UN PUTO CRAC
Ringring ringring
ringring ringring, es el móvil de
Joan…, mira la pantalla, aparece una frase de una fiel admiradora que solo dice
“Un puto crac” ¡Se queda algo consternado!, coño, ¿y eso?
Se
pone a darle vueltas al tarro y mira tú por donde, quién le contesta a un par
de escritos que le ha colgado, es su sobrina, he, que nadie crea que es una
mujer poco culta ni tonta, tendrá sus cosas como todo el mundo, pero de tonta
no tiene ni un pelo.
Pues
mira, voy a dedicarle una especie de mensaje cifrado tú, entre ella y yo desde
bien jovencita, ha habido mucho feeling (me cago…, ahora no sé si se escribe
así esto de buena conexión en inglés), pero qué más da, si ella lo va a
comprender perfectamente.
¡Ya
están llamando al timbre…! joder siempre tienen que interrumpir cuando está en
racha de escribir. Menos mal que tengo pantallita en el piso para ver quién
llama, pero como no le abra a este se tira toda la tarde apoyado en el pulsador,
como no tiene otra cosa que hacer que andorrear por ahí y gorrear a los amigos.
¡Pobrecillo bien mirado… si está cómo yo más o menos!, somos de esos según lo
que los catalanes llaman cuando a uno lo ven por ahí escribiendo y dibujando
por la calle: “Els y falte un bull com les guises”, que soy catalán, y todavía
no sé bien que significa.
-Hola
Alberto, ¿qué quieres nen?
-Nada
¿qué haces?
-Oye
te he dicho mil veces, que si no quieres nada, no me toques los huevecillos que
tengo cosas que hacer…
-Déjame
subir anda…
Sube
y cómo siempre que viene a casa, es para contarme sus miserias, conste que yo
no le cuento a nadie las mías, ¿pa qué si nadie te soluciona nada?
-Estoy
harto Joan, esta tía me marea y me torea cómo quiere, ya no puedo más.
-Pues
si vienes buscando un sicario que te resuelva el tema, has llamao en mala
puerta.
-No
hombre, a esta le doy puerta cuando quiera.
-Ya,
lo que tú digas. Eso será después de que acabe de sacarte los cuatro cuartos
que te quedan ¿no?
-¡Qué
no soy un tonto de baba oyes!
-Ni
yo tampoco, y mira… ¿Ya has vendido la casita de Albiñana?
-Sí,
porque no quería ir, decía que estaba demasiado lejos y como además necesitaba
dinero para arreglarse la boca pues… se lo di a ella.
-¿Toda
la pasta para la boca?
-Pues
oye que casi estuvo a punto de pedirme más porque no le llegaba.
-¿Qué
se hacho la boca de platino y diamantes de cuarenta quilates?
-No
home, no, pero los dentistas son muy caros.
-Alberto,
lo siento, definitivamente me ganas a “gilipollas del siglo”.
-Va
tío ahora vete, tengo que escribir una cosa.
-¿De
qué va? Dime.
-Que
te vayas joder, mañana estate en casa del Dani y hablamos ¿vale?
Ahuuuuuuummmmmmmm,
tengo que hacer respiraciones largas, pausadas, vaciar la mente del mal karma
que tiene Alberto, desde que sale con la colombiana.
A
lo que iba… mi sobrina es un tesoro raro, de estos que si alguien se encontrara
en el profundo océano no tocaría, desdoraría todo su entorno si alguien la
sacara de ahí. Ahora, que está a punto de casarse de nuevo, lo mismo que yo no te creas, que ya van dos
bodas y la segunda cagada fue lo mismo que la primera-.
Pero
a ella es imposible que le pase eso, la razón es muy sencilla, el novio, sabe
exactamente lo que lleva de la mano cuando pasean juntos o trabajan, es un tío
con un par de bemoles, sabe atarse bien los machos en lo que al amor se
refiere.
Hoy
he soñado con ellos, a él no he podido verlo con mucha claridad en el sueño, la
luz que despide los ojos de mi amada sobrina, lo iluminaban todo, el registro
donde entraban a casarse, se transformaba de pronto en una gran catedral de
roca de cristal, y de las columnas que la componían, salían sonidos, jamás oídos
por seres humanos.
No
exagero, cuando escribo, estas palabras que de alguna forma, debo terminar.
Saber crecer es
saber vivir, si no amamos,
ya estamos medio
muertos, por eso la vida
exige como cualquier piedra del camino, que
con el paso del
tiempo se desgasta, ser
repuesta por otra
más fuerte, la vida debe ser
larga y la piedra
de repuesto fuerte.
Las avenidas de
agua, los torrentes, se llevan
a las más débiles,
pero si el amor arraiga, no
hay inundación que
no sepa resistir, y tú
puedes.
Quiere, besa,
acaricia, vive, ama, no hay
formularios escritos que nos digan que hacer
ni cómo hacerlo.
La vida de toda persona es plena, cuando
uno siempre está, pase
lo que pase, en la
línea de salida.
Conversar,
comunicarse, esa es una de las claves del triunfo del amor en la vida de
cualquiera. Ella lo hace como nadie, y aunque pocas sean sus palabras, dice las
justas, ¿para qué usar métodos obsoletos, teóricos, que solo son opiniones de
determinados personajes? Los ruidos y movimientos, recorridos de la vida, nos
llevan hasta un final que todos desean sea el mejor. “Los primeros cuarenta
años de la vida de todo hombre, nos dan el bosquejo; el resto del tiempo, la
consecuencia”.
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