VERANO HELADO
¡Que frio ha estado este verano…! ha sido un verano muy
especial, es la primera vez en mi vida, en la que en pleno Agosto, he pasado un frio impresionante. Mira tú, no
sé porque… no me lo explico, soy algo raro, está claro. Cuando me visitan los
médicos, y me preguntan acerca del historial médico que acumulo con el paso de
los años, -porque a pesar de lo que digan, todavía no están bien sincronizados
los ordenadores, digo yo que a veces les meterán troyanos y los joderán como a
todos-, se echan las manos a la cabeza.
Pero… si por lo que me dice, se parece usted más a un robot que a una
persona… ¡He cuidado, no se pase ni un
pelo ¿vale?! -les contesto yo-.
No le he dicho a mi neurólogo que a veces paso un frio del
copón, me haría internar en un siquiátrico, sobre todo si eso se lo digo en
pleno Agosto que es cuando me ha visitado. El asunto es, que cada cual tiene
sus razones para sentir frio o calor, depende de quién sea y cómo viva. Deduzco
que en mi caso, el frio lo siento dentro de mis huesos, ¿qué porque?, a lo mejor
es por razón de que vivo solo, ¡ojo!, que nadie entienda con esto que estoy
mal, muy al contrario, pero se conoce que debes pasar por un período de adaptación,
de aclimatación sería la expresión.
Los médicos dicen que estoy deprimido, ¡ya está, ya han dado
con la fórmula secreta, ya han inventado la sopa de ajo! Es muy fácil meterle a
uno el miedo encima… Si hombre, lo que
te pasa es, que si estuvieras acompañado, viviendo con alguien las cosas las
verías de otro modo, tendrías con quién hablar, discutir las cosas, los asuntos
diarios.
¡Que no… que te equivocas del todo!, ¿Qué tiene esto que ver
para sentir calor o frio en situaciones opuestas, en estaciones que requieren
por naturaleza, lo contrario? Estos argumentos a mí no me convencen.
Si es solo con un simple resfriado, y la gente se pone a
morir dependiendo de la edad, o el metabolismo que tiene… Nada, de eso no hay
más que hablar, sigo pensando y conste que contrastando diferentes opiniones de
expertos en la materia, que es posible científicamente, que uno confunda las
estaciones del año, el invierno le puede parecer verano, y el verano invierno.
Es cuestión de saber elegir, y de elegir bien, ahí está el detalle. Si eliges
pasar frio en verano, pues lo pasas y punto, y si en invierno te encuentras
cómo una rosa en primavera, pues mejor.
Cabe hacer un pequeño inciso en esto, que te dejen hacerlo, la
gente somos muy puñeteros, en muchas ocasiones, si tiene frio tú mujer por
ejemplo, cuando salís a la calle, te empieza
a dar la lata. Vas a resfriarte, ponte el abrigo, ¡será que
no tienes… y la bufanda para el cuello!
Anda ya, déjalo que vaya como le salga de los bemoles, si el hombre no
tiene frio pues que vaya en pelotas si le place. Pues al revés es lo mismo, y
eso es lo que hace, que la solución que en su día te dio el médico, -que de estas cosas sabe un rato largo-, sea absolutamente obsoleta.
Lo que quiero decir en estas líneas no se debería interpretar
de forma literal, es un simbolismo, un relato ilustrativo que nos debería hacer
pensar, hasta qué punto es natural, que en pleno verano, estemos sufriendo un
frio inmenso.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario