sábado, 12 de julio de 2014

MANERAS DE VIVIR


                                          MANERAS DE VIVIR  


Doy gracias a la madre que me parió, que no he perdido la cualidad  -creo que es una cualidad- de asombrarme por la vida, por lo que uno escucha y aprende, por las muchas sorpresas que me llevo cuando oigo determinadas conversaciones. Cuando salgo de mi casa y paseo, a veces me siento a tomar un café en un par de lugares que tengo cerca de casa. Pues bien, ayer sin ir más lejos, dos señoras algo mayores, de mi edad más o menos, hablaban en la terraza del café donde voy, a este voy casi siempre, lo tengo muy cerca de casa y no tengo que llamar al dueño para que venga a servirme. Las tales señoras, iban acompañadas de tres criaturas, una niña y dos niños  -justo al lado del café hay un parque infantil- y las dos abuelas hablaban pestes de los padres de laos críos.
Pues eso… que sabe mi hija que hoy voy al mercado y me dice que me tengo que quedar con los niños porque Pepe hoy trabaja  -bendito trabajo- y no tiene con quién dejarlos.    Lo mismo me pasa a mí, hija, no tienen corazón ni entrañas, ¡ala a casa de los abuelos…! como si una no tuviera nada más que hacer, ah… pero no le contestes, porque se pone echa una fiera, a mi a veces hasta me insulta, me dice que soy una vieja loca, que estoy como una cabra, que me deja a las niñas porque es mi deber    No haberme tenido, ahora te jodes.   ¿Qué te parece?    Que me va a parecer… todos los hijos que a su vez tienen descendencia, se creen que es nuestra obligación criarlos, ¡que pena me dan, no mis nietos, sino ellos, los padres!   Y lo peor de todo, es que la mayor parte de las veces, vamos de paseo desde aquí hacia el centro del pueblo, y te la encuentras dentro de un bar desayunando con otras amigas, o la ves probándose zapatos dentro de una tienda, que chocho tiene oye, mira, a mí estas cosas me enferman.
Mi hijo es un calzonazos, ni nuera lo lleva de culo, si no es con el trabajo, que llega el chico a su casa echo unos ciscos, lo manda a comprar con la lista de la compra, mientras ella se queda en cama hasta el mediodía. ¡Que hasta le manda hacer la comida…! ¿te lo puedes creer…?     Y tanto que me lo creo, hay chica, que pena más grande llevo encima, porque esta es otra, me los deja sin un euro por si quieren comerse un bollo o un helado, y si le digo algo me contesta    Págaselo tú que para eso son tus nietas. Mira te voy a decir una cosa que no quiero que salga de aquí, entre tú i yo, ojalá se divorciaran de una puñetera vez, porque estoy harta.
Yo estuve oyendo la conversación inevitablemente, sentado en la pequeña mesa de al lado, bajo un parasol, al principio no le di importancia ninguna al tema, pero luego, cuando escuché, ahora con atención, sin distracciones, que quería que se separaran, pensé… ¿Cómo se puede ser tan necio?, lo mejor es que discutan la situación los tres, sin los niños delante claro, sé que esta señora es viuda, de forma que apoyo en su propia casa no tendrá mucho, creo yo. Nada, se conoce que no hablan con franqueza del asunto, se deben tener miedo mutuo todos, ¿será por el bien de los niños?, no, de eso nada, los niños son niños pero son como esponjas, lo captan todo. De ahí pasaron a temas un poco más escabrosos, que estaba guardando dinero para ponerse tetas nuevas, que se había comprado unos tangas que no veas, cosas de estas.   Pues mi hijo me parece que lleva unos cuernos el pobre, te lo digo porque ella, cuando está en casa, esperando a que vuelva del trabajo él, no para de mandar mensajes y reírse, luego la llaman y está de charla con un tío, una mujer no puede ser, lo digo por el modo de hablar que tiene y las cosas que le contesta al otro.
La gente se acostumbra a vivir así, de esta manera, sufriendo, pero están por medio, los nietos. Y ya se sabe, que los abuelos están para eso, para malcriarlos, esto es fácil deducirlo, son los padres los que tendrían que estar con ellos el mayor tiempo posible, invertir en su futuro. Los abuelos no pueden llenar el espacio de los padres, necesitan tiempo de calidad con sus progenitores, más o menos tiempo, ese es otro tema, pero en la medida que se pueda, pero la educación depende de ellos. Con el tiempo, cuando se hacen mayores, muchos de estos nietos pasan de los padres, entonces estos, le echan la culpa a los abuelos que se lo han consentido todo, sin límites.    Tú tienes la culpa de que la niña me conteste así.  Imagino como se deben sentir los abuelos al escuchar esto. Sin duda alguna, algunos de ellos lo deben aceptar y todo, se deben sentir culpables.     Es verdad lo que dice mi hija, tendría que haber puesto más empeño y no darles todo lo que me pedían en su día.  Así se mueren, con el sentimiento de culpa de haber tenido hijos y que ellos a su vez les dieran nietos, que es lo más grande del mundo para un abuelo.


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