domingo, 13 de mayo de 2012

PECES PULMONADOS.

                          
                                 PECES PULMONADOS.


Existen, si señor, igual que existen  también los peces andadores, a los que no les hace falta vivir dentro del agua permanentemente, porque también están pulmonados. Son especies raras hasta que los naturalistas los descubren y les ponen nombres.
De igual manera existen humanos a quienes les gustaría vivir bajo el agua, con la salvedad de que no tienen agallas para hacerlo. ¡Qué mal repartido está el mundo! , otros quisieran volar al espacio, yo me conformo con ser una persona normal, con sus virtudes y sus defectos ¿para qué aspirar a más?.
El tener una doble vida debe ser complicado, estás a merced de todo lo que sucede debajo de ti y encima de ti. En honor a la verdad, en un tiempo yo también fui un  pez pulmonado, andaba de acá para allá sin estar consciente de lo que eso me podía reportar, en el agua hay peligros, pero en tierra también. Las aletas natatorias, las usaba como brazos al salir del agua, ¡que divertido!, las apoyaba en el barro y me arrastraba usando mi cola como timón.
Un día en el que la charca donde vivía se estaba secando, unos cuantos de nosotros decidimos echar a andar fuera del agua, estábamos preparados para esta vida también. En el momento de sacar nuestras cabezas del agua fangosa, unas aves gigantescas nos estaban esperando, con unas patas larguísimas, y unos picos afilados como espadas, comenzaron a comerse a unos cuantos de nosotros, ¡que susto!, unos cuantos de nosotros emprendimos la retirada a tiempo, justo el que necesitamos, para meternos en el agua. Allí también corríamos peligro a causa de la altura del agua, pero estábamos en nuestro elemento, sería más fácil despistar a aquellas aves.
Por si acaso me quedé quieto en el fondo de aquel barrizal, con la esperanza de pasar desapercibido. Logré salvarme de aquel envite, otros no tuvieron tanta suerte, descansaban en los estómagos de esos bichos, sin posibilidad de salir, escalando por esos larguísimos cuellos.
Entonces es cuando te preguntas ¿soy pez o animal terrestre?, ¡vaya un favor que nos ha hecho la evolución, o la creación da lo mismo!, la cosa es que no sabes a qué atenerte, si somos peces ¿por qué no tenemos agua?, si somos animales de tierra ¿por qué andamos arrastrándonos?, las serpientes son otra historia, están adaptadas perfectamente a esa forma de vida de reptiles, ¿pero nosotros?...
Es que hasta la expresión peces pulmonados, parece ridícula, no tiene explicación alguna, por lo menos para mí, estamos en mitad de ninguna parte, será que se nos da la elección de vivir dentro del agua o fuera. Pero por muchas cabilas que te hagas, la cosa pinta un poco mal para nosotros.
Por esa razón, creo yo, que lo mejor es mantenerse en su sitio, el agua, y no tratar de ser pretencioso a la hora de decidir donde vivir. En la época en la que decidí salir del agua y entrar a mi antojo, las cosas andaban de otro modo, salías, te paseabas, respirabas el olor de las plantas y los árboles, mirabas a tú alrededor, y luego, volvías a la charca, oye que bien que me sentía entonces. Hasta que comenzó a picarme la curiosidad de que era lo que había un poco más halla,  -cosa absolutamente normal por otra parte-, y ahí comenzaron los problemas.
Los demás animales no entendían que pudiera haber peces que respiraran fuera del agua, de modo que cuando veían que salía un pez del agua y se ponía a respirar y a andar, de alguna manera, se extrañaban y nos veían como contrincantes  -no penséis que somos solo tres o cuatro especies de peces los que somos capaces de respirar aire-, algunos de nosotros podríamos eliminar a un ser humano de un bocado.
Y fíjate tú, no creo que los humanos hallan descubierto todas las especies que existen. De manera que hay que tener cuidado, pero los que tenemos que tener más cuidado somos nosotros, todo el mundo está al acecho de estas especies pulmonadas.
Por si acaso, prefiero ser un pez llana y simplemente, nadar, comerme a otros más pequeños que son mi comida, y nadar, aparearme y tener descendencia. El tratar de ser dos cosas a la vez, creo yo, no conduce a ninguna parte, los de mi especie, estamos limitados a vivir en el agua dulce, los que viven en el mar son otra historia. Allí todo es inmensamente grande, también tienes posibilidades de ser atrapado por otros más grandes que tú, pero yo me conformo a vivir donde estoy y cuando se me acabe el agua morir en paz.
Esto como podéis imaginar, no lo estoy escribiendo yo,  -soy un pez, pulmonado eso sí, pero un pez al fin y al cabo-, lo escribe un naturista que me hizo la autopsia para verme por dentro, pero aun así, en aras de la ciencia, se verá fácilmente que el llevar una doble vida aunque estés preparado para ello, hay que saber elegir. Espero que estas postreras palabras mías, os ayuden a meditar que no se puede vivir de dos maneras y salir inmune de ello.


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