NUNCA VOCES TRASNOCHADAS
Pasan
meses, a veces años, puede que haya un tiempo que hasta se te olviden sus
voces, pero siempre hay algo dentro de la memoria que te ayuda a reconocerlas.
Ya no solo hablo de amigos que has dejado atrás, tampoco de determinada familia,
de los que sabes por terceros que su vida ha tomado otro rumbo, y ante esto tú
personalmente no puedes hacer nada.
He
perdido a un ser queridísimo por mí, que dejó una profunda huella en mi vida, pero
echó raíces y ellos son ahora un futuro que me alienta, hasta de pensar en
ellos mi corazón se trastorna, es difícil explicar después de determinados
sucesos, cómo renace mi vida pensando en esa causa que tengo para seguir vivo.
No, no estoy perdiendo el tiempo, ellos saben bien, hasta que punto pueden
confiar en mí, no tengo nada, pero lo poco que poseo es gracias a ellos, y por
ellos.
Dioses
del Olimpo, ¡Que bien he dormido esta noche pasada, para mí espíritu ha sido un
auténtico bálsamo! Y todo se resume a haber podido hablar con uno de ellos, he
estado esta mañana soleada dando un paseo en mi bicicleta de paseo, creedme, he
respirado cada bocanada de aire,
pensando en la conversación que tuve con mi hija mediana, se me abrió el
corazón cuando oí su voz amable, el relincho del caballo que montaba, es una
excelente amazona.
No
voy a ninguna parte, estoy donde debo estar, aquí los médicos ya me conocen,
saben en que estado estoy, me faltan fuerzas para hacer paquetes y mudarme. Me
gustaría estar en otras circunstancias para poder resarcirlos de mi ausencia,
han sido muchos años los que han estado en abandono, su madre suplió mi
presencia, fue demasiado para ella, se sobrecargó de inquietudes, las emociones
la pudieron, me necesitaba y yo la abandoné.
Creo
en el perdón aunque no en el arrepentimiento, lo que haces mal ya no tiene
remedio, no puedes volver al nido si tienes las alas rotas. Que ella se
precipitó en determinadas decisiones… lo comprendo, no soy nadie para juzgarla,
pero ellos me hacen falta, lo ilustro con el árbol, al que se le podan
determinadas raíces, que son vitales para su supervivencia. Solamente yo fui el
responsable de no asumir mi responsabilidad, aunque estaba enfermo ya entonces,
no me puedo escudar en ello para justificarme.
Les
pido ahora que ya estoy en un punto sin retorno, un margen de confianza,
sabiendo en que situación psíquica me encuentro, eso es algo que nadie puede
comprender, ellos creo que sí pueden, por eso les ruego indulgencia, y dado que
reconozco mis errores, su perdón.
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NUNCA VOCES TRASNOCHADAS
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