martes, 10 de marzo de 2015
TU ERES LA ÚNICA QUE LO SABE
TÚ HERES LA ÚNICA QUE LO SABE
¿Cuánto hace que nos conocemos...? yo he perdido la cuenta de los años, por eso cuando me preguntan digo que te conozco de toda la vida. No creo equivocarme, tú lo sabes bien, no puedo decir que aprendimos a caminar juntos o que compartíamos juguetes de pequeños, eso no, pero todavía te recuerdo con las gafas que rectificaban el poco de estravismo que tenías en aquellos años.
Sabes bien que en cuanto crecimos un poco, cuando comenzamos a vestir como los mayores, nuestras miradas no dejaron de cruzarse fijándonos el uno en el otro. Por lo menos eso fue lo que me pasó a mí, en tu caso la cosa fue diferente, tenías pretendientes a porrillo todos los amigos que teníamos se fijaban en ti. Yo también por supuesto, sencillamente esperé mi oportunidad, en un paseo por la tarde por los jardines de la ciudad te dije que me gustabas y no respondiste ni sí ni no. Solo me miraste y sonreíste, lo interpreté como un "ya veremos...", poco tardamos en definirnos y decidirnos a salir juntos.
Recuerdo que fue contra la voluntad de muchos, primero de algunos amigos, lo interpreté como pura envidia, eras la más hermosas de las mujeres que jamás había visto, no podía equivocarme. El definitivo sí por tu parte me causó tal conmoción, que creí por un momento, que mi corazón iba a detenerse. A mis padres no les pareció bien que me prometiera con una chica de catorce años, pero a mi no me importaba eso, sabía que ibas a responder a mis expectativas y yo a las tuyas. Mi hermano se puso hecho un vasilisco cuando se enteró de mi noviazgo contigo, comenzó a comerme la cabeza, me decía que no hiría a ninguna parte aquel arreglo, así lo llamó él. Cuando fui a tu casa a hablar con tus padres, me causó un poco de temor lo que tu padre me dijo al respecto de nuestro noviazgo. Solo quiero que tengas presente que no voy a consentir que le hagas ningún daño a mi hija, es nuestra única hija y no quiero que sufra.
Mantuve ese compromiso, nos casamos y después de eso huímos de la ciudad, nuestra primera hija nació estando nosotros viviendo en otra provincia, nos cambió la vida, nos fortificó, estábamos construyendo un castillo, y ya teníamos puesta la primera piedra. Nuestros otros dos hijos nacieron también en el mismo ambiente, en la misma provincia, sabes muy bien las penurias que pasamos con los cambios de trabajo y los traslados que tuvimos que hacer de un lado a otro. A ti te faltaba tiempo para ocuparte de los niños y a mí para encontrar trabajo, que afortunadamente nunca me faltó, ganando más o menos pero siempre lo suficiente como para poder pagar un alquiler y llevar un plato a la mesa.
Eso sí, tú heres la única que sabe lo mucho que tuviste que pasar, para poder tirar adelante con toda la tarea que requería ser madre y esposa a la vez. Una mujer como la que yo tenía es de un valor incalculable, con tan solo diecinueve años era madre y después de eso, continuó comportándose como una auténtica mujer luchadora y de una firmeza moral absolutamente intachable. Sin duda que hay muchas mujeres parecidas a ella, no es la única que ha tenido que crecer en unas condiciones un tanto lúgubres, pasando una adolescencia difícil. Yo la conozco, la conozco bien, pero sin embargo ella siempre me ha llevado ventaja en esto, conocía mis debilidades, mis defectos, sin echármelos en cara jamás.
Sabes bien que no exagero, cuando te ensalzo de la manera que lo hago ahora, es un merecimiento que te has ganado a pulso, que has conquistado pasando por alto las críticas y las habladurías de la gente. Te he defendido siempre, más allá de las diferencias que nos llevaron a separarnos, ¡en mala hora las circunstancias, aun dispersas en mi mente, me llevaron a dejarte, a dejaros a vuestra suerte!
Hecho cuentas, y solo me salen haberes, cuando sumo la parte de mi vida vivída a tu lado, todos los años perdidos, todas las noches en las que esperabas siempre, que calentara la parte de tu cama en invierno. ¿Que me ha llevado a vivir el infierno que lejos de ser vida ha sido tormento? no lo sé, seguro que tú si lo sabes. Demasiado influenciable? puede, descontrolado en mitad de la inconsciencia? también puede ser. En cualquier caso tú lo sabes todo de mí, es por eso que debo confiar en tu recomendación que seguro que será, mi amparo.
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