EL DIARIO

                                                            EL DIARIO

Vale la pena leerlo, en él se refleja tal como es Eva, desde jovencita comenzó a escribir en él todo lo que le sucedía a diario, en ocasiones parecía que pasara por alto acontecimientos que otros habrían destacado en su día a día, pero un diario es algo personal, secreto se puede decir. Eva siempre fue una chica despierta y fácil de llevar, aguda como la que más y atenta a los sucesos que sentía en su propio desarrollo, desde que le llegó la primera regla sin saber muy bien que era aquello que la asustó tanto a los once años de edad. Todo redactado con una minuciosidad digna de ser alabada, escribía muy bien, con una caligrafía casi perfecta, las mayúsculas que comenzaban los puntos y aparte eran artesanas, no se correspondían a ninguna escritura en particular, las inventó ella.
Todo el diario, o más bien los diarios, estaban escritos a plumilla, algo que se salía de lo normal, se necesita mucho estilo para poder escribir así, parece que ella dominaba el trazo de la plumilla, se notaba donde presionaba más el mango, para destacar una letra en concreto, o resaltar en negrita, las frases que ella consideraba importantes. Entre ellas destacaba la inquietud que sentía por un chico de la escuela, Manuel el hijo del lechero. Cuando escribía sobre él, la pluma se entretenía a posta en su nombre, en detalles de cómo la miraba y de como ella lo observaba.
¿Puro romanticismo...? puede, ¿enamoramiento? también pudiera ser, lo cierto es, que al poco tiempo, después de salir de la escuela, comenzaron a dejarse ver por las calles del pueblo juntos, algunos hablaban de ello, otros no le daban la menor importancia, no eran sus hijos, nada les inquietaba en este sentido, eran personas que vivían i dejaban vivir. No así otras mujeres del pueblo, que no hacían más que hacerle comentarios a la madre de Eva. Parece que la niña ya ha escogido novio, ¡anda que no se les ve acaramelados juntos, seguro que algún besuco se dan a escondidas!
La madre no contesta, sabe lo que es haber sido joven lo mismo que esas viejas chismosas que no tienen ya nada más que hacer que vigilar a los demás, y si pueden, encontrar el más mínimo motivo para hablar mal de ellos. Eva después de llegar a casa y ayudar en la casa, sube a su habitación y escribe en su diario... "Manuel me gusta porque es un chico considerado y muy galante, me ha propuesto ir a la ciudad cuando llegue semana santa para ir a ver las procesiones, le he contestado que no creo que pueda, a mis padres no les parecería bien que fuéramos juntos, aunque él dice que dormiría en casa de sus primas y él en casa de su abuela. En fin ya veremos como se lo planteo a mis padres, aquí no hay más que una pequeña romería a la hermita de San Nicolás, y luego, se hace una ofrenda floral a Santa Ágeda, eso es todo, no tenemos ferias ni siquiera hay presupuesto para una fiesta mayor, que aburrimiento".
Los padres de Eva han rechazado de plano la petición de ir a la ciudad cuatro días. Por su parte Manuel al enterarse de la negativa de sus padres ha convencido a su propio padre para que visite al de Eva y hable con él. Le ha tenido que decir con mucho rubor eso sí, que está enamorado de Eva, y que la respeta mucho, pero que le gustaría que pudiera subir a la ciudad con él para semana santa.
Los dos hombres tienen amistad, al fin y al cabo son hijos del pueblo ambos y se han criado juntos, son casi de la misma edad y se conocen bien. Oye mira, vengo a veros porque mi hijo me lo ha pedido, le gustaría que diérais vuestro permiso a Eva para que fuera con él a la ciudad, ya sabéis que allí la semana santa se celebra por todo lo alto, y os aseguro que en ningún momento van a estar solos, tenemos mucha familia allí, mi amdre y cuñados además de sobrinos jóvenes también que les haría ilusión ver de nuevo a Manuel y si pudiera ser acompañado de vuestra hija, mejor todavía, no es para presentarla más que como una amiga del pueblo, ¿que os parece? me responsabilizo de lo que le pueda pasar, que no tiene porqué pasar nada os lo aseguro.
