miércoles, 20 de agosto de 2014

VERANO HELADO



                                                           VERANO  HELADO



¡Que frio ha estado este verano…! ha sido un verano muy especial, es la primera vez en mi vida, en la que en pleno Agosto,  he pasado un frio impresionante. Mira tú, no sé porque… no me lo explico, soy algo raro, está claro. Cuando me visitan los médicos, y me preguntan acerca del historial médico que acumulo con el paso de los años, -porque a pesar de lo que digan, todavía no están bien sincronizados los ordenadores, digo yo que a veces les meterán troyanos y los joderán como a todos-, se echan las manos a la cabeza.   Pero… si por lo que me dice, se parece usted más a un robot que a una persona…  ¡He cuidado, no se pase ni un pelo ¿vale?!  -les contesto yo-.

No le he dicho a mi neurólogo que a veces paso un frio del copón, me haría internar en un siquiátrico, sobre todo si eso se lo digo en pleno Agosto que es cuando me ha visitado. El asunto es, que cada cual tiene sus razones para sentir frio o calor, depende de quién sea y cómo viva. Deduzco que en mi caso, el frio lo siento dentro de mis huesos, ¿qué porque?, a lo mejor es por razón de que vivo solo, ¡ojo!, que nadie entienda con esto que estoy mal, muy al contrario, pero se conoce que debes pasar por un período de adaptación, de aclimatación sería la expresión.
Los médicos dicen que estoy deprimido, ¡ya está, ya han dado con la fórmula secreta, ya han inventado la sopa de ajo! Es muy fácil meterle a uno el miedo encima…   Si hombre, lo que te pasa es, que si estuvieras acompañado, viviendo con alguien las cosas las verías de otro modo, tendrías con quién hablar, discutir las cosas, los asuntos diarios.
¡Que no… que te equivocas del todo!, ¿Qué tiene esto que ver para sentir calor o frio en situaciones opuestas, en estaciones que requieren por naturaleza, lo contrario? Estos argumentos a mí no me convencen.

Si es solo con un simple resfriado, y la gente se pone a morir dependiendo de la edad, o el metabolismo que tiene… Nada, de eso no hay más que hablar, sigo pensando y conste que contrastando diferentes opiniones de expertos en la materia, que es posible científicamente, que uno confunda las estaciones del año, el invierno le puede parecer verano, y el verano invierno. Es cuestión de saber elegir, y de elegir bien, ahí está el detalle. Si eliges pasar frio en verano, pues lo pasas y punto, y si en invierno te encuentras cómo una rosa en primavera, pues mejor.
Cabe hacer un pequeño inciso en esto, que te dejen hacerlo, la gente somos muy puñeteros, en muchas ocasiones, si tiene frio tú mujer por ejemplo, cuando salís a la calle, te empieza  a dar la  lata.    Vas a resfriarte, ponte el abrigo, ¡será que no tienes… y la bufanda para el cuello!  Anda ya, déjalo que vaya como le salga de los bemoles, si el hombre no tiene frio pues que vaya en pelotas si le place. Pues al revés es lo mismo, y eso es lo que hace, que la solución que en su día te dio el médico,  -que de estas cosas sabe un rato largo-,  sea absolutamente obsoleta.

Lo que quiero decir en estas líneas no se debería interpretar de forma literal, es un simbolismo, un relato ilustrativo que nos debería hacer pensar, hasta qué punto es natural, que en pleno verano, estemos sufriendo un frio inmenso.




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