SENTIDO COMÚN
-Oye, ¿Qué es sentido común?
-Que va a ser…, pues sentido común es, sentido común.
-Cojonudo, ahora lo entiendo.
-Oye no te cachondees ¿vale?, que parece que haya dicho una
tontería.
-Nooo que va hombre, no es eso, es que esperaba una
respuesta un poco, digamos más… concreta.
-¿Qué quieres que te diga si no sabes entender las cosas?,
ve al colegio de nuevo, y allí te lo enseñarán.
-Entonces lo que me quieres decir con eso, es que tú, no lo
sabes explicar.
-Claro que lo sé explicar, pero ¡mira!, por decir eso, ahora
no te lo explico, desarrollarlo digo, no me sale de ahí.
-Di que sí, esa es la explicación de los tontos. No saben
algo, definirlo me refiero, y lo primero que hacen es decir lo que tú dices, “no
me sale de ahí explicarme”.
-Javi, ¿a qué has venido tú aquí, a tomarte una cerveza o
tocar lo que no suena?
-A tomarme una cerveza, y a saber si podías explicarme, lo
que significa tener sentido común.
-Vamos a ver… ¿tú te consideras una persona con sentido
común?
-¿Cómo voy a saberlo si no sé lo que significa? Que te lo he
preguntado sinceramente, no te creas. No trato de incordiar ni de ponerte en un
brete.
-Tener sentido común, es parecido a tener conciencia,
¿entiendes?
-Sí, lo entiendo, pero ¿crees que es comparable? Una cosa es
tener conciencia, pero otra distinta, creo yo, es tener sentido común. O sea,
que si no tienes conciencia, no tienes sentido común.
-Eso es, ahí le has dado. Si tienes conciencia, lo tienes
todo amigo mío.
-Pero es que hay quién tiene buena conciencia y mala
conciencia, no creo yo que eso explique mi pregunta. Hay por ahí gente, que ni
siquiera tienen conciencia, y si la tienen, una vez la usan para los intereses
que les convengan, la dejan guardada en un cajón hasta que se mueren, sin
volverla a usar.
-En mala hora me he metido en el bar a tomar una birra,
después del día que he pasado.
-Oye, que si molesto me voy y aquí no ha pasado nada…
El bar es bastante pequeño, tres mesas en el interior dan al
corto pasillo donde está la barra, sin tapas, sin nada a la vista para poder
comer, pero cuando pides una cerveza o un vino, el dueño te acerca un platito
con una tostada y algo que echarte al gaznate, o unos cacahuetes. Un hombre
algo mayor, le hace una seña al más joven que busca respuesta a la pregunta acerca
del sentido común y se acerca.
-No he podido evitar escuchar la conversación que mantienes
con tu amigo, si lo deseas puedo hacerte una concreción acerca del sentido
común.
-Encantado de escucharle, usted dirá.
-En principio, la expresión sentido común es un axioma. Axioma
es un aforismo, que se admite, sin necesidad de ser demostrado. Por ejemplo: “En
democracia, la ley, ha de aplicarse estrictamente a todos por igual”. Así pues,
sentido común es un dogma, una máxima, un principio indiscutible.
-Ahora comienzo a entender… haber, sentido común, sería como
si dijéramos…
-La aceptación de que se espera que uno, obre de acuerdo a
lo lógico, lo razonable, lo justo. Aunque en este capítulo, siempre ha habido divergencias,
no siempre se ve la actuación del sentido común que se espera, en todos los
casos. Siempre hay excepciones, las que la propia persona juzga que debe ser,
como ella dice, lejos de tener razón, su sentido común, la lleva a juzgar las
más de las veces, desconociendo el asunto en toda su globalidad. Eso es, falta
de sentido común, en ese instante, se coloca del lado de la irracionalidad.
-Oiga, ahora lo entiendo del todo, de verdad, muchas
gracias. Por curiosidad ¿puedo preguntarle algo?
-Tú dirás.
-¿Es usted maestro o filósofo?, a lo mejor es abogado.
-No, nada de esto, soy una persona cualquiera, que he vivido
muchas circunstancias diferentes en la vida. Muchas de las experiencias que he
vivido, me han llevado a reflexionar sobre lo que creo que he hecho bien, y lo
que he dejado de hacer, fuera el resultado bueno o malo.
-Claro, la experiencia es un buen argumento para vivir de
acuerdo a determinados principios.
-Sí señor, así es. Esos principios deben ser inviolables, nosotros
mismos debemos ponernos el tope, no somos superhombres, somos simples seres
humanos. Por lo vivido, he aprendido a no ser motivo de discordia para nadie,
en la medida de lo posible claro, las veces que por determinadas
circunstancias, he actuado más haya de mis límites, insultando, despreciando o
descalificando a las personas, peor me he sentido luego. ¿Sabes que es lo peor
de dejar de aplicar el sentido común, las consecuencias? Pues que me he alejado
de personas, a las que podría haber seguido tratando, teniendo una conversación
lógica y razonable.
-Quiere decir que llegado este momento de querer actuar como
juez, cuesta acercarse de nuevo a alguien, aceptarlo de nuevo.
-Justamente, cuanto más tiempo pasa, peor te sientes, y aun
después de esta fase, te embarga el desaliento, ya no puedes volver a dirigirte
a esa persona a la que en un tiempo amabas de una forma u otra.
-Le estoy agradecido señor, no lo he visto por aquí nunca…
-No, estoy de paso.
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