A VER SI NOS PONEMOS DE
ACUERDO…
Tú
por la razón que sea te habías cansado de mí, no vale la pena entrar en motivos
y razones, casi siempre las razones, son irracionales. Bueno… ¿pero me pasarás algo no? Si claro, lo que pueda hasta que te repongas
un poco, al fin de cuentas estamos todavía casados, para mí eso cuenta no
creas. Ahora, también te digo una cosa, te pasaré lo que pueda, si es la misma
cantidad que te paso ahora, la mitad de mi pensión, te lo pasaré, pero solo
hasta que pueda.
Me
fui a vivir lejos, muy lejos, dentro de la península claro, manteníamos
contacto telefónico casi a diario, yo le preguntaba cómo se encontraba y ella
hacía lo propio conmigo. Como sea que las circunstancias en mi caso, cambiaron
sensiblemente en lo referente a lo económico, dejé de pasarle la cantidad de
dinero que ella creyó que era vitalicia.
Oye, ¿cómo es que me has pasado este mes solo seiscientos euros?, no
quedamos en eso ¿vale?, si no me piensas pasar lo que acordamos de palabra al
principio, tendré que pensar en denunciarte.
¡Toma
castaña…! Ahora de golpe y porrazo, amenazas, menos mal que no tengo hijos con
ella que si no se me cae el pelo…
A
ver si nos ponemos de acuerdo… ¿no fue decisión tuya que yo marchara de casa en
favor de tus hijos? Acepto mi parte de culpa, si en algo los ofendí les pido
perdón, es más, en su día lo hice, de cualquier modo posible, no respondieron a
mis llamadas, quise pedirles la razón del porqué dejaron de venir por casa, la
respuesta fue… nada. Como si hubieran pensado todos a una… ¡Si estás majara que
te encierren! Eso es lo que hice, encerrarme en mí mismo, quiero decir que me
puse a pensar en mí, al fin y al cabo, no hice nada para merecer que me tuviera
que ir de mi casa, de modo que date con un canto en los dientes, solo me llevé
de la casa mi ropa y mis zapatos.
¿Qué
quieres divorciarte…? pues nos divorciamos, ya ves, en los últimos años, creo
que…, bueno no vale la pena contar las ocasiones en las que yacimos juntos en
nuestra cama. Perder hemos perdido los dos, ganado también, en tranquilidad, en
que ahora todos tus hijos y nietos vienen a tu casa y cuidan de ti. ¿Tendré yo
también el derecho de cuidarme y de que estén por mí? La diferencia es que
ahora, donde vivo, dependo de terceras personas que son buenos amigos, a, y una
asistenta ala que he dado de alta en la Seguridad Social y que me hace
determinados trabajos que ya no puedo hacer solo, limpiar, arreglarme la ropa,
cocinarme determinados platos, etc, etc,
¿Tan
difícil de entender es esto? El que
estés en inferioridad de condiciones económicamente hablando no significa que
tenga que sustentarte. Esto no es un arreglo, que quede claro. Espero de todo corazón,
que no tomes estas palabras como un desaire contra tus denuncias, en el fondo
estuve mucho tiempo esperando con una pequeña llama encendida en mi corazón,
esperando que se prendiera nuevamente un fuego, siendo que las cosas han tomado
este cariz, te deseo lo mejor, eso sí, quedarás gravada en mi recuerdo como con
fuego, ese que nos incendió un día y que para ser precisos, pienso que en tu
interior todavía se mantiene encendido de alguna forma.
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