuento esto y me voy, que me esperan. Lloro de alegría, de saber que no
perjudico a nadie, de compararme a pesar de que las comparaciones son odiosas,
que algunos de mi anterior familia viven desgraciados, por no saber
desprenderse de los intereses que se han creado, que no quieren ceder ni el uno
ni la otra, por el apego que sienten a las cosas materiales, más que a la
propia vida en si.
Casarse
es bueno, juntarse también, pero el don de la soltería que ahora disfruto, no
lo cambio por cualquier otra cosa que me ofrecieran. Y si os casáis, ojo con
los descalabros, que no son nada agradables y dependen en buena medida, de las decisiones
que entre actos tomemos.
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