viernes, 9 de octubre de 2015

FIESTA DE GUARDAR.

                                                                 FIESTA DE GUARDAR

Cuando era jovencillo, el domingo era fiesta de guardar. Me pregunté una y mil veces que era aquello de “fiesta de guardar”. Luego entendí que era el día que debía dedicarse al Señor, especialmente por la tarde, mis padres nos enviaban cada tarde al mismo colegio donde a estudiábamos a diario, y allí, nos recibían unos chicos mayores que nosotros, llevaban colgado de sus trajes impolutos, unas anchas cintas de color azul claro y amarillo, con un medallón que colgaba en el extremo, eran los catequistas. Nos enseñaban cosas relacionadas con la religión, la historia sagrada, la vida de Jesús etc.
Después si nos portábamos bien y no hacíamos gamberradas ni armábamos demasiado revuelo, desplegaban unas sábanas enrolladas en unos tubos de cartón, a modo de pantallas de cine, y se apagaban las luces para dar paso a una proyección de películas en blanco y negro. Casi siempre eran películas de famosos artistas americanos, Charlot, Buster Keaton, Harold LLoid, y muchos otros que ahora, en honor a la verdad ya no recuerdo.
Así se pasaba la fiesta de guardar para nosotros durante mucho tiempo, muchos domingos. Un día que mi padre estaba de buen humor y paseamos por la Plaza Cataluña toda la familia, le pregunté hasta cuando teníamos que ir a catequesis, me contestó que ya faltaba poco para que dejáramos de ir, que tuviera un poco de paciencia. No insistí más sobre el asunto, solo esperé sus indicaciones, hasta que un día de domingo después de comer…  Sino queréis ir más al rollo este del catecismo, no es necesario que vayáis.
Desde aquel día hicimos planes con los amigos para quedar, íbamos donde mejor nos convenía, paseábamos, perseguíamos a las niñas del barrio que querían correr delante nuestro, para lego terminar el paseo cogidos de la mano y parándonos a tomar un helado o beber zarzaparrilla juntos sentados en la puerta de una bodega del barrio.
Al poco dejé de creer en dios, estaba  seguro que él, siendo como era un ser todopoderoso y omnisciente, nos había abandonado, llegué a pensar y esta teoría todavía me ronda por la cabeza, que tendrá muchos mundos que controlar, darles una religión más o menos jerarquizada, ver las guerras y genocidios que se llevan a cabo por esos mundos de Dios. Me da que ha querido ser un poco demasiado ambicioso, y la gente se le ha sublevado. Debe de estar dolido porque pocos son los que hoy día, tengan en consideración, la fiesta de guardar, y los que la guardan son los más golfos y los más ladrones que se han producido dentro de sus clases de catequesis.


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