INDULGENCIA
El
pobre fue condenado a muerte, hay muchas formas de condenar a muerte a alguien,
a este en concreto lo condenaron a vagar por tierras áridas, llenas de animales
peligrosos, sin más recurso que una pequeña cantimplora de agua, que cuando se
vaciara, él mismo tenía que ocuparse en llenar, primero buscando el agua, luego
asegurándose de que ese preciado líquido no estaba en malas condiciones, que
podría sobrevivir con él.
Su
cadáver fue encontrado al cabo de una semana junto a una charca seca, la tierra
estaba agrietada, estaba en posición de querer llegar a llenar la cantimplora
con el brazo extendido, eso significaba, que era probable, que cuando lo
encontraran los hombres que marchaban en caravana con los camellos cargados con
grandes trozos de sal atados a cada lado de sus lomos, hiciera poco que aquel
hombre hubiera muerto, ningún animal carroñero se había acercado al hombre,
todavía.
La
indulgencia es una gracia que se le otorga a alguien, como muestra de perdón,
de límite de determinada justicia. Lo difícil es interpretar la justicia, hay
quién dice comprenderla, y hasta en momentos determinados, sin ser jueces ni
fiscales, dicen saber aplicarla sin ningún tipo de duda. Vale más la pena no
caer en manos de una persona de estas características, que quiera ser indulgente.
Un amigo mío decía… Antes de caer en manos de un juez así, de esa manera de
pensar respecto a la indulgencia, o el castigo pertinente a determinado pecado…
me abro las penas.
Puede
que tuviera razón, pocas veces he sabido opinar sobre la indulgencia, he
cometido demasiados errores en la vida como para pasar por alto que todos somos
imperfectos, cuando te ves débil, necesitado, clamas para que sean indulgente
contigo. Tu interlocutor, sabe lo mismo que tú, que ha tenido fallos en la
vida, que necesita estar cerca de alguien que sepa escuchar, hablar contigo.
Descartamos que esas dos personas se quieran justificar, no eso no es válido
para esta ocasión especial, se encuentran de nuevo, los ojos, fruto de un corazón
enternecido echan a llorar, se establece la indulgencia.
En
ese preciso momento, debe comenzar una andadura en común, sincronizada, basada
en objetivos concretos pero refrendados por los dos. La indulgencia deja de ser
el resultado de una condena, ahora es el premio del punto de vista antes
equivocado y que hace que se conjuguen para reforzar sus lazos.
---------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario