APOLOGÍAS
Numerosos
filósofos hicieron y hacen, apología de sus teorías, y sus consecuencias.
Muchos han sido grandes estudiosos de la naturaleza, de los animales, que tampoco
hace falta que hayan sido animales de la selva precisamente, hay pequeños
insectos, que han inducido a apologistas a sacar determinadas conclusiones acerca
de la vida, y lo han defendido estudiando a estos animales, y probablemente,
comparándolos con el comportamiento humano.
Oye…
¿quién sabe?, lo cierto es que cada cual, quiere ser el protagonista de sus
propios criterios, y los defiende con vehemencia, bien, pues eso es hacer
apología, discutir, tener argumentos, contrastarlos con los de otros, si es
conveniente tratar de destruirlos con el fin de que con el paso del tiempo, el
que más grita, el que sabe hacer mejor la comedia, el que sabe enredar mejor a
las masas, es el que se lleva el gato al agua.
Los
cristianos tienen a dios de su lado, de eso no tienen que preocuparse, los
musulmanes también, tres cuartos de lo mismo. Para los cristianos dios es dios,
o Jehová como se quiera decir, y para los musulmanes es Alá. Los cristianos
para saber a cuantos seguidores tienen, reparten hostias, en las comuniones
quiero decir. Los musulmanes, fanáticos, extremistas, lo hacen al revés, se
ponen a pegar tiros, a matar gente, a inmolarse para ir al paraíso con las
setenta vírgenes que les corresponden.
Sin
ofender a nadie… ¿Quiénes tienen lógicamente más razón, los filósofos porque
dicen lo que piensan, (hacen apología de su propia forma de pensar y de deducir
las cosas), los que matan en nombre de ni siquiera saben porque, ni a quién, o
los que reparten hostias y cuando levantan el cáliz echan cuenta de que ese
domingo la cosa estará floja, el cepillo quiero decir, porque hay poca gente en
la iglesia? No se puede opinar sin saber, primero hay que estar bien informado,
hay que saber pensar, el conocimiento en sí mismo, es un piso sin muebles,
cuando se usa, y se hace de la forma más conveniente posible, sin hacer daño a
nadie, respetándose todo el mundo ya por motivos de una bandera determinada, o
de un credo, el que quiera que sea, es cuando es posible que determinada
apología nos convenza. Entonces es cuando comenzamos a amueblar con sentido
común, nuestra cabeza.
Nunca
a fuerza de las armas, alejándose de los extremos que por lo común, están más
desgastados. Las apologías sobre la democracia son mil y una diferentes, he, y
todas son buenas a cual la mejor… que la gente se da de hostias por la calle
con tal de defender su bandera con un ciervo que lleva unos cuernos que te
cagas a pedal, o una gaviota con las alas extendidas, antes de cían que era una
gaviota, ahora le han cambiado el nombre…
Es que la gente es una ignorante, pues anda que no se aprecia bien que
es un “Charrán”, se ve a la legua. Pues
tío, será con el ojo de cristal que le operaron a tu padre al cambiárselo por
el que tenía jodido que se ve a la legua, a mí personalmente a mí me parece una
nube de esas de verano que ensombrece el sol ¡con la falta que hace el sol que
es la fuente de la vida, no me jodas…! pues viene el charrán este y nos jode el
invento.
Oye
que no puedo hablar mucho de esto, porque puede ser que pongan en el punto de
mira como un apologista del eje del mal. Y por lo que sé, en Guantánamo las
pasan putas los que van a parar allí, y yo no tú, que tengo familia, hijos,
hermanos, sobrinos, sobrinos nietos, y ve a saber tú quién más hay por ahí que
al pasar me llame papá. Con razón o sin ella, porque con tal de hacer apología…
está claro que se puede hacer de cualquiera.
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