PASANDO A MEJOR VIDA
Estoy pasando por un momento difícil, creo que debo tener algunos conceptos confundidos estos días, me enfrento a una serie de decisiones, que son poco menos que imposibles de decidir. Por una parte me alejo de la clase de vida que llevo hasta ahora, por otra, me enfrento a nuevas costumbres, nuevas amistades, estrechar la conexión que no he tenido durante años con mis hijos y en consecuencia con mi ex esposa, el asunto es difícil porque ellos viven alrededor de ella.
A pesar de los motivos que llevaron a nuestro divorcio, quizás por el hecho de que mis hijos dependen en cierta medida de ella, por causas naturales claro está, es su madre y no está bien de salud, y ellos, los tres, le corresponden en la medida que pueden, me toca la fibra sensible, me planteo en qué medida puedo ayudar, a ellos y a ella. No es fácil, habida cuenta de la decisión que he tomado de ir a vivir donde ellos están, resurgen en lo más profundo de mi ser, sentimientos que creía olvidados.
¡Vaya tontería!, algunos sentimientos no se pueden borrar como quién borra una operación matemática de una pizarra, no, nada de eso. Fueron muchos años los que estuvimos juntos, muchas alegrías y muchas penurias las que pasamos juntos, nuestros hijos fueron en todo tiempo felices, nunca dejamos traslucir nuestras preocupaciones, no merecían tener malos recuerdos cuando el hecho es, que estaba en nuestra mano esconderlos de su vista. Los niños no merecen ser el blanco de las desgracias dentro de un hogar, si se aprecia lo que un hogar significa, no solo un lugar donde recogerse por la noche, se entiende que dentro de la familia debe de haber una conexión permantemente feliz, aun a pesar de los problemas que pueda haber.
Todo esto es lo me embarga ahora, un profundo sentimiento de cariño desbordado, mis hijos quieren cuidar de mí también, y esto lo agradezco de todo corazón, nada los compromete a tomar esa decisión por su parte, tienen sus vidas, sus trabajos, entre ellos están sincronizados como engranajes que funcionan para que la máquina funcione de forma perfecta. Es cierto que hay desaveniencias, discrepancias, diferentes puntos de vista de determinados asuntos incluso entre ellos, es lo normal, si las diferencias no existieran, serían seres perfectos y perfecto lo que se dice perfecto no hay nadie.
En las últimas semanas hablamos bastante por teléfono, unas veces más y otras menos, eso depende también del estado de ánimo de cada cual, es comprensible, hablo con mi ex mujer y cuando la oigo reír, sencillamente cuando la oigo hablar conmigo, se despiertan miles de mariposas en el estómago. Ineludiblemente me llegan los recuerdos de las muchas cosas que hicimos juntos, renace en mí la esperanza de volver a pasear juntos si se encuentra bien, de cogernos de la mano o del brazo e ir al cine o a bailar si se puede, siempre le ha gustado bailar. Por otra parte están las amistades que dejo en el lugar donde vivo ahora, ¡que grandes personas voy a perder!, ahora el tema está en que hablaré con ellos por teléfono a diario si es posible, se han cambiado las tornas.
La decisión está tomada, me debo a mis hijos de los que poco sé en los últimos años, bastantes años, me envían fotos por war sapp y me conmuevo al verlos personas maduras, tengo nietos de ellos, eso también pesa mucho a favor de que tome la decisión de ir a vivir con ellos. Voy a tener mi propia casa, no es cuestión de interferir en la vida de los demás, no que no quiero para mí no lo quiero para los demás. Cuando me casé la primera vez con la que ahora es mi ex, irremediablemente me casé también con su madre. Ni ella ni yo esperábamos ese chasco, pero el caso es que desde entonces perdimos parte de la intimidad que merecíamos y las interferencias que causó dentro del seno familiar.
El caso es. que estoy decidido a pasar a mejor vida, esta es una expresión que se utiliza ha menudo con las personas que mueren, no es mi caso, no me quiero morir, cuando me toque ya se verá, a lo mejor me levanto de nuevo por el simple afan de volver a disfrutar de la compañía de la familia ¡he perdido tanto tiempo!, es indiscutible que me he equivocado al tomar la decisión de divorciarme de ella, teníamos una buena vida, disfrutábamos de una buena relación, fui yo quién la estropee y estoy dispuesto a reparar el daño que hice en su día.
Paso a mejor vida con la seguridad, siempre relativa, de que voy a ser más feliz al estar cerca de los míos. No creo equivocarme, y si lo hago, la culpa será nuevamente mía, les he pedido a los míos que me corrijan en la medida de lo posible cuando la cague, a ser posible antes de que eso ocurra, mi cabeza va un poco por libreen el sentido que tengo una enfermedad que me va minando poco a poco. No me quiero justificar con eso, el médico me dijo siempre que me tenía que considerar a mi mismo como una persona normal, que no pensara que estoy enfermo. Los que me rodean tienen que entender lo que te pasa, me dijo, tú, por tu parte pon la voluntad necesaria para que las cosas fluyan normalmente, así disfrutarás de la vida que lo es realmente.
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