sábado, 31 de octubre de 2015

A VER SI NOS PONEMOS DE ACUERDDO...

                                                 A VER SI NOS PONEMOS DE ACUERDO…

Tú por la razón que sea te habías cansado de mí, no vale la pena entrar en motivos y razones, casi siempre las razones, son irracionales.    Bueno… ¿pero me pasarás algo no?   Si claro, lo que pueda hasta que te repongas un poco, al fin de cuentas estamos todavía casados, para mí eso cuenta no creas. Ahora, también te digo una cosa, te pasaré lo que pueda, si es la misma cantidad que te paso ahora, la mitad de mi pensión, te lo pasaré, pero solo hasta que pueda.
Me fui a vivir lejos, muy lejos, dentro de la península claro, manteníamos contacto telefónico casi a diario, yo le preguntaba cómo se encontraba y ella hacía lo propio conmigo. Como sea que las circunstancias en mi caso, cambiaron sensiblemente en lo referente a lo económico, dejé de pasarle la cantidad de dinero que ella creyó que era vitalicia.   Oye, ¿cómo es que me has pasado este mes solo seiscientos euros?, no quedamos en eso ¿vale?, si no me piensas pasar lo que acordamos de palabra al principio, tendré que pensar en denunciarte.
¡Toma castaña…! Ahora de golpe y porrazo, amenazas, menos mal que no tengo hijos con ella que si no se me cae el pelo…
A ver si nos ponemos de acuerdo… ¿no fue decisión tuya que yo marchara de casa en favor de tus hijos? Acepto mi parte de culpa, si en algo los ofendí les pido perdón, es más, en su día lo hice, de cualquier modo posible, no respondieron a mis llamadas, quise pedirles la razón del porqué dejaron de venir por casa, la respuesta fue… nada. Como si hubieran pensado todos a una… ¡Si estás majara que te encierren! Eso es lo que hice, encerrarme en mí mismo, quiero decir que me puse a pensar en mí, al fin y al cabo, no hice nada para merecer que me tuviera que ir de mi casa, de modo que date con un canto en los dientes, solo me llevé de la casa mi ropa y mis zapatos.
¿Qué quieres divorciarte…? pues nos divorciamos, ya ves, en los últimos años, creo que…, bueno no vale la pena contar las ocasiones en las que yacimos juntos en nuestra cama. Perder hemos perdido los dos, ganado también, en tranquilidad, en que ahora todos tus hijos y nietos vienen a tu casa y cuidan de ti. ¿Tendré yo también el derecho de cuidarme y de que estén por mí? La diferencia es que ahora, donde vivo, dependo de terceras personas que son buenos amigos, a, y una asistenta ala que he dado de alta en la Seguridad Social y que me hace determinados trabajos que ya no puedo hacer solo, limpiar, arreglarme la ropa, cocinarme determinados platos, etc, etc,
¿Tan difícil de  entender es esto? El que estés en inferioridad de condiciones económicamente hablando no significa que tenga que sustentarte. Esto no es un arreglo, que quede claro. Espero de todo corazón, que no tomes estas palabras como un desaire contra tus denuncias, en el fondo estuve mucho tiempo esperando con una pequeña llama encendida en mi corazón, esperando que se prendiera nuevamente un fuego, siendo que las cosas han tomado este cariz, te deseo lo mejor, eso sí, quedarás gravada en mi recuerdo como con fuego, ese que nos incendió un día y que para ser precisos, pienso que en tu interior todavía se mantiene encendido de alguna forma.


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