CÁSATE Y SÉ FELIZ…
Sófocles, filósofo del siglo cuarto antes de C, razonó sobre
el matrimonio de este modo, resumido en una frase: “Cásate; si por casualidad
encuentras a una buena mujer serás feliz; sino, te volverás filósofo”. ¡Anda
que no…! de manera que casados, o los que vais en camino de hacerlo, cuidado
figuras, no sé qué es más difícil, si saber escoger a una mujer buena -que debe de haberlas-, o filosofar, que es más
difícil. ¡Hombre se estudia en la universidad!, las carreras universitarias son
caras y lentas, ¡ya le buscan la rosca los educadores, para hacerlas durar!
Cuanto mejor nota sacas, más te joden, más propuestas, más
cuestiones. Es que… hemos estado
hablando con tus tutores y bueno, bueno, las notas que sacas son para que
pienses bien en lo que vas a hacer con tú futuro, ¡tienes un mapa de
posibilidades, que puedes hacer lo que te venga en gana, ojalá todos tuvieran
la cabeza tan bien amueblada como la tienes tú! Bueno ya veré que aré, por el momento
quiero dejar las cosas como están, tampoco me quiero agobiar, de aquí en
adelante, si continuo con más cosas relacionadas con mi carrera, tendré que
soltar pasta, y ahora mismo…
Nada, no pienses en eso te becaremos y punto. La jodiste
Manolita, te ponen el caramelito en la boca y hay sales, disparado como si de
una piedra lanzada por un tirachinas se tratara, hacia el futuro incierto.
En cambio si te casas, tomándolo como una meta sencilla, las
cosas van mucho mejor, de verdad, te lo juro. Me casé una vez, hace de esto…,
yo que sé, ¡coño, todavía había en la Tierra dinosaurios…! así que cuenta. No
es que encontrara una mala mujer, el tema fue diferente, ella encontró a un mal
marido -por ejemplo-. Tampoco es
cuestión de cargar tintas contra los más débiles, ¡que es muy fácil hablar del
prójimo cuando no está delante para defenderse!
Cómo el tema de buscar oro o tesoros cómo Indiana Jones, no
me mola nada vistas las películas que ha hecho sobre sus búsquedas, me busqué
otra esposa. Y mira que mi abuelo me decía cuando yo era muy joven “Ten cuidado
si te casas Juanillo, a una mujer no se la conoce bien, hasta que te hayas
comido un quintal de sal con ella” ¡Cágate lorito…! esa es mucha sal, ni las
vacas comen tanta, y eso que les gusta mucho. Y tenía razón que huevos, como
que me explotó la escopeta en mitad de los morros, y eso que nos queríamos
mucho, que si llegamos a odiarnos solo un poco… imagínate las batallas que
habríamos tenido en esos años que permanecimos juntos.
En definitiva, me he hecho filósofo, he seguido la
sugerencia de Sófocles, ¡he!, autodidacta no vayas a pensar que me creo esto de
las notas universitarias. La pasta de matrículas, me la gasto en carajillos de
ron, me sientan que te cagas y me despiertan los sentidos, me ayudan a captar
la atención, observando a los demás, divago sobre mis rollos y mis asuntos,
escribo, ¡qué quieres que te diga, me siento un hombre nuevo tú!
Además tengo a favor, que no tengo necesidad de mujer alguna,
en esto, ya a estas alturas de mi vida,
-o a mis bajuras-, que viene a ser lo mismo, tengo claro el pensamiento
de Immanuel Kant: Cuando podía haber tomado esposa, no pude soportar a ninguna;
y cuando pude soportar a alguna, ya no necesitaba a ninguna”. Pues eso me ha
pasado a mí, sí señor, cómo te lo digo, justo lo mismo.
Un día encontré una frase anónima en Internet que después de
leer tuve tiempo de madurar, a mi manera claro, dice así: “Los humoristas y los
filósofos dicen muchas tonterías, pero los filósofos son más ingenuos y las
dicen sin querer”.
Pues eso… ya ves, bien mirado, me veo como un pequeño
monstruo -de pequeño nada que peso un
montón-, es un decir. Me estudio pero no saco conclusiones definitivas, ¡y mira
que pienso, tengo todo el tiempo del mundo, estoy jubilado…!, me gustaría que
alguien me dijera a través de algún comentario en este blog, que os recuerdo
que es “pdepensamiento”, ¡Oye chaval,
estás cómo un cencerro o lo que sea!
Tengo a un miembro en mi familia, que va a cometer
matrimonio, sabe que la quiero con toda mi alma, a ella le dedico estas
palabras.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario