MANERAS DE VIVIR
Doy
gracias a la madre que me parió, que no he perdido la cualidad -creo que es una cualidad- de asombrarme por
la vida, por lo que uno escucha y aprende, por las muchas sorpresas que me
llevo cuando oigo determinadas conversaciones. Cuando salgo de mi casa y paseo,
a veces me siento a tomar un café en un par de lugares que tengo cerca de casa.
Pues bien, ayer sin ir más lejos, dos señoras algo mayores, de mi edad más o
menos, hablaban en la terraza del café donde voy, a este voy casi siempre, lo
tengo muy cerca de casa y no tengo que llamar al dueño para que venga a
servirme. Las tales señoras, iban acompañadas de tres criaturas, una niña y dos
niños -justo al lado del café hay un
parque infantil- y las dos abuelas hablaban pestes de los padres de laos críos.
Pues
eso… que sabe mi hija que hoy voy al mercado y me dice que me tengo que quedar
con los niños porque Pepe hoy trabaja
-bendito trabajo- y no tiene con quién dejarlos. Lo mismo me pasa a mí, hija, no tienen
corazón ni entrañas, ¡ala a casa de los abuelos…! como si una no tuviera nada
más que hacer, ah… pero no le contestes, porque se pone echa una fiera, a mi a
veces hasta me insulta, me dice que soy una vieja loca, que estoy como una
cabra, que me deja a las niñas porque es mi deber No haberme tenido, ahora te jodes. ¿Qué te parece? Que me va a parecer… todos los hijos que a
su vez tienen descendencia, se creen que es nuestra obligación criarlos, ¡que
pena me dan, no mis nietos, sino ellos, los padres! Y lo peor de todo, es que la mayor parte de
las veces, vamos de paseo desde aquí hacia el centro del pueblo, y te la
encuentras dentro de un bar desayunando con otras amigas, o la ves probándose zapatos
dentro de una tienda, que chocho tiene oye, mira, a mí estas cosas me enferman.
Mi
hijo es un calzonazos, ni nuera lo lleva de culo, si no es con el trabajo, que
llega el chico a su casa echo unos ciscos, lo manda a comprar con la lista de
la compra, mientras ella se queda en cama hasta el mediodía. ¡Que hasta le
manda hacer la comida…! ¿te lo puedes creer…? Y tanto que me lo creo, hay chica, que
pena más grande llevo encima, porque esta es otra, me los deja sin un euro por
si quieren comerse un bollo o un helado, y si le digo algo me contesta Págaselo tú que para eso son tus nietas.
Mira te voy a decir una cosa que no quiero que salga de aquí, entre tú i yo,
ojalá se divorciaran de una puñetera vez, porque estoy harta.
Yo
estuve oyendo la conversación inevitablemente, sentado en la pequeña mesa de al
lado, bajo un parasol, al principio no le di importancia ninguna al tema, pero
luego, cuando escuché, ahora con atención, sin distracciones, que quería que se
separaran, pensé… ¿Cómo se puede ser tan necio?, lo mejor es que discutan la
situación los tres, sin los niños delante claro, sé que esta señora es viuda,
de forma que apoyo en su propia casa no tendrá mucho, creo yo. Nada, se conoce
que no hablan con franqueza del asunto, se deben tener miedo mutuo todos, ¿será
por el bien de los niños?, no, de eso nada, los niños son niños pero son como
esponjas, lo captan todo. De ahí pasaron a temas un poco más escabrosos, que
estaba guardando dinero para ponerse tetas nuevas, que se había comprado unos
tangas que no veas, cosas de estas. Pues
mi hijo me parece que lleva unos cuernos el pobre, te lo digo porque ella,
cuando está en casa, esperando a que vuelva del trabajo él, no para de mandar
mensajes y reírse, luego la llaman y está de charla con un tío, una mujer no
puede ser, lo digo por el modo de hablar que tiene y las cosas que le contesta
al otro.
La
gente se acostumbra a vivir así, de esta manera, sufriendo, pero están por
medio, los nietos. Y ya se sabe, que los abuelos están para eso, para
malcriarlos, esto es fácil deducirlo, son los padres los que tendrían que estar
con ellos el mayor tiempo posible, invertir en su futuro. Los abuelos no pueden
llenar el espacio de los padres, necesitan tiempo de calidad con sus
progenitores, más o menos tiempo, ese es otro tema, pero en la medida que se
pueda, pero la educación depende de ellos. Con el tiempo, cuando se hacen
mayores, muchos de estos nietos pasan de los padres, entonces estos, le echan
la culpa a los abuelos que se lo han consentido todo, sin límites. Tú tienes la culpa de que la niña me
conteste así. Imagino como se deben
sentir los abuelos al escuchar esto. Sin duda alguna, algunos de ellos lo deben
aceptar y todo, se deben sentir culpables.
Es verdad lo que dice mi hija, tendría que haber puesto más empeño y no
darles todo lo que me pedían en su día.
Así se mueren, con el sentimiento de culpa de haber tenido hijos y que
ellos a su vez les dieran nietos, que es lo más grande del mundo para un
abuelo.
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