GERMÁNICOS,
SAJONES, ROMANOS, ÍBEROS Y OTROS
Tiene
gracia, hace unos cuantos siglos atrás todos estos andaban a la gresca,
guerras, conquistas, batallas inacabables, y mira tú, con el tiempo, condenados
a entenderse. Es una forma de verlo, porque de entenderse nada de nada, se
soportan, han aprendido a poner unas veces cara de póker cuando tratan de
determinados asuntos, otras se van de parranda juntos y de comilonas, ellos les
llaman reuniones políticas, vitales para tomar decisiones dentro del seno de
Europa.
No
sé a quién quieren engañar, valdría la pena que siguieran vistiendo las pieles
que les tapaban los huevos y lucir los arcos, hachas y espadas que usaban al
principio para atemorizar al contrario. ¡A no, ahora somos gente civilizada,
hay que acudir lo mejor vestidos posible y tratar que nadie use el perfume que
usa el otro, sino se lo cambian al momento! Yo, para mí, siguen oliendo a
letrina de uso público, de esas que había antes donde tenías que mear contra
una pared alicatada y que de vez en cuando, salía un chorrito de agua de una
cañería de plomo, que supuestamente limpiaba los orines. Pero olían que
flipabas en colores, cogías aire antes de entrar y meabas.
Pues
digo yo, lo mismo que cuando estaban en la guerra, buscaban un pino grande, y
allí cagaban y meaban, luego se limpiaban con hierbas el ojete y ala, a cortar
cabezas de nuevo. ¡Qué triste vida llevan esas naciones unificadas por una
eficiente ley internacional, que no sirve para nada…! Bueno, a decir verdad
presta un servicio estupendo, todos los que forman parte de ese conglomerado de
naciones que una ocasión fueron enemigos acérrimos, hoy pagamos todos con la
misma moneda.
Para
unos el euro es una lacra, para otros no, son los que van sobrados de todo, de
PIB, de prestar a los otros, los alemanes marcan el paso de la oca, los demás
los quieren imitar pero ¡na!, al fin de cuentas, lo que cuenta, es que son los
mismos bárbaros de hace siglos atrás, pero vestidos de Armani.
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