Es la primera vez que faltará de casa cuatro largos días, en un lugar extraño para ella, para su padre no, él va con relativa frecuencia para gestiones bancarias y a renovar el contrato que tiene con la cooperativa de productos del campo, legumbres y hortalizas.
Eva anota con suma atención todo en su diario, no piensa dejar nada al azar, no se fia de su memoria, de manera que lo anota todo de forma rigurosa, en su diario. "Esta noche hemos estado en un bar comiendo rosquillas de pascua con chocolate, cuando quisimos darnos cuenta, los primos de Manuel desaparecieron, había mucha gente, habrán pensado que ya volveríamos a casa a una hora u otra. Lo he pasado mal al principio, he roto la promesa que les hice a mis padres de que no estaríamos solos ni un solo instante, pero no ha sido culpa nuestra. Manuel me ha acompañado a casa de sus primas y me ha cogido la mano por el camino, he sentido un escalofrío que me ha recorrido todo el cuerpo, cuando hemos llegado a la puerta de la casa, me ha dado un beso en los labios y le he dado una bofetada, no sé porqué lo he hecho, en el fondo lo estaba deseando, pero no quiero que crea que soy una chica fácil".
Han ido a dos procesiones más, esta vez Eva está incómoda y se levanta del pasillo de la iglesia, con las rodillas marcadas de permanecer de rodillas en los reclinatorios, sale a la calle frotándose las manos hace algo de frio y amenaza lluvia, afortunadamente la madre de dios ya está en la iglesia, ¡que hermosa está con el Jesusito en los brazos, que cara de ternura! Manuel sale a buscarla a la calle, la encuentra apoyada en el portal gótico del portalón de la iglesia. ¿Que te pasa Eva, porqué te has levantado y has salido a la calle? Pues porque lo nuestro no puede ser Manuel, es imposible, no estoy segura de nada, no sé lo que siento por ti. Bueno, ayer me dajeste claras las cosas, no volverá a suceder no te preocupes. Ese es el caso... que quiero que suceda pero no me explico como he podido llegar a este estado de deseo por ti ¿lo entiendes?
Manuel tiene los ojos como platos, él si que no entiende nada de nada, no imaginaba ni de lejos que Eva le dijera lo que acaba de escuchar. "Me parece que he cometido una imprudencia al hablar hoy con Manuel, no sé que es lo que habrá pensado de mí, posiblemente que soy una fresca, cuando vuelva al pueblo me tomará mi tiempo para recapacitar sobre todo lo ocurrido" Los padres van a la parada del autobus a recibirla, ella saluda antes de que pare en el arcén, viaja al lado de la ventana, Manuel va sentado en el asiento de atrás de ella.
Devuelve parte del dinero que le dieron los padres para la estancia y los gastos, les ha traido unos detalles de Zamora, un hermoso llavero para su padre y un rosario para su madre con cuentas blancas y negras, y postales de los lugares que ha visitado.
"Bueno ya estoy de vuelta, durante el viaje he sentido en todo momento la respiración de Manuel en mi cogote, sentía su aliento y me gusta, me gusta mucho. Tengo que armarme de valor y hablar con mis padres, nada de con mi madre primero, lo considero de cobardes y yo no lo soy, hablaré con los dos a la vez, no se merecen menos que eso"
Ya salen como dos novios más de los que hay en el pueblo, Manuel como hombre joven que es, le ha hecho alguna insinuación de aspecto sexual, pero ella lo ha rechazado de plano. Le dice con absoluta transparencia que hasta que no se casan si es que llega el momento no habrá relaciones prematrimoniales. "No quiero ceder porque me podría considerar una persona débil, sabe que no lo soy pero debo demostrárselo del todo, en todos los aspectos, solo así, creo yo, aprenderé a vlorarme a mí misma, si es inteligente lo comprenderá"
Después de dos años de noviazgo se casan finalmente, Manuel no cabe en si de gozo, la quiere, la comprende, sabe que la amará con todas sus fuerzas, Eva va hacia el altar llena de orgullo, han pasado muchas novias por la iglesia del pueblo con el bombo por delante, ella no, ella llega virgen lo mismo que Manuel. Ahora tiene muchos más motivos, para mantener actualizado su diario, Eva está dispuesta a no dejar pasar ni una sola coma de toda la vida que comienza a vivir ahora.

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