MENTE ANCHA
Nunca
he estado casado, hago esta puntualización por el hecho de que en el registro
del juzgado, cuando pides que te casen, debes llenar un documento en el que una
de las cuestiones pregunta tú estado, al ser que no estoy embarazado, debe
referirse a si estóy o no casado.
Pues
mira, por pelos estuve una vez tentado a contestar sin que ella lo supiera,
“estado casado”, ¡la que se hubiera liado…!, había demasiada gente cerca para
contestar esto, más bien solo poner una X en la casilla pertinente. Me salvó el
hecho, de que llenando juntos el formulario o petición del juzgado de mi
pueblo, apareció el novio anterior de Aurelia, ¡una de esas casualidades de
la vida…! Me dejó llenando mi formulario
sentado en la terraza de un bar cercano a mi casa y fue con él a dar una
vuelta -Vuelvo enseguida mi amor… Yo que soy de mente ancha me la creí,
todavía la estoy esperando.
Oye
que me molesté en ir a preguntar por ella
a su casa, hablé con sus padres con un falso compungimiento, lloré y
todo, que lo mío me costó para convencerlos, solo de que estaba triste,
destrozado, deprimido, que no sabía si me iba a suicidar… -Es que, ¡la quiero tanto… Nada Marcos debes olvidarla, ha decidido
ir a vivir con ese hombre, ya no hay nada que hacer chico… y yo me puse a
fingir que lloraba de nuevo, bueno llorar lloré un huevo, pero acordándome de
mi hermano que lo arrollo un taxi cruzando un paso cebra y nos lo mató me entró
el llanto a tiempo, ¡aquello los convenció de verdad!, pero aparte eso creo que
no tenía ninguna otra obligación, de manera que la olvidé, del mismo modo que
la conocí.
Ya
no me pilla nadie, y mira que a veces se ponen dulces las nenas, que quieren
salir conmigo… pero nada, a unas les digo que tengo un cáncer, que no sé cuánto
duraré. A la hija de un abogado que se fijó en mí, hace tiempo de esto, se
pagaba la carrera a base de trabajar cuando no iba a la universidad, en un bar
de top-les, he, la chica era un bombón de los buenos, de esos que a mí me
gustan, rellenitos de licor, de ron si puede ser -sería mucho pedir que fueran de Habana Club
añejo-. Pues eso… que por qué no salimos luego, cuando termine la jornada, que
si eres muy guapo, que vistes muy bien etc, etc, etc. ¿Vamos a tú casa o a la mía amor…? ¡Huy… que casi sin conocerte, una chica que
trabaja ya sabes dónde te llame amor… me enciende todas las alarmas, pero
bueno, le dije que a la mía.
Que
me vicié con aquel monstruo, ¡tenía unas caderas… que si se bebe un vaso de
leche mea yogur!, se movía que ni te cuento, no podría. Creo que se me ponían
los ojos del revés oye, al principio creí que era algo que me echaba en la
bebida, pero no, las copas me las servía yo, y otra cosa, de drogas nada, ni un
porro de marihuana.
La
verdad es que me costó desprenderme de aquel vicio extraordinario, pero con
fuerza de voluntad y cerrando la cartera, dejé de ir a verla, al poco se me
pasó aquella especie de fiebre loca. Cada vez que me pasaba algo así, pensaba,
“nene tú mantén la mente ancha”, en todos los sentidos quiero decir, porque
como no te apercibas de los problemas en los que te puedes meter, ya me veo
paseando vestido de pingüino por la alfombra de una iglesia.
Hay
muchas mujeres que no se casan con uno si no es por la iglesia, en un centro
comercial, me paré a tomar un café en una de esas franquicias que hay, cuatro
chicas hablaban en la mesa de al lado “Pues tú dirás lo que quieras, pero para
mí dos personas que no se casan por la iglesia no están bien casadas”. Otra
alimentaba la idea diciéndole “Es el día más feliz de tú vida tonta, has de
disfrutarlo al máximo, y casarse por la iglesia, le da aire de grandeza al
acontecimiento”.
Y
cuando lleguen las primeras peleas, lo primero que romperá contra la pared,
será la foto de boda en un jardín con pavos reales y un estanque al fondo, eso lo digo con
conocimiento de causa, tengo un amigo y una amiga que viven juntos por eso,
estaban casados con sus respectivos, tuvieron una pelea de las que hacen
historia y las dos mujeres, rompieron la foto de la habitación contra la cabeza
del sufrido marido.
Por
eso se juntaron pero sin boda ni hostias, tú, tu libreta, yo la mía, y a cagar
al río si hay malos rollos. Pues que quieres que te diga oye… que haga cada
cual lo que quiera, ¡que se casen hombre, dejarlos que sean felices o
infelices, da lo mismo, hay que tener la mente ancha! Que no se casan, pues que
no se casen…, el que no esté contento con el rollo de juntarse, que se separe y
listos. Es posible que alguien piense que soy un cínico al expresar estos
asuntos con liberalidad y desenfado, claro eso es lo que pretendo. No provocar
a nadie ni reírme de los problemas de los demás, lo único que trato de plasmar
en este escrito, es que no hace falta ser un repipi, uno o una de esas que
dicen “¡A mí…, eso no me pasaría nunca! Yo me entero de que mi Carlos me la
pega, y lo tiro por el balcón del ático a la calle, no sale de casa ni por la
puerta fíjate”.
¡Venga
ya!, si lo sabes desde antes de casarte, que se lo monta con la de la
tintorería. Pasa que entonces era solo una presunción, Carlos te dijo que una
vez casados aquello se acabaría, ¡lo que se ha acabado, es lo vuestro, desde
aquel día!, en otras palabras, salvo un documento que acredita que disponéis de
cierto orden legal, todavía no habéis empezado, y eso que tenéis tres hijos y
cuarto, -lo del cuarto va por el
embarazo de tres meses-.
No
es gracioso, es una desgracia como cualquier otra pero que jode mucho. Habla la
mujer casi sin abrir la boca, con los dientes apretados, eso es la mala leche
que lleva recociéndola por dentro, ¡verás la pobre criatura que sale…!
Dicen
los expertos, sociólogos y tal, que la juventud ahora es diferente porque los
objetivos cambian a medida que cambian los tiempos, vale puede ser. ¿No será
que ya desde que son embriones -porque
los fetos se quedan con toda la película del exterior… no nos engañemos-, se
encuentran con apretones por todos lados,
fruto de los problemas internos de la madre? Con los gritos y tensiones
que llevan las familias, ¿cómo no van a nacer como motos las criaturas?
He
cavilado mucho en los últimos años, por
cosas como las que veis aquí escritas, la mayoría, las he vivido, y eso, creo
yo, me hace suficientemente válido para opinar sobre este tema en concreto.
Por
esa razón opino, que ser de mente ancha es tratar de ver las cosas en toda su
dimensión. ¡Coño mira, ya ha hablado un sabio!, no, solo me considero una
persona bregada en estas cosas, que me equivoco… en algunos aspectos seguro, solo
hablo desde la perspectiva de una persona que ha padecido mucho, y que ha hecho
padecer.
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