FIESTA DE GUARDAR
Cuando
era jovencillo, el domingo era fiesta de guardar. Me pregunté una y mil veces
que era aquello de “fiesta de guardar”. Luego entendí que era el día que debía
dedicarse al Señor, especialmente por la tarde, mis padres nos enviaban cada
tarde al mismo colegio donde a estudiábamos a diario, y allí, nos recibían unos
chicos mayores que nosotros, llevaban colgado de sus trajes impolutos, unas
anchas cintas de color azul claro y amarillo, con un medallón que colgaba en el
extremo, eran los catequistas. Nos enseñaban cosas relacionadas con la
religión, la historia sagrada, la vida de Jesús etc.
Después
si nos portábamos bien y no hacíamos gamberradas ni armábamos demasiado revuelo,
desplegaban unas sábanas enrolladas en unos tubos de cartón, a modo de pantallas
de cine, y se apagaban las luces para dar paso a una proyección de películas en
blanco y negro. Casi siempre eran películas de famosos artistas americanos,
Charlot, Buster Keaton, Harold LLoid, y muchos otros que ahora, en honor a la
verdad ya no recuerdo.
Así
se pasaba la fiesta de guardar para nosotros durante mucho tiempo, muchos
domingos. Un día que mi padre estaba de buen humor y paseamos por la Plaza
Cataluña toda la familia, le pregunté hasta cuando teníamos que ir a
catequesis, me contestó que ya faltaba poco para que dejáramos de ir, que tuviera
un poco de paciencia. No insistí más sobre el asunto, solo esperé sus indicaciones,
hasta que un día de domingo después de comer…
Sino queréis ir más al rollo este del catecismo, no es necesario que
vayáis.
Desde
aquel día hicimos planes con los amigos para quedar, íbamos donde mejor nos
convenía, paseábamos, perseguíamos a las niñas del barrio que querían correr
delante nuestro, para lego terminar el paseo cogidos de la mano y parándonos a
tomar un helado o beber zarzaparrilla juntos sentados en la puerta de una
bodega del barrio.
Al
poco dejé de creer en dios, estaba
seguro que él, siendo como era un ser todopoderoso y omnisciente, nos
había abandonado, llegué a pensar y esta teoría todavía me ronda por la cabeza,
que tendrá muchos mundos que controlar, darles una religión más o menos
jerarquizada, ver las guerras y genocidios que se llevan a cabo por esos mundos
de Dios. Me da que ha querido ser un poco demasiado ambicioso, y la gente se le
ha sublevado. Debe de estar dolido porque pocos son los que hoy día, tengan en
consideración, la fiesta de guardar, y los que la guardan son los más golfos y
los más ladrones que se han producido dentro de sus clases de catequesis.
